Que nadie se entere…
Tal parece que la consigna de las Majors del Blu-ray y el DVD en México es: que nadie se entre de los estrenos, ni del catálogo. Y, en buena medida, a través de las agencias de relaciones públicas, buenas para nada y muy eficaces para cobrar sus “servicios” por ocultar el producto y hacerse patos, cumplen como profesionales, que no son.
Los dueños de parte del cine (Warner, Fox, Universal, Sony Pictures…) que luego, no con el tiempo que muchos quisiéramos, se tardan más de lo normal en salir en su segunda vida en los formatos digitales, piensan que con llevar a unos cuantos a sus junkets, ya solucionaron la promoción de su película.
Cuando salen luego en Blu-ray o en DVD, si no los encuentra uno en Mixup, es como si no existieran. Ahí es donde podrían funcionar muy bien los apoyos y la reseñas pero, como a los que escriben, si se salen un poco de la línea servil publicitaria que quieren y critican algún título, acaban vetados por la agencia o pasan en engrosar sus listas negras. Lo curioso del asunto es que estos “ejecutivos” que llevan las cuentas de Warner, Fox o Sony Pictures, no saben ni con quién tratan, no conocen lo que escriben muchos (porque no leen los periódicos y quieren que se les manden inmediatamente los testigos) y ni siquiera ubican las preferencias cinematográficas o el tipo de notas que escriben los que les van a hacer el favor.
Además piensan de manera obtusa: ‘Si no les damos los estrenos del mes o algún título que valga la pena del catálogo, o las series de televisión, no van a poder escribir’. Muchos se pasan rogando que les den thrillers o cintas de acción, ¿y que obtienen? Bob Esponja, Glee o comedias infumables de Ben Stiller o de Disney. Y a los que precisamente de eso piden su limosna, les dan House of Cards, Fargo o Juego de Tronos. La Ley de Murphy, ni más, ni menos.