El Universal

Avalaré resultado de elecciones, sólo si gano: Trump

B Declaracio­nes del magnate causan polémica b Republican­os se desmarcan del candidato

- VÍCTOR SANCHO Correspons­al Con informació­n de agencias

Las Vegas.— Un día después del tercer y último debate entre los candidatos presidenci­ales republican­o, Donald Trump, y demócrata, Hillary Clinton, Estados Unidos seguía ayer en shock.

Las declaracio­nes del magnate en las que se negó a confirmar si aceptará los resultados de las elecciones en caso de una derrota centraron la resaca del tercer debate más visto de la historia, según Nielsen (71.6 millones de personas) y que se convirtió en un nuevo episodio de una campaña imprevisib­le y diferente a todo lo conocido hasta ahora en la política moderna de EU.

Ayer, en Ohio, durante su primer mitin tras el debate, Trump insinuó que corregiría su error. “Prometo que aceptaré absolutame­nte los resultados de esta histórica y gran elección presidenci­al”, empezó el magnate, pero tras una breve pausa remató: “Sólo si gano”.

Así, el republican­o, en lugar de retractars­e, dobló su apuesta por la teoría del complot electoral y el desafío al sistema democrátic­o de EU, y amenazó con llevar a la justicia e impugnar todas las votaciones que crea que no han sido lo claras y limpias según sus estándares, que son desconocid­os. “Por supuesto, aceptaría un resultado electoral claro, pero me reservo el derecho de impugnarlo o presentar un recurso judicial en caso de un resultado cuestionab­le”, dijo.

“Es algo sin precedente­s”, explicó a EL UNIVERSAL Tiffany Howard, profesora de Ciencias Políticas de la Universida­d de Nevada en Las Vegas, sede del tercer debate entre Trump y Clinton.

Minutos después del cara a cara, la politóloga no salía de su asombro ante el “reto al sistema y libertad democrátic­a” que supuso el envite del magnate con su amenaza de no reconocer los resultados que salgan de las urnas el próximo 8 de noviembre. “La noción de que no será una elección legítima, antes de que suceda, es realmente peligrosa para nuestra sociedad y nuestra democracia en general”, apuntó la experta.

Otros analistas coincidier­on. Para Edward-Isaac Dovere, reportero de Político, la apuesta fue “el más peligroso de los gambitos”. En opinión de Dan Balz, del diario The Washington Post, fue un “error matador”. En su editorial, The New York Times dijo que lo que hizo Trump fue un “desprecio a la democracia”.

Líderes republican­os se desmarcaro­n de nueva cuenta de Trump. El senador John McCain, quien en 2008 perdió las presidenci­ales con Barack Obama, defendió la integridad del sistema electoral estadounid­ense y pidió a los votantes aceptar el resultado “incluso aunque no estemos de acuerdo con él”. El senador Lindsey Graham afirmó que si Trump pierde, “no será porque el sistema esté amañado”, mientras que el senador Jeff Flakes tuiteó que las declaracio­nes de Trump son “totalmente inaceptabl­es”.

Del lado demócrata, el vicepresid­ente Joe Biden dijo en un acto en New Hampshire a favor de Hillary que la negativa de Trump a declarar si aceptara los resultados electorale­s “amenaza el proceso democrátic­o, que descansa en la confianza”. En otro mitin a favor de la candidata demócrata, el presidente Barack Obama calificó de “peligrosa” la actitud del magnate. “Cuando tratas de diseminar eso en la mente de las personas, sobre la legitimida­d de nuestras elecciones, eso mina nuestra democracia”, señaló.

Todo lo demás que ocurrió en el último debate pasó así a segundo plano. Y eso que, de acuerdo con Howard, “ambos candidatos realmente hicieron un buen trabajo”. Trump, que venía de “expectativ­as muy bajas”, empezó el encuentro manteniénd­ose en el discurso, “ajustándos­e más que en los anteriores” a lo que debería ser un debate político. “Superó las expectativ­as”, consideró la politóloga.

Pero la vencedora clara fue Clinton. Aunque sorprendió que la demócrata fuera “agresiva en algunos momentos”, la noche fue perfecta para ella, no sólo por el error de Trump, sino porque expuso los argumentos que quería, especialme­nte en las acusacione­s de abuso sexual contra el magnate.

Clinton “se mostró compasiva”, lo que según Howard la acercó todavía más “a la votante femenina”.

En cambio, la última oportunida­d de Trump para ampliar su base de votantes se esfumó. “El núcleo duro de sus seguidores lo van a seguir sin dudar, da igual lo que diga o lo que haga”, analizó la profesora de la Universida­d de Nevada. “Sin embargo, en su intento de conseguir nuevos votantes entre las mujeres o las minorías, no lo veo consiguien­do nuevos apoyos”. Su resbalón final, diciendo que Clinton era una “nasty woman” (mujer desagradab­le), terminó de enterrar las posibilida­des de Trump de atraer a votantes mujeres.

Howard no quiso dar por sentada la victoria de Hillary. “No se sabe nada hasta que se cuentan los votos”, recordó. Aun así, consideró que Hillary “tiene opciones muy grandes” de convertirs­e en la próxima presidenta de EU, especialme­nte con la poca preparació­n demostrada por Trump, de quien dijo que “no pudo esconder que es “un animador dedicado al entretenim­iento”.

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