“En prisión, el mayor enemigo es el tiempo”
b Confía en ser liberado y dice que saldrá “fortalecido” b A Venezuela, afirma, le urge un cambio y vencer el miedo
El Nacional Caracas.— Aislado, con sus derechos humanos vulnerados. Así cumplió ayer Leopoldo López, líder opositor venezolano, tres años en la prisión de Ramo Verde donde, afirma, ha aprendido a dominar el tiempo, que llama su mayor enemigo. El dirigente, quien se declara víctima de un “sistema corrupto e injusto”, respondió a un cuestionario de El Nacional —por censura, no pudo contestarlo completo—, en el que expresó su confianza en que saldrá libre y, cuando lo haga, dice, será “más fuerte y sin rencores”. ¿Está de acuerdo con la reestructuración que se hizo de la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD)? —El proceso que debe atravesar la MUD en mi criterio debe trascender al de una simple reestructuración. Propuse que debía pasarse de la Mesa de la Unidad Democrática al Movimiento de Unidad Democrática. Hoy ha sido cerrada la vía electoral por parte de la dictadura y se requiere replantearla lucha y una unidad más amplia, porque la responsabilidad de luchar contra la opresión es de toda la sociedad, no sólo de los partidos.
El cambio es urgente y debe ser nuestro único compromiso y agenda. Ni mucho menos podemos ser presa de un miedo paralizante al momento de tomar decisiones que impliquen riesgos, que desafíen la dictadura y nos permitan avanzar en la lucha. Ese temor y la administración del terror por parte del régimen han sido elementos fundamentales de su permanencia en el poder. ¿Pensaba que iba a durar tanto tiempo preso? —Al momento de tomar la decisión de presentarme y dar la cara no me fijé plazos. Si alguna destreza sicológica puede desarrollarse en la cárcel es la capacidad de estar en paz contigo mismo y reconocer la mayor fuerza que debemos dominar para mantener la estabilidad emocional: el tiempo. El tiempo es un enemigo inagotable. Al tiempo lo dominamos o nos domina. Por eso no me he fijado plazos, sé que voy a salir en libertad a luchar a brazo partido por la libertad y la democracia en Venezuela. ¿Qué mensaje daría a sus carceleros? —Mis carceleros van desde Nicolás Maduro y [el diputado] Diosdado Cabello, pasando por la juez y los fiscales, hasta los custodios. En el fondo soy víctima, al igual que millones de venezolanos, de un sistema corrupto e injusto. Ahora bien, en cuanto a los carceleros de Ramo Verde sé que no todos los funcionarios actúan de mala fe y que muchos son obligados... En mi corazón y mi alma los considero, más que victimarios, víctimas de ese sistema. ¿Está dispuesto al perdón? —Absolutamente. Sé que cuando salga estaré más fuerte de alma y mente y que saldré fortalecido y sin rencores... Aquellos que tenemos un liderazgo afrontamos dos grandes responsabilidades. La primera, con las víctimas de la represión, las violaciones de los derechos humanos y la discriminación política... Debemos alcanzar garantías para las víctimas y sus familiares. Asegurarnos de que se harán todos los esfuerzos para descubrir la verdad y hacer justicia. Esto debemos hacerlo con una prudencia que nos permita entender que muchos de los que nos parecen cómplices del sistema han sido, en realidad, sus víctimas y que aquellos que ocuparon las posiciones más altas de poder deben rendir cuentas ante la sociedad, seguros de la existencia de un marco legal justo. Mi voluntad de reconciliación y entendimiento la he reiterado mil veces. Eso no implica que me identifiquen como quien cambia impunidad por paz. La segunda responsabilidad es con la democracia y su futuro: debemos inaugurar una nueva etapa de convivencia democrática, con instituciones sólidas, que impida un retorno al autoritarismo.