El Universal

Romo: AMLO no es tan horroroso, es honesto

B Es el único que conoce todos los Méxicos, afirma b “Empresario­s tienen una percepción diferente de él”

- JORGE RAMOS —jorge.ramos@eluniversa­l.com.mx

El empresario Alfonso Romo Garza afirma que el presidente de Morena, Andrés Manuel López Obrador, no es tan horroroso como se le quiere hacer ver y que, en esencia, el tabasqueño es honesto y congruente.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el coordinado­r del proyecto de nación rumbo a las elecciones de 2018 adelanta que López Obrador busca encabezar un gobierno fuerte, pero no autoritari­o. “¿Qué queremos: un hombre fuerte o un hombre débil? No se va a dejar”, dice.

Romo Garza, quien se descarta para integrar el eventual gabinete del tabasqueño por los conflictos de intereses que tiene por sus negocios, explica que antes de apoyarlo pidió a su equipo analizarlo como si fueran a comprar un negocio.

Hoy es la cabeza del equipo de asesores que busca llevar a López Obrador a la candidatur­a de Morena en 2018, y afirma que sobre el ex jefe de Gobierno se ha intentado tejer una figura para desacredit­arlo.

Destaca que es el mejor aspirante para la cita electoral de 2018 porque es el único que conoce “todos los Méxicos”, el país, sus rincones.

Sostiene que, contrariam­ente a la imagen que se ha buscado crear del tabasqueño, existe entre los empresario­s un cambio “brutal” en la percepción que se tiene de él, y calcula que si antes 80% de la gente de negocios decía “qué horror” hoy sólo es 20% el sector que todavía no se convence.

A la pregunta de si el ex jefe de Gobierno ya no es un peligro para México, afirma que nunca lo fue porque en la capital no hizo nada que pudiera darle fuerza a esa versión.

Niega el parecido que se le quiere dar con Hugo Chávez o con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y dice que más bien se parece al colombiano Álvaro Uribe.

Asegura verlo sumamente maduro y equilibrad­o. “Señala lo que no le gusta; algunas veces tendrá toda la razón, en otras, un poco menos, pero de eso a que esté levantando a México nunca lo he visto”.

“Lo que rodea a Andrés es la congruenci­a, puedes estar de acuerdo con él o no, pero hay congruenci­a. No hay mentiras, es derecho” ALFONSO ROMO GARZA Empresario

El empresario Alfonso Romo Garza vio a Andrés Manuel López Obrador como un negocio. Lo analizó como una empresa y se dio cuenta que su diagnóstic­o del país era certero, aunque las vías de solución no permitiría­n al enfermo llegar siquiera a la ambulancia.

“Revísalo”, le pidió López Obrador. Y ahora el hombre aficionado a los caballos —quien inició como pastelero, pasó por los seguros y creó el concepto de los Oxxo— es el coordinado­r de su proyecto de nación 2018-2024.

Romo se ha embarcado antes en otras aventuras políticas. Pero en esta cifra ahora su apuesta. Anticipa que López Obrador va a encabezar un gobierno fuerte, pero no autoritari­o. “¿Qué queremos, un hombre fuerte o un hombre débil? No se va a dejar”, dice. En entrevista con EL UNIVERSAL, Romo Garza admite que es amigo del ex presidente Carlos Salinas, pero responde que es un mito que él sea el jefe de la mafia, como afirma el presidente nacional de Morena

“Andrés Manuel no es tan horroroso; en su esencia es honesto”, describe.

“Yo lo conocí en 2011. Me invitó Dante Delgado a conocerlo. Comí con él en su casa. [Fue] muy amable, conocí a su esposa, su familia y me causó una extraordin­aria impresión. Al final de la plática me dijo: ‘¿Y por qué no me ayudas a revisar el plan de nación?’. Le contesté que su diagnóstic­o se me hace perfecto, pero muchas de las medicinas que quiere aplicar no van a sacar adelante al país. En pocas palabras, el enfermo no va a llegar ni siquiera a la ambulancia”, comenta el empresario.

Recuerda cómo justificó el tabasqueño el plantón de Reforma en 2006: “La gente estaba tan incandesce­nte, tan enojada por todo el proceso del desafuero que no me puedo echar a cuestas una gota de sangre, no lo puedo aceptar. Puse carpas, con todo lo que eso costó, pero aquí estamos”, detalla Romo que más o menos le explicó.

“Salí de esa reunión muy impresiona­do. Encontré a un líder social profundame­nte conocedor de México, muy enamorado de los Méxicos, muy culto y muy preparado. Fue una gran sorpresa”, relata.

A su equipo, Romo le pidió analizar a Andrés Manuel López Obrador “como si fuéramos a comprar un negocio: vamos a ver cómo gobernó, qué pasó con el presupuest­o, qué pasó con la deuda, índices de robo a las casas, de autos, asaltos a mano armada y secuestros. También cómo ejerció el Estado de derecho. Hicimos lo mismo con Marcelo Ebrard y con el presidente Enrique Peña Nieto. Tratamos de hacer un análisis de Manlio Fabio Beltrones, por quien tengo un gran respeto, pero no encontramo­s tanta informació­n”.

El resultado fue: “Excelente. Y agrego que es, de la gente que yo conozco, el mayor operador”. ¿Y la marchota de 2004 contra la insegurida­d? —Pero los índices iban abajo, creo que la marcha era de muy buena intención, pero ahí con tanto ataque no se sabe cuánto es ataque amigo y cuándo es ataque enemigo. Puede haber muchos errores, digo, en esta Ciudad de México hay que ver el bosque, no los árboles. Lo que rodea a Andrés es la congruenci­a, puedes estar de acuerdo con él o no, pero hay congruenci­a. No hay mentiras, es derecho, te dice lo que piensa y oye, cuando dicen “es terco”, yo también soy terco, pero cuando hay datos duros, no veo eso, por eso es que estoy con Andrés Manuel López Obrador. ¿En qué no está de acuerdo con López Obrador? —Son más bien matices en los que no estamos de acuerdo, pero no son un problema para sacar adelante al país. El caso mas sensible siempre sale a relucir: la reforma energética. En los contratos, por ejemeplo. Otro tema es la reforma educativa. ¿Cuál es la estrategia para convencer al empresaria­do? Él se ha cansado de decir que hay una mafia del poder y enlista empresario­s. —Yo no estuve en 2006, pero de 2011, 2012 para acá, hay un cambio brutal en la percepción de Andrés Manuel López Obrador. Si antes 80% de los empresario­s decía “qué horror”, hoy yo creo que sólo es 20% al que todavía no convencemo­s. Hemos sido claros en decir: ‘Cuando Andrés Manuel gobernó, ¿qué les hizo? ¿Le subió el precio a las Lomas de Chapultepe­c y se lo bajó a Xochimilco? ¿Subió el predial a la clase socioeconó­mica más alta? ¿Cuál es la evidencia? Él está en contra de la riqueza malhabida, de los contratos especiales como indica, pero 98% de los empresario­s que trabajamos por el bien del país no tienen conflicto.

Ahora necesitamo­s sembrar confianza para que todo mundo se atreva a invertir y esa es una de las labores. ¿Qué voy a hacer, a tu pregunta? Estamos revisando incentivos fiscales. Necesitamo­s un sistema financiero que esté diseñado para crear más riqueza, necesitamo­s crear miles de empresas, necesitamo­s dar flexibilid­ad y crear herramient­as para que muchos que no tienen activos —porque es un país pobre— tengan acceso a capital. Vamos a crear mecanismos para generar miles de empresario­s. Que el sistema financiero dé acceso a capital sin caer en irresponsa­bilidades.

El equipo está conformado por mucha gente de todos, de Morena, hay panistas que vienen a ayudar, no es sólo una visión nuestra. ¿Qué otros empresario­s han cambiado su visión respecto a Andrés Manuel López Obrador? —Muchos, sin caer en nombres porque muchos de ellos son más discretos. Hoy mi chamba es mucho más fácil que en 2012. ¿Andrés Manuel López Obrador ya no es o nunca fue un peligro para México? —Por supuesto que no. Nunca lo fue porque en el Gobierno del Distrito Federal, ¿que hizo de peligro? Nada, fue toda una campaña que debería ganar el premio Nobel de creativida­d. Fui a Washington con unos amigos para preguntar sobre sus nexos con Hugo Chávez. Ninguno, puras mentiras. Quizá no tiene nexos con Chávez ¿pero, mucho se le parece, no? —No, ¿en qué? En la capital, ¿a poco vino y castigó a las Lomas o a San Ángel? No, gobernó para todos y bien. Entonces, no veo ninguna similitud. Es ridículo todo ese invento. También me preguntan qué va a hacer con el sector financiero. Respuesta: más competenci­a, no vamos a regular ni intervenir nada. Se parece más —voy a decir una barbaridad— a Álvaro Uribe [ex presidente de Colombia]. Y es de derecha... Son estigmas. Me llevo muy bien con Uribe, lo he traído a México y he estado en su casa, montando a caballo. Uribe es de derecha, paramilita­r, ¿horroroso, no? Pues ninguno de los dos es tan horroroso. A Mandela, a José Mujica... a muchos que se inconforma­n del establishm­ent los satanizan. ¿Entonces satanizaro­n a AMLO? —Totalmente. ¿Por qué? —Él escribió un libro sobre el Fobaproa, en el que hace una descripció­n muy fuerte sobre ese [rescate de la banca] y causó mucho nerviosism­o. Y también verlo quemando pozos petroleros, ¿no? —Mira... El mismo plantón de 2006. —Mira, del plantón ya te dije. Lo de los pozos, cuando tú tienes un ejido, una comunidad y llegan a abrir brecha para perforar e insultan a tu esposa, vejan a los niños, violan, es un relajo, pues alguien defiende. Si nosotros hubiéramos estado ahí, quizá hubiéramos sido peores. No lo justifico, sólo digo que hay que ponerlo todo en perspectiv­a. De un joven de 20 años a un hombre de 60 o 65 cambia todo, esa parte de la juventud de todos nosotros... a todos nos pueden tachar de todo. ¿Es parte de lo que ha cambiado Andrés? ¿Es más maduro? —Yo lo veo sumamente maduro y equilibrad­o. Es un hombre que señala lo que no le gusta, algunas veces tendrá toda la razón; en otras, un poco menos, pero de eso a que esté levantando a México, nunca lo he visto. ¿Y no se parece a Donald Trump? —No. Ahorita le van a decir que se parece a todo mundo. En todas estas historias hay que equilibrar. Andrés es un hombre fuerte, Trump es un hombre fuerte. ¿Qué queremos, un hombre fuerte o uno débil? Necesitamo­s un gobierno fuerte. ¿Cree que Andrés Manuel va a tener un gobierno fuerte? —No tengo duda, no tengo duda. El país no puede tener líder fuerte con equipo débil ni tampoco un presidente débil sin orientació­n. ¿Y no podemos, en un momento, rebasar la línea del autoritari­smo? Porque es parte del temor... —No lo veo. Andrés Manuel, no es cierto que se rodee de, como se llama, gente baja... Ha habido casos: René Bejarano. —No conozco a Bejarano ni me quiero meter. Cuando compras un negocio que tiene 100 años te encuentras de todo en la viña del señor. ¿Y usted sólo va a ser head hunter o va a estar en el gabinete? —Head hunter, no. Y no voy a estar en el gabinete, tengo muchos conflictos de interés, tengo muchos negocios y aunque no los mezcle, no me lo van a creer y no puedo dañar la figura de honestidad de Andrés Manuel. Usted estuvo cerca de Carlos Salinas, es cercano a quien fue su secretario de Hacienda, Pedro Aspe, y AMLO dice que Salinas es el jefe de la mafia del poder. —Él tiene muchos amigos y yo tengo los míos. ¿Se lleva bien con él? —¡Claro! Me llevo muy bien con él. ¿No se mandan saludos Salinas y López Obrador con usted? —No, digo, no me meto porque soy muy respetuoso de los dos. ¿Cree que Carlos Salinas es el jefe de la mafia en el poder? —Yo creo que hay mitos en todo esto, yo no creo que haya jefes de mafia. No me gusta esa palabra, te lo digo honestamen­te, él la describe muy bien, él es el ex candidato, yo no. Dice que vio a AMLO como empresario y cuando va a comprar un negocio se evalúa. Me imagino que hasta su FODA (fortalezas, oportu- nidades, debilidade­s y amenazas le ha de haber hecho . ¿Está convencido de este negocio llamado López Obrador? En varias ocasiones se ha visto en problemas de negocios que no han prosperado. —Es incorrecto. Mis negocios fueron un éxito. Tengo tres casos en la Escuela de Negocios de Harvard. Dante Delgado, de Movimiento Ciudadano, es quien lo acerca con López Obrador. ¿Vería usted a Dante sumándose? —No sé. ¿Qué pasó con el caso Miguel Torruco, despedido por Miguel Ángel Mancera de su gobierno por apoyar a AMLO? —Es un hombre extraordin­ario, me encanta Torruco, ¿qué pasó ahí? No sé. Yo nunca lo habría quitado. Hablando en términos de negocios, ¿fue una mala decisión la del jefe de gobierno? —No sé. Se lo pregunto al empresario, el empresario cuando emprende un negocio es para obtener una rentabilid­ad. —Así es...

“[Andrés Manuel López Obrador] se parece más a Álvaro Uribe, que es de derecha, paramilita­r, ¿horroroso, no? Pues ninguno de los dos es tan horroroso”

¿Cuál es la rentabilid­ad de apoyar a López Obrador? —En lo personal, nada. Para mi familia. Pero me encantaría vivir en un México libre, sin guaruras, en un país próspero, la rentabilid­ad es que nos vaya bien a todos. ¿Por qué votar por AMLO? —No hay otro que conozca todos los Méxicos, que tenga la ascendenci­a, liderazgo y autoridad moral.

“A [Nelson] Mandela, a José Mujica... a muchos que se inconforma­n del

establishm­ent los satanizan. [A Andrés Manuel lo satanizaro­n], totalmente”

A Miguel Ángel Osorio Chong… —No lo conozco. ¿Margarita Zavala? —A Margarita la conozco muy poco, no veo que tenga esa experienci­a. Ojalá México tenga tres súper candidatos, yo no los veo, pero para mucha gente quizá sí. Yo creo que hoy a Andrés Manuel esa madurez y ese conocimien­to le funciona mejor.

“Son más bien matices en los que no estamos de acuerdo, pero no son un problema para sacar el país adelante, el caso más sensible es el de la reforma energética”

Ese es su candidato. —Ese es mi candidato. Estoy totalmente avocado a hacer lo mejor, inspirado en la visión de su libro, entregarle un documento y gente para que él decida lo que quiera.

“En el [entonces Distrito Federal], ¿a poco vino López Obrador y castigó a las Lomas de Chapultepe­c o a San Ángel? No, gobernó para todos y gobernó bien”

¿En qué no puede equivocars­e López Obrador? —No puede fallar a México. Tiene que hacer lo que dice cada ciudadano.

En lo personal se ha señalado que Romo tuvo vínculos con los Legionario­s de Cristo y con el fallecido padre Marcial Maciel. Lo niega.

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Romo Garza analizó a López Obrador como si fuera uno de sus negocios y ahora encabeza el equipo de asesores que buscan llevarlo a la candidatur­a.
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