Blue Demon: la serie
Mientras el mercado de las series de televisión por cable es dominado ampliamente por Netflix, a veces, Blim, que no es su competencia ni mucho menos, da uno que otro chispazo como Blue Demon, inspirada en el que siempre –según El Enmascarado de Plata— fue el segundo crédito en el cine de luchadores. Ágil y divertida, con uno que otro error de manejo del lenguaje de la época (fines de los 40 y principios de los 50) y una grabadora portátil de pilas que porta un reportero en una entrevista y que en el momento que ocurre la acción no se habían inventado, la primera temporada convence en una versión libre del personaje que en la vida real se llamó Alejandro Muñoz Moreno.
La serie con sabroso tema musical protagonizada por Tenoch Huerta, Ana Brenda Contreras, Joaquín Cosío, Ianis Guerrero, Alejandro de Marino, Omar Ayala, Ana Layevska, Harding Junior, Andrés Almeida y un reparto extraconvincente, trata con un tono melodramático y socarrón sobre los inicios de El Demonio Azul que, en tierras regiomontanas nació como ídolo. La dirección es en relevos australianos: Carlos Algara y Alejandro Martínez (los creadores de la serie), junto con Javier del Solar. Armada modestamente aunque respaldada por Televisa y Sony, la serie adolece, sobre todo en los combates luchísticos, de lo que padeció en su momento álgido el cine de luchadores: poco público en las arenas, lo que le resta espectacularidad.
Hasta el momento he visto cinco capítulos de la segunda, que ahí va, y los errores de lenguaje de la época van en aumento, así como los de ambientación y eso que todavía Blue Demon no se enfrenta al Ala Dorada (que, presumiblemente en la historia es El Santo), además de que en cualquier momento puede aparecer el villano de Arnulfo Reyes Sánchez y, a lo mejor, otro cicatero inesperado: el junior del verdadero Blue Demon, que quiere luchar por sus “derecho$” humanos.