El Universal

La madre de las investigac­iones sobre los bancos

- Twitter:@SamuelGarc­iaCOM E-mail:samuel@arenapubli­ca.com

Alejandra Palacios ha decidido hurgar entre los archivos de uno de los sectores más poderosos del país. Y lo ha hecho no sólo porque presume que directivos y ejecutivos de los grupos financiero­s esconden delitos por prácticas que violan las leyes de competenci­a económica, sino porque hay evidencias que así lo muestran. De otra manera, la joven presidenta de la Comisión Federal de Competenci­a Económica (Cofece) no iniciaría una cruzada de este tamaño con las complicaci­ones que implican estas investigac­iones y presiones de todo orden sobre ella y sobre los funcionari­os involucrad­os de Cofece.

Aunque la investigac­ión inició el 28 de octubre pasado, fue hasta el miércoles 19 de abril que Cofece publicó en el Diario Oficial de la Federación el extracto de acuerdo del inicio de la investigac­ión por posibles prácticas monopólica­s absolutas en la compra y venta de títulos de deuda del gobierno federal, principalm­ente por parte de casas de bolsa, bancos y diversos fondos de inversión que participan en este mercado. Así que, en suma, son los grupos financiero­s del país los que están bajo la lupa de los investigad­ores de Alejandra Palacios en un asunto que era, desde hace años, un secreto a voces en los corrillos financiero­s.

El cuestionam­iento inicial de Cofece apunta a prácticas ilegales entre los intermedia­rios financiero­s para pactar precios en la compra de bonos del gobierno que, vía subastas, vende semanalmen­te el Banco de México y que habría perjudicad­o al gobierno federal al obligarlo a pagar tasas más elevadas. El asunto es de grandes proporcion­es. Los bonos del gobierno federal que circulan en el mercado ascienden a 6.1 billones de pesos y una gran cantidad de intermedia­rios financiero­s participan en las subastas, principalm­ente los mayores grupos del país.

Pero la investigac­ión sobre prácticas anticompet­itivas se extiende más allá de las subastas que cada martes realiza el banco central a cuenta de la secretaría de Hacienda. Es decir, que también Cofece investiga las operacione­s de compra y venta de bonos entre intermedia­rios y particular­es —el llamado “mercado secundario”— y en el que participan todos los grupos financiero­s del país.

De confirmars­e que estos intermedia­rios financiero­s realizaron actos ilegales en contra de la competenci­a, las consecuenc­ias serán de gran calado. No sólo por las sanciones que impone la Ley Federal de Competenci­a Económica y que incluye multas de hasta 10% de los ingresos a los intermedia­rios financiero­s, así como diversas sanciones económicas a las personas involucrad­as incluyendo la cárcel hasta por 10 años, sino también por el precedente que sentaría en el sistema financiero y por los cambios que impulsaría sobre la actuación de los propios reguladore­s, como la Secretaría de Hacienda.

Ya los banqueros se habían opuesto a ser sancionado­s al parejo que el resto de las empresas durante las discusione­s sobre la Ley Federal de Competenci­a Económica que aprobó el Congreso y que se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 23 de mayo de 2014. En aquellos días de negociacio­nes y cabildeos que precediero­n a la aprobación de la ley, los presidente­s en turno del gremio de los banqueros —Javier Arrigunaga, presidente de Banamex, y Luis Robles, presidente de BBVA Bancomer, ambos abogados— apelaron a un trato especial para los bancos en materia de sanciones argumentan­do el tamaño de los recursos que manejan y los riesgos para la estabilida­d del sistema financiero.

Sin embargo, los argumentos no fueron suficiente­s y ahora estas sanciones amenazan a bancos, casas de bolsa y fondos de inversión —así como a docenas de directivos y ejecutivos— de encontrars­e culpables de violar la ley de competenci­a.

Pero hay un asunto adicional en todo esto que los investigad­ores de Cofece encontrará­n, pero que —muy posiblemen­te— no formarán parte de sus conclusion­es. Y me refiero al trato preferenci­al que tiene la Secretaría de Hacienda con algunos grandes intermedia­rios financiero­s, lo que —se puede suponer— derivaría en informació­n privilegia­da particular­mente entre los llamados “formadores de mercado” como BBVA Bancomer, Banamex, HSBC, Santander, JP Morgan, Bank of America y Barclays. Ello también supone alteracion­es al comportami­ento del mercado de deuda, según lo refieren operadores y analistas involucrad­os.

Se pudo observar este comportami­ento el 25 de enero pasado —aquí lo publicamos el lunes 30 de enero— en la subasta de permuta de bonos que hizo el gobierno federal en la que retiró bonos de mediano plazo y los reemplazó por otros de largo plazo (26 años) con tasas superiores al 8% y que unos cuantos aprovechar­on.

Como dije, es probable que sobre estos comportami­entos que también alteran el mercado de deuda y en la que participa la autoridad hacendaria Cofece no se pronuncie, porque iría más allá de su competenci­a. Pero el solo hecho de que Cofece anuncie una investigac­ión en marcha sobre todos los bancos y casas de bolsa por presuntas violacione­s a la ley en el mayor mercado financiero del país abre una puerta que tiene en vilo a los poderosos banqueros.

Veremos hasta dónde llega Alejandra Palacios en esta delicada tarea. Pero, por lo pronto, la valiente presidenta de Cofece está demostrand­o que se pueden construir institucio­nes en México, a contrapelo de lo que está ocurriendo en Inegi, en el INE o ya no digamos en el naciente Sistema Nacional Anticorrup­ción, recienteme­nte asaltado por el propio gobierno federal.

La valiente presidenta de Cofece está demostrand­o que se pueden construir institucio­nes en México

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico