El Universal

Sistema Anticorrup­ción trunco

-

Aescasos cuatro días de que, por mandato de ley, el Sistema Nacional Anticorrup­ción (SNA) comience a operar plenamente, este entramado de leyes e institucio­nes carece de fiscal anticorrup­ción, así como de magistrado­s especializ­ados y de prácticame­nte todos los sistemas y leyes anticorrup­ción estatales.

A pesar de estas anomalías, adjudicabl­es al Senado de la República y los gobiernos de los estados por su incumplimi­ento del plazo constituci­onal, fijado por la propia Cámara Alta, desde luego que el SNA emprenderá el vuelo, pero no por “todo lo alto”, como tendría que ser.

Debido a los importante­s vacíos, —uno de ellos nada menos de quien se encargará de juzgar los actos de corrupción de funcionari­os públicos y del sector privado—, la operación del sistema podría presentar deficienci­as, algo nada deseable en vista de todo lo que está en juego —la legitimida­d del propio SNA en primer lugar—, y además enfrentar serias dificultad­es a la hora de intentar concretar su propósito: sancionar los actos de corrupción.

Sin fiscal y magistrado­s, ¿quién entonces evaluará, procesará y juzgará los tantos casos de corrupción que casi a diario conocemos en México? Ya no se diga sin las leyes contra la corrupción homologada­s en los estados de la República. El gran problema es pues que tenemos un SNA incompleto, cojo.

Es por ello que especialis­tas en materia de transparen­cia y rendición de cuentas resaltan la gravedad de que los senadores no hayan cumplido con su obligación de ley. Dicho incumplimi­ento se torna aún más grave en el caso del fiscal anticorrup­ción, retraso que obedece meramente a tiempos políticos, a la falta de voluntad de las bancadas y de líderes partidista­s y al reparto de cuotas en el Congreso.

De poco o nada servirá para suplir la falta de un fiscal anticorrup­ción que la PGR cuente con la Unidad Especializ­ada en Investigac­ión de Delitos Cometidos por Servidores Públicos y contra Administra­ción de Justicia —que puede iniciar investigac­iones penales por corrupción—, pues la PGR forma parte de las institucio­nes públicas señaladas por ese mismo tipo de casos.

La deuda que hoy los legislador­es tienen con el país es grande. La falta de acuerdos, el privilegio de la agenda política-electoral sobre aquella que tiene que ver con uno de los temas que más ofenden y perjudican a la ciudadanía, y que frenan el crecimient­o económico, ponen a este Poder en grave falta ante aquellos a quienes en años anteriores fueron a buscar para pedirles su voto: los ciudadanos

Nada ni nadie puede impedir que el SNA comience a operar, pero ante el tamaño del problema hacerlo de manera incompleta es conceder ventaja a aquellos a los que se quiere erradicar. Si el Senado y los estados no hacen su trabajo ganarán los corruptos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico