Cárcel de ensueño para Duarte
Sin sobrepoblación y pocos custodios. Le suspenden 2 órdenes de aprehensión
El Centro Federal de Rehabilitación Psicosocial (Ceferepsi), la opción del Ministerio Público para que el ex gobernador de Veracruz Javier Duarte enfrente el proceso por los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita, es de los pocos que no tiene sobrepoblación y, por sus instalaciones, es considerado por la CNDH como el quinto mejor en el país.
La calificación es a pesar de que reportó la insuficiencia de personal de seguridad y custodia. Ubicado en Ayala, Morelos, es el único centro especializado para internos que padecen desórdenes mentales, aunque sólo ocurre con 67 de los 329 reos.
La defensa de Duarte consideró oportuno que se envíe al ex mandatario a este penal por seguridad.
En las evaluaciones de la Secretaría de Gobernación, el penal es descrito con áreas para visita familiar, escuela, zonas deportivas y recreativas, talleres y locutorios. Ahí Duarte podría seguir el tratamiento por depresión, ansiedad, hipertensión arterial sistémica e hígado graso que padece.
Una juez federal ordenó suspender, por ahora, dos órdenes de aprehensión emitidas por un juez del fuero común en Veracruz contra Duarte.
Situado en la zona oriente del estado, el Centro Federal de Rehabilitación Psicosocial (Ceferepsi) alberga a personalidades como el ex gobernador de Quintana Roo Mario Villanueva Madrid y Guillermo Padrés Dagnino, hijo del ex gobernador de Sonora, Guillermo Padrés Elías.
Ese penal federal es el que el Ministerio Público mencionó como una posible opción para que el ex gobernador de Veracruz Javier Duarte sea trasladado si se le vincula a proceso, acusado por los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
El equipo de la defensa del ex gobernador escuchó la petición durante la audiencia, lo que consideró oportuno como un tema de seguridad para Duarte.
El Ceferepsi es el único penal en el país con internos que padecen desórdenes mentales. Fue proyectado en noviembre de 1994, pero lo pusieron en marcha en noviembre de 1996. Fue planeado para alojar a 460 internos, aunque no todos tienen problemas de salud mental.
Se localiza en el kilómetro 115 de la carretera México-Oaxaca, en el municipio de Ayala, Morelos, oriente del estado, y tiene una extensión aproximada de 102 mil metros cuadrados. Sobre unos 20 mil se cimienta la estructura carcelaria, el resto es utilizado para áreas de apoyo como garita de revisión, zonas de seguridad y estacionamientos.
La Secretaría de Gobernación ha divulgado que este centro tiene siete módulos, un edificio de ingreso, áreas para visita familiar, escuela, zonas deportivas y recreativas, talleres y locutorios.
También cuenta con servicios médicos y de hospitalización de tercer nivel, área de rehabilitación, edificio de gobierno y las instalaciones electromecánicas, hidráulicas y térmicas necesarias para proporcionar todos los servicios generales.
Su vigilancia es, afirma la Segob, constante y efectiva, porque cuenta con sistemas y equipos electromecánicos y electrónicos, como circuito cerrado de televisión, radiocomunicación, control de accesos, alarmas, detectores de metal, drogas y explosivos, telefonía, voz y datos.
Este centro fue considerado en el informe 9/2016 del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura sobre los Centros Federales de Readaptación Social y de Rehabilitación Psicosocial en el que se indican varias irregularidades para el tratamiento a los internos.
En la clasificación del Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2016, que realizó la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), el Ceferepsi ocupó el quinto sitio, sólo por debajo de los centros de Islas Marías que ocupan los cuatro primeros lugares.
Su calificación fue de 7.65, superando la media que fue de 7.21. Además, no padece sobrepoblación, pues alberga a 288 internos de 460 lugares.
Entre las observaciones que hizo el organismo, reportó la insuficiencia de personal de seguridad y custodia; deficiencias en la imposición de las sanciones disciplinarias; deterioro en instalaciones de ingresos, dormitorios y área médica, y recomendó poner atención en las actividades laborales, educativas y de capacitación para los internos.
El diagnóstico resalta la supervisión del funcionamiento del centro, que cuenta con una normatividad para regir el penal (reglamento, manuales de procedimientos y difusión de los mismos); ausencia de actividades ilícitas y capacitación penitenciaria.
El informe de la CNDH indica que el Sistema Penitenciario Nacional registró, a octubre de 2015, cuatro mil 476 internos con padecimientos mentales en los centros penitenciarios del país, de los cuales mil 54 fueron declarados inimputables y 3 mil 422 con discapacidad sicosocial.
“Por lo que hace al gobierno federal, —refiere la CNDH— se cuenta con una institución especializada para este tipo de usuarios, denominada Centro Federal de Rehabilitación Psicosocial, con capacidad instalada de 450 espacios que, a octubre de 2015, registró un total de 329 internos, de los cuales sólo 67 presentan alguna discapacidad sicosocial o han sido declarados inimputables, atendiendo también actualmente a internos con otros problemas de salud.”
De acuerdo con el reporte, el Centro Federal de Rehabilitación Psicosocial, ubicado en el municipio de Ayala, Morelos, el personal de seguridad y custodia adscrito es insuficiente para cubrir las necesidades de los establecimientos. En ese sentido, el principio 20, párrafo quinto, de los Principios y Buenas Prácticas sobre la Protección de las Personas Privadas de Libertad en las Américas, adoptados por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, recomienda que los lugares de privación de la libertad dispongan de personal calificado y suficiente para garantizar la seguridad, vigilancia y custodia.
Por lo anterior, el documento firmado por el ómbudsman nacional, Luis Raúl González Pérez, pide a la dependencia federal que “realice las gestiones conducentes para que, previa evaluación de las necesidades en materia de seguridad en los Ceferesos referidos en este apartado, se determine y, de ser el caso, se asigne el número de elementos de seguridad suficiente para su correcto funcionamiento”.
En el informe se asienta que los internos señalaron que regularmente los alimentos son insuficientes; la autoridad en el Ceferepsi refirió que el personal técnico es insuficiente para satisfacer las necesidades de la población interna, y que existen tres aparatos telefónicos para una población de 284 internos, lo cual resulta insuficiente.