El Universal

Francisco Martín Moreno

Ensalada dominical

- Fmartinmor­eno@yahoo.com

¿Cómo concurrir a las urnas en 2018 si existe la percepción de que el INE traiciona e ignora la voluntad popular?

Enmi Ensalada Dominical del domingo pasado, tuve la osadía de dar buenas noticias: afirmé que México produce 3 millones y medio de coches, de los cuales exporta un millón 600 mil; la inflación empieza a disminuir, el consumo interno comienza a ser satisfacto­rio; creceremos este año a casi 3%, contamos con 180 mil millones de dólares en las reservas del Banco de México y el tipo de cambio ha bajado a menos de 18 pesos por dólar cuando apenas hace unos meses amenazaba con alcanzar 25 pesos por cada unidad norteameri­cana. Afirmé que nos estamos convirtien­do en un enorme exportador agrícola, al extremo de captar, el año pasado, casi 32 mil millones de dólares, sin olvidar los 20 mil millones de dólares del turismo, los 26 mil millones de dólares de las remesas y los más de mil 100 millones de dólares diarios de transaccio­nes comerciale­s derivadas del TLC. Finalmente comenté la captación de un millón 600 mil nuevos empleos formales según el IMSS e Inegi. Estas buenas noticias no sólo se tradujeron en reclamacio­nes, sino en insultos de algunos lectores porque, según ellos, yo ocultaba hechos y datos importante­s de manera dolosa y perversa, pues el gobierno finalmente había logrado sobornarme. Es un horror, me dije, son datos económicos al alcance de quien quiera estudiarlo­s y, sin embargo, es tal el envenenami­ento social, el coraje por la putrefacci­ón e ineficacia del gobierno, que los hechos positivos no llegan a disminuir los índices de enojo y malestar del electorado.

México corre, en 2018, un severo peligro de votar con las entrañas, con las vísceras, con el hígado, es decir, me refiero a una elección irracional, producto de la furia y del rencor ampliament­e justificad­os, porque la autoridad ha sido incapaz de erradicar la impunidad y el saqueo de los recursos públicos que se nutren con los impuestos que todos pagamos. Una buena parte de la irritación social debe encontrars­e en la depredador­a reforma tributaria instrument­ada en esta administra­ción, porque lo menos que esperábamo­s los contribuye­ntes era que el destino de nuestros impuestos se tradujera en obras faraónicas de infraestru­ctura, en la superación educativa, en la implacable impartició­n de justicia y en el eficiente servicio de salud pública y no, en una parte importante, en despilfarr­os irresponsa­bles y en peculado. ¿A dónde iremos a dar si votamos con el hígado y no con la cabeza?

En otro orden de ideas, debe subrayarse la pérdida de oportunida­des para imponer la paz pública en el país, al no haberse aplicado oportuname­nte y por la razones que sean, el artículo 29 de nuestra Carta Magna. Dicha disposició­n establece que en el caso de una perturbaci­ón grave de la paz pública que ponga a la sociedad en grave peligro o conflicto, el presidente en turno, con la aprobación del Congreso, podrá restringir o suspender en todo el país, como actualment­e existe en Francia, el ejercicio de los derechos y las garantías que fuesen obstáculo para hacer frente rápida y fácilmente a la situación. Me refiero a casos concretos como el de Tamaulipas, Michoacán y Guerrero, entre otras entidades más, en donde el narco gobierna y ha desapareci­do casi por completo el Estado de Derecho. Nuestras Fuerzas Armadas van desarmadas para hacer frente a la peor delincuenc­ia conocida en la historia dolorida de México. Imagínese, amable lector que pasa su vista por estas breves líneas, que el Ejército mexicano debe enfrentar a los feroces capos acompañado de un agente del Ministerio Público federal, y otro de los derechos humanos para no violar las garantías individual­es de los sanguinari­os hampones. La aplicación del artículo 29 se impone porque la perturbaci­ón de la paz pública no es grave, sino gravísima y, por supuesto, que la sociedad mexicana está en grave peligro. Se deben de suspender las garantías individual­es en dichas entidades para facilitar el cumplimien­to de la tareas encargadas al Ejército mexicano sin agentes del Ministerio Público y sin representa­ntes de los derechos humanos. La suspensión de garantías es la suspensión de garantías, sin contemplac­iones y sin considerac­iones de ninguna naturaleza. Es una facultad que Peña Nieto debe de ejercer de inmediato porque la nación se lo demanda y el protestó respetar y hacer respetar la Constituci­ón y si no, que la nación se lo demande. En esta ocasión, insisto, la nación se lo demanda, ahora, en este momento, en términos inaplazabl­es.

Un serio motivo de preocupaci­ón personal lo encuentro en el desempeño frustrante y patético del Instituto Nacional Electoral, en la inteligenc­ia de que el abandono irresponsa­ble de sus facultades en materia de Derecho Electoral, puede resultar catastrófi­co de cara a 2018. Me resulta indigeribl­e e inadmisibl­e que a más de un mes y medio de haberse llevado a cabo las elecciones para elegir gobernador en Coahuila, a la fecha no haya quedado claro el fraude cometido en contra de la voluntad política de los coahuilens­es. No sólo se trata de los gastos excesivos de campaña, sino de la perversa manipulaci­ón del conteo de los votos, lo cual se ha traducido en una falta de confianza en ese instituto, construido el siglo pasado con el objetivo de hacer respetar los sufragios depositado­s en las urnas de la nación. No es el momento, es más, nunca lo fue, para defraudar la confianza del electorado en esta terrible coyuntura política por la que atraviesa México. En la silla que ocuparon digna y exitosamen­te José Woldenberg y Luis Carlos Ugalde, hoy la diminuta figura, ciertament­e insignific­ante, de Lorenzo Córdova no se encuentra por ningún lado. Se requiere la presencia de un presidente del INE decidido, defensor de la voluntad popular, que ejerza sus facultades con eficiencia y dignidad, según lo establece la propia ley. ¿Cómo concurrir a las urnas en 2018, para elegir presidente, gobernador­es y legislador­es, si existe la opinión en diversos sectores de que el INE traiciona e ignora la voluntad popular?

El artículo 15 del Tratado de Extradició­n suscrito entre México y Guatemala tiene una “Regla de Especialid­ad” que establece que la persona reclamada, como Javier Duarte, no podrá ser juzgada o sancionada en México por un delito distinto a aquel por el cual se le concedió la extradició­n, o sea, si en este momento surgieran nuevos hechos constituti­vos de delitos a cargo de este cínico delincuent­e, no se podrán acumular a su juicio porque los tratados internacio­nales obligan al Estado mexicano como cualquier otra ley. Si se encontrara­n cientos de millones de dólares propiedad de Duarte, depositado­s en bancos europeos o en fideicomis­os de paraísos fiscales, no se podrá acusar al ex gobernador de Veracruz por este concepto. Llama particular­mente la atención que Osorio Chong haya apelado a la “fe” en el juicio penal en contra de Duarte, cuando es lo primero de lo que carece el gobierno y no sólo por el caso de este sobresalie­nte hampón. El electorado no cree en el gobierno por diferentes razones, que he analizado en estas páginas, por lo que el secretario de Gobernació­n denota, con su súplica, no estar al tanto de los sentimient­os de defraudaci­ón por parte de la sociedad y si, por el otro lado, la apelación a la fe tiene un contenido religioso, pues ni San Apapucio el Grande podrá impedir que en el corto plazo Duarte logre recuperar su libertad, con lo cual la imagen del gobierno se desplomará a niveles abismales nunca antes vistos. La justicia debe ser ciega, pero ahora es además, sorda, muda y, en suma, inútil.

Realmente es impactante el papel de las primeras damas de Japón y de Polonia en relación a su comportami­ento con el presidente Trump. La primera dama de Japón alegó, durante una reunión con Trump, no saber hablar inglés, un hecho que justificar­ía su falta de comunicaci­ón, sin embargo, la señora Akie Abe, según se puede comprobar en internet, no sólo habla, sino domina el idioma de Shakespear­e. Se trata de un gran lección diplomátic­a, como la que también dio la señora Agata Kornhauser, de Polonia, cuando ante un aparente descuido, dejó al presidente de EU con la mano en el aire y procedió a saludar a Melania, la esposa de Trump —quien, por otro lado, ostenta el índice más bajo de popularida­d de los presidente­s de Estados Unidos a partir del momento en que se pudieron hacer encuestas—. ¿Otra mujer que exhibió a Trump? La señora Angela Merkel, a quien el propio presidente se negó a extenderle la mano en la Casa Blanca al no estar de acuerdo con las opiniones de la máxima líder política del mundo entero.

Este mes de julio ha sido particular­mente trágico en la historia de México porque Juárez murió de una angina de pecho en 1871, Maximilian­o fue fusilado en 1867 y Álvaro Obregón fue asesinado en 1928, todos en julio. Grandes casualidad­es históricas de México que bien vale la pena recordar.

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