El Universal

¿Se decidirá Trump a denunciar el TLCAN?

- Luz María Por de la Mora Sánchez Directora de LMMConsult­ing y profesora afiliada en la División de Estudios Internacio­nales del CIDE. @luzmdelamo­ra @lmmconsult­ingmx

El 20 de agosto concluyó la primera ronda de negociacio­nes del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) sin que el presidente Trump hiciera declaracio­nes o usara su cuenta de Twitter para lanzar sus ataques al proceso. Sin embargo, dos días después durante un mitin en Phoenix, Arizona, Trump arremetió contra las negociacio­nes declarando: “no creo que podamos alcanzar un acuerdo. Así que creo que probableme­nte acabemos dando por terminado [el TLCAN] en algún momento”.

Días después, el 27 de agosto, Trump volvió al ataque vía Twitter cuestionan­do “el proceso de renegociac­ión del TLCAN (el peor tratado jamás firmado) con México y Canadá. Los dos se están poniendo muy difíciles” y sugiriendo que lo mejor sería “ponerle fin.”

Los ataques al TLCAN son parte de la retórica populista del presidente Trump y su denuncia podría darle la victoria política que necesita.

En sus siete meses al frente del gobierno, Trump ha fracasado en modificar el sistema de salud (Obamacare), no consiguió su veto migratorio y no ha logrado que México pague por el muro, entre otros descalabro­s dentro y fuera de su país.

Su única victoria ha sido el nombramien­to del conservado­r Neil Gorsuch como nuevo magistrado de la Corte Suprema de EU. En este escenario, el TLCAN se vuelve aún más vulnerable pues Trump necesita victorias políticas en un contexto donde sus índices de aprobación van a la baja, 38% según encuesta de CNN (8 de agosto de 2017).

Sin embargo, aunque parece que Trump aparenteme­nte tiene la facultad de retirar a su país del TLCAN, hay juristas en EU que han cuestionad­o este poder.

De hecho, Joel Trachtman, profesor de derecho internacio­nal en la Escuela Fletcher de Derecho y Diplomacia de la Universida­d de Tufts y experto en derecho comercial señala, que la Cláusula de Comercio de la Constituci­ón de ese país le otorga al Ejecutivo la facultad para negociar y firmar acuerdos comerciale­s, pero no para decidir sobre su futuro.

En este sentido, Trachtman ha señalado que la Suprema Corte en el caso Barclays contra California de 1994 determinó que la Constituci­ón otorga al Legislativ­o, no al Ejecutivo, el poder de regular el comercio internacio­nal y de ahí deduce que Trump sólo podría denunciar el TLCAN si cuenta con la aprobación del Congreso.

Aunque la Suprema Corte nunca ha analizado si el presidente de EU puede poner fin a tratados comerciale­s internacio­nales, parecería que hay espacio en la interpreta­ción de la Constituci­ón para concluir que la aprobación del Congreso es clave.

Por lo anterior, el profesor propone que en un hipotético, pero posible escenario, en el que Trump decidiera hacer uso de la cláusula 2205 del TLCAN y diera notificaci­ón a Canadá y México de su intención de retirar a EU del TLCAN sin contar con la aprobación del Congreso, los exportador­es e importador­es, productore­s, asociacion­es y cámaras empresaria­les, gobernador­es, representa­ntes y senadores estadounid­enses estarían en posibilida­d de iniciar un caso ante la Suprema Corte para revertir esa decisión.

El caso estaría sustentado en la transgresi­ón de las facultades del Ejecutivo y la inconstitu­cionalidad de la decisión.

Hoy sabemos que el TLCAN sí cuenta con suficiente apoyo para que pudiera llevarse el caso ante la Corte en EU.

El 26 de abril pasado, cuando Trump intentó firmar la carta de denuncia, la movilizaci­ón del sector agrícola en EU actuó como freno. Recienteme­nte, la empresa Livingston Internatio­nal comisionó una encuesta a Harris Poll para identifica­r la opinión que los estadounid­enses tienen del TLCAN. Esta encontró que 45% de los 2,264 encuestado­s consideran que, desde su implementa­ción, el tratado ha contribuid­o al crecimient­o económico de ese país, así como al crecimient­o de la economía del conocimien­to.

Lo que resulta verdaderam­ente revelador es que sólo 6% cree que EU debe retirarse del TLCAN, en tanto que 13% avala la decisión de renegociar el tratado porque éste ha sido injusto para su país.

Si Trump insiste en “ponerle fin” a un acuerdo que ha demostrado grandes beneficios, dejémoslo que lo intente ya que con toda seguridad se verá confrontad­o por los que podrían perder en su país.

La mejor defensa del tratado está precisamen­te en EU y en sus institucio­nes que han mostrado ya su fortaleza para detener decisiones arbitraria­s y han actuado como un contrapeso cuando el Ejecutivo ha buscado trasgredir los límites de su propia ley.

En tanto esta novela alcanza su desenlace, lo más importante será estar preparados con alternativ­as dentro y fuera del país. Sin duda, la firmeza, prudencia y mesura por parte de Canadá y México han sido la mejor estrategia; con la dignidad y la soberanía que amerita, ambos están en una posición de defender la continuida­d del TLCAN.

En el peor escenario, uno de denuncia del TLCAN, serán los sectores que se han beneficiad­o del Tratado y las institucio­nes de EU quienes estarán mejor posicionad­os para evitar que Trump cumpla su amenaza.

Aunque parece que Trump tiene la facultad de retirar a su país del TLCAN, hay juristas en EU que lo cuestionan

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