GP de México
Fórmula 1 con precisión de reloj suizo
El máximo evento del automovilismo debuta en el Salón Internacional Alta Relojería. “Es una relación cercana”, afirman directivos de la carrera
ste año el Gran Premio de México de Fórmula 1 arrancará motores en el Salón Internacional Alta Relojería (SIAR). La prima donna del automovilismo deportivo y objeto de deseo entre las compañías de todos los segmentos por su poder emocional y de convocatoria, ha decidido aliarse con el evento regional más importante en la industria de los guardatiempos.
Desde hace 11 años, el SIAR reúne a las marcas más importantes del sector relojero tanto con clientes directos y coleccionistas como con joyeros y distribuidores nacionales y de América Latina.
“La relación entre la Fórmula 1 y el Salón Internacional Alta Relojería es obvia y cercana, realizar todas las complicaciones de un reloj requiere de la misma exquisitez y tecnología de precisión absoluta que se necesita para desarrollar una pieza de ingeniería como un coche de Fórmula 1”, asegura en entrevista Federico González Compeán, director general del Gran Premio de México y de la División Internacional de Corporación Interamericana de Entretenimiento (CIE).
“Todo tiene que ver con la medición del tiempo, de cronometrar las milésimas de segundo, de quién va más rápido y más lento”, añade el directivo. “A eso se ha sumado la parte del lujo, de la afinidad de las marcas de relojes con las escuderías”.
Ocho casas relojeras se alinearon en la parrilla de salida de la temporada 2017 del Gran
Circo como patrocinadoras de escuderías (ver la tabla).
Todas tienen ediciones especiales dedicadas a los equipos o sus pilotos, que en muchos casos se convierten en embajadores de las firmas y participan en campañas globales o eventos y promociones en las distintas sedes donde se realizan las carreras.
Además, desde 2013 Rolex es cronometrador oficial y reloj oficial de la Fórmula 1. TAG Heuer comparte esos papeles en el Gran Premio de Mónaco.
Sin embargo, la simbiosis entre ambos mundos tomó vuelo en la década de 1960, cuando la Fórmula 1 era cada vez más popular y sus escuderías se transformaban en un escaparate para las marcas.
Heuer, antecesora de TAG Heuer, descubrió ese potencial y se convirtió en la primera empresa de la industria cuyo nombre aparecía en el traje de un piloto, el suizo Jo Siffert, quien inspiró el personaje interpretado por Steve McQueen en la película Le Mans (1971).
Desde entonces la relación se ha turbocargado no sólo con los patrocinios a los equipos y a las leyendas de las pistas, como Ayrton Senna, Michael Schumacher y Lewis Hamilton, sino con un intercambio de tecnología que es evidente en la fabricación de guardatiempos con materiales más resistentes y ligeros utilizados en los bólidos de Fórmula 1.
En los años 90 el propio Schumacher, siete veces campeón mundial, volvió a poner de moda a los pilotos como símbolos de credibilidad al convertirse en embajador de Omega. A principios del siglo XXI fue el colombiano Juan Pablo Montoya quien tomó la estafeta al ser fichado por Audemars Piguet. El brasileño Felipe Massa también tuvo un papel importante debido a su relación estrecha con Richard Mille.
En 2017 la dupla relojería-Fórmula 1 alcanzó nuevos horizontes con el Techframe Ferrari 70 Years Tourbillon Chronograph. Es la primera vez que el equipo de diseño y desarrollo tecnológico de una firma de superautos contribuye tan activamente en la creación de un guardatiempo. Flavio Manzoni, director creativo de Ferrari, encabezó esta labor en la que participaron expertos en la elaboración de los vehículos del Cavallino Rampante.
Todo este historial acompaña a la nueva colaboración en tierra mexicana durante el Salón Internacional Alta Relojería, que se realizará del 17 al 19 de octubre en el hotel St. Regis de la capital.
“Estar ahí durante esos días es una gran oportunidad para acercarnos a los clientes”, afirma Diego Pérez Palacios, director comercial del Gran Premio de México.
“Hace mucho sentido ver un reloj y luego ver el auto de Fórmula 1 que llevaremos. Es una colaboración que nos ayudará mucho a ambos mercados”, considera.
Los asistentes al salón internacional tendrán acceso a ventas especiales para paddocks y promociones para la carrera, que se llevará a cabo del 27 al 29 de octubre en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
En los dos años desde que esta competencia regresó al país, el Gran Premio de México ha sido elegido como el Mejor Evento de la Fórmula 1 en el mundo.
González Compeán, un personaje clave en la profesionalización de los espectáculos masivos en territorio nacional, cuenta que en 2015 existían dudas sobre cuál sería el resultado de realizar el evento automovilístico.
“El primer año la pista y la organización se hicieron a marchas forzadas y no se sabía si íbamos a tener un Gran Premio de excelencia”, menciona. “Creo que al final eso ayudó, porque la imagen fue espectacular y todo salió con la precisión de un reloj suizo”, añade.
“La calidez del público mexicano impactó y los tuits de Bernie Ecclestone [ex presidente de la Fórmula 1], Nico Rosberg o Lewis Hamilton reflejaban una pasión impresionante. Ha sido una mezcla de todo. No somos los únicos responsables del éxito, pero contribuimos con nuestra experiencia de 25 años organizando eventos”, expresa González Compeán.
Una gran sala de juntas
El crecimiento del evento es tangible: en 2016 dejó una derrama de 12 mil 80 millones de pesos, unos 160 millones más que en 2015.
El año pasado la asistencia durante los tres días fue de 340 mil personas, solamente detrás del Gran Premio de Gran Bretaña.
Asimismo, el prestigio de la Fórmula 1 y su buen desempeño en México sirven como un imán que cada año atrae a más firmas interesadas en participar con activaciones.
Esto forma parte de una evolución del sector. “CIE es una empresa de entretenimiento, pero también un vehículo para que las marcas se conecten con su público, sin importar si es grande o pequeño, pero sí abarcando todas las afinidades”, explica González Compeán.
“Empezamos con cinco o seis patrocinadores locales con los que firmamos un convenio por cinco años”, añade Pérez Palacios.
“El primer año había como un temor de si se iría a hacer bien, porque era algo muy grande, pero ahora las marcas se han acercado cada vez más”, afirma.
El director comercial destaca que el Gran Premioofreceunavariedadtanampliadeproductos que permite diseñar experiencias tanto para el sector de marcas de lujo como para otros niveles de mercado.
“Al final es un gran evento de relaciones públicas, una experiencia única. Hay quienes a la zona verde la llaman una gran sala de juntas”, asevera Pérez Palacios.
“Parte del éxito es que hemos desarrollado y seguimos pensando en productos corporativos y en experiencias que podamos ofrecer para que no sólo sea ir a ver una carrera, sino algo que involucre muchas más cosas, algo cuidado desde que adquieres el boleto hasta que llegas al autódromo”.
Como patrocinadores tienen “a las empresas más grandes de cada sector o que juegan un papel muy importante”, como CitiBanamex, Telcel, Hidrosina, Santander y CDMX.
“Es un evento que en tres días reúne a todos tus segmentos de mercado y puedes interactuar con ellos uno a uno”, enfatiza.
“Eso les conviene a las marcas en términos de marketing. Y las redes sociales también son muy importantes, porque se genera mucha retroalimentación”, dice Pérez Palacios.
González Compeán compara lo que ocurre actualmente en la Fórmula 1 con lo que él vivió cuando era joven.
Entre risas, recuerda que él iba a conciertos en los que lo importante era vestir con tenis y pantalón de mezclilla “porque había que correr en cualquier momento”.
“No estabas seguro de si ibas a entrar aunque tuvieras boleto, si ibas a tener lugar, si el grupo era el que te habían prometido o si iba a comenzar a tiempo”, dice.
“El primer concierto que hicimos como grupo Ocesa garantizamos tres cosas: tienes tu lugar, va a tocar el grupo que anunciamos y empieza a la hora que te dijimos. Con eso generamos confianza y certeza”.
Estrategia
Las prioridades de González Compeán y su equipo son ahora mucho más sofisticadas.
Este año aprovecharán que el viernes 27 de octubre no hay clases en las escuelas primarias para integrar actividades en las que los niños acompañen a sus padres.
“Con eso generaremos una base más amplia del deporte motor, porque después de 23 años [de ausencia] hay generaciones que no han visto la Fórmula 1”, expresa.
Otro objetivo es atraer a más visitantes extranjeros y ayudar a crear una mejor imagen del país en el exterior.
“No podemos decir que ya triunfamos, pero sí que vamos por buen camino. Trabajamos para cada día tener más extranjeros, que la imagen de nuestro país hacia fuera sea mejor, que se demuestre que sabemos hacer las cosas con calidad y profesionalismo”, concluye.
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