CRIMEN Y CASTIGO
En esta esquina... El Santo. Y en la otra... Pelayo
Esta semana, el director de la Cineteca
Nacional, Alejandro Pelayo, se subió al ring en las redes sociales. En una entrevista para una publicación web, el funcionario declaró que las películas de El Santo son de mala calidad, tan malas y kitsch que pues, según él, ese tipo de cine y personajes populares de plano no tienen cabida en el recinto que dirige. Sus palabras prendieron la mecha. En redes sociales, publicaciones y en el medio cinematográ- fico se generó una ola de comentarios, tanto de los que defienden las películas del Enmascarado de Plata como de los que coinciden en que técnicamente no son buenas. La cosa se puso tan color de hormiga que la Cineteca Nacional tuvo que salir a decir que todos los comentarios de su director habían sido a título personal y que de ninguna manera reflejaba “las políticas de programación del recinto de Xoco”, que ahí no se toman decisiones unilaterales, que para eso hay un equipo de Programación que, dijeron, en ningún momento recibió alguna propuesta oficial para exhibir la filmografía de El Santo. Es verdad que el cine de El Santo es lo más sublime de la cinematrografía mexicana, pero ¿no tendrían que ser precisamente ese equipo de expertos en cine nacional los que deberían reflexionar sobre por qué se ha convertido en una referencia de la cultura popular mexicana? ¿No les pareció pertinente hacer alguna actividad al respecto? ¿De plano tan exquisitos? Ok, quizá no es para hacer un gran homenaje nacional pero sí alguna actividad académica. Al final, después de unos cuantos rounds, parece que Pelayo tendrá que apechugar, pues ya cineastas y promotores del cine popular dijeron que el funcionario abrió el recinto para sumarse a las reflexiones sobre el cine de El Santo. Alejandro Pelayo.