Elige la batería adecuada
Cada auto merece una batería que vaya de acuerdo a sus necesidades y aquí te explicamos cómo elegirla.
Al igual que las llantas, la baterías tienen que ser específicamente hechas para tu vehículo. En este sentido, debes considerar el ambiente donde circula, en aras de tener un suministro eléctrico óptimo para los sistemas de tu auto, por supuesto, una arrancada eficiente. Aunque parezca insignificante, debes poner mucha atención al momento de reemplazar este elemento, pues puedes caer en el error de que sea muy chica, grande o también que no tenga la suficiente capacidad para dotar de energía a los sistemas del coche.
Para comprar una batería debes considerar tres factores claves: el grupo, arranque en frío y capacidad de reserva. El primero hace referencia a las dimensiones de la batería y la configuración de las terminales. Cada fabricante asigna un grupo a sus modelos para que, en el compartimiento, quepa perfectamente entre los postes y terminales. Si compramos una batería del grupo incorrecto, aunque sea de las capacidades que necesita nuestro auto, puede resultar que no tenga las proporciones adecuadas y consecuentemente, sea inservible.
El segundo punto a considerar es la capacidad de arranque en frío, sobre todo si estás en lugares con clima muy frío. Recuerda que ante menor temperatura, el voltaje de la batería disminuye, lo cual, privará al motor de poder trabajar si éste no es el ideal. Normalmente, una buena batería tiene una capacidad de arrancar el auto en un clima con temperaturas de hasta menos de 18 grados centígrados con un voltaje superior a 7.2 volts, suficiente para encender el vehículo sin problema en un lugar frígido.
Por último, está la capacidad de reserva pues aunque no interfiere en el funcionamiento del auto, puede salvarte de una falla en el sistema eléctrico del auto, ya que entre más alta sea, hay más posibilidades de que siga funcionando si el sistema no es capaz de sostener las necesidades
eléctricas del vehículo. Lo ideal es que la batería que vayas a comprar tenga esta reserva en alrededor de mínimo 100 minutos.
Otro punto importante es el escoger qué tipo de batería quieres. Si bien, tampoco tiene que ver con el funcionamiento del sistema eléctrico del auto, puedes evitar la revisión constante de este componente, ya que existen dos tipos de batería, la de bajo mantenimiento y las libres de mantenimiento. En la primera es necesario estar al pendiente de los niveles de electrolitos y rellenarlas con agua destilada cuando se requiera. Este tipo de unidades son comunes en lugares de clima cálido. La segundas son más caras, pero no corres el riesgo de reducir su vida útil si olvidas revisarla, ya que al estar selladas no requieren de un mantenimiento en específico mas que el estar pendiente de la acumulación de sarro en las terminales. Los mayoría de los autos nuevos tienen este tipo de alimentador.
Jamás compres reconstruidas.
Te darás cuenta cuando una batería es reconstruida cuando su precio está muy por debajo del promedio, procura comprarla en un establecimiento autorizado. Recuerda que no es lo mismo una batería reconstruida que una reciclada, pues estas últimas solo toman algunos materiales que no interfieren con el funcionamiento de la misma y su calidad es igual que una completamente nueva.
Revisa tu compra
En sitios autorizados y especializados puedes hacer válidas las garantías de producto, las cuales pueden ser desde el remplazo sin costo o prorrateado. En el primero normalmente tienes de seis a doce meses para hacerlo efectivo y se refiere a alguna falla en el acumulador, siempre y cuando no hayas hecho un mal uso de éste como comprar una que no es la recomendada para tu auto o conectar otros dispositivos sin el justo cuidado.
El segundo se refiere a un plazo que va después de que se cumpla la garantía por reemplazo sin costo. Al término de las mismas, lo que pasa es que te cobrarán una cantidad para cambiarla, dependiendo del tiempo de uso que lleves.
Al comprar una batería debes cerciorarte de que esté en buenas condiciones, que ésta no tenga más de seis meses desde su fabricación ya que su falta de uso tiene a dañarlas y reducir su vida útil. Para ver su fecha de producción es muy fácil, solo debes buscar un código que se compone de una letra y un número. La letra hace referencia al mes e inicia desde la A que es enero, B febrero y así hasta diciembre, mientras que el número se refiere al año. No eches en saco roto cada una de estas precisiones.