Primer Lugar “Concurso Fundación UNAM a la Innovación Farmacéutica 2017”
Desde mi particular punto de vista, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha sido, es y seguirá siendo el gran semillero de talentos del país, formadora de profesionales altamente calificados y principalmente de seres humanos comprometidos con el desarrollo y progreso de México. En este sentido, la Máxima Casa de Estudios representa la mejor opción para desarrollar y potenciar el talento de la juventud bajo una cultura de esfuerzo continuo. El pertenecer a la UNAM siempre será motivo de orgullo y, por añadidura, se adquiere un profundo compromiso social, en busca de alternativas que permitan dar solución a las diversas problemáticas que enfrentamos actualmente.
Mi relación con la UNAM da inicio al momento de acreditar el examen de admisión para cursar la licenciatura en Farmacia, que se imparte en la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán (FESC). Entusiasmado con la oportunidad que se me presentaba, y con una vocación muy clara, doy inicio a una nueva experiencia llena de retos y oportunidades que vienen implícitas al momento de pertenecer a la UNAM. Durante esta etapa recibí la formación académica y humana que me permitió abrir mis horizontes y ampliar mi visión acerca de los retos que enfrentamos como sociedad, específicamente en el área de la salud, una experiencia muy enriquecedora. Otra vivencia importante fue el conocer a compañeros de distintos lugares de origen, con corrientes de pensamiento muy variadas, con particulares formas de pensar y, sobre todo, con gran pasión y energías inagotables enfocadas en alcanzar sus objetivos sin importar las circunstancias por las que cada uno atravesaba, sin duda, esto me resultó bastante provechoso. También tuve el privilegio de conocer profesores excepcionales con gran vocación y calidad humana que contribuyeron de manera importante en mi formación. Evidentemente, la UNAM me forjó como profesionista y como ser humano.
Al finalizar mi proyecto de tesis de licenciatura enfocado en la obtención de un parche bucal mucoadhesivo como una novedosa alternativa en el tratamiento de la Hipertensión Arterial —un problema de salud pública que aqueja al país—, me entero, junto con mi asesor, por medio de la Gaceta UNAM y la Coordinación de la Licenciatura en Farmacia, que nuestro trabajo podía competir en el ”Concurso Fundación UNAM a la Innovación Farmacéutica 2017”, organizado por la Fundación UNAM, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y el Consejo Farmacéutico Mexicano (CFM). De inmediato acordamos inscribir nuestro proyecto con la esperanza de ser reconocidos por este esfuerzo. Posteriormente, al recibir la genial noticia de ser uno de los ganadores de este concurso, la emoción me invadió, ya que para mí era un indicativo de que estaba haciendo las cosas bien, de que estaba por buen camino y que nuestro esfuerzo sería recompensado con este reconocimiento.
La obtención de este premio significa el poder cumplir con otro de mis objetivos, el realizar mis estudios de posgrado sin tener que preocuparme por el aspecto económico. Sin duda me permitirá continuar por este camino en búsqueda de novedosas alternativas terapéuticas en favor de la salud y economía de la población.
En lo personal celebro que existan este tipo de concursos ya que por un lado son una excelente plataforma para establecer y consolidar vínculos entre la industria farmacéutica y la investigación, de esta manera podemos trabajar unidos para sumar esfuerzos en favor de la salud de la población. Por otra parte constituye una oportunidad para lograr que este tipo de desarrollos puedan materializarse en el mercado. De igual forma representan un potente estímulo para los estudiantes que estamos en busca de soluciones en este sector.
La educación pública es fundamental para nuestro país y a mi parecer es el eje principal que permite dirigirnos hacia un mejor futuro, lleno de nuevas y mejores oportunidades para nuestro desarrollo. La UNAM, evidentemente, constituye un claro y exitoso ejemplo de la educación pública, y es resultado del esfuerzo que realiza el país por mantener su carácter gratuito. Sin embargo, la UNAM por sí sola no alcanza a cubrir todas sus necesidades, por lo que la Fundación UNAM juega un papel muy importante en la consecución de los objetivos que persigue nuestra Universidad. La Fundación UNAM contribuye a cristalizar los sueños de muchos de nosotros, por lo tanto, su existencia y operación es de vital importancia. Es por ello que invito a la comunidad en general para sumarse a este tipo de iniciativas y apoyar en la medida de nuestras posibilidades a la Fundación UNAM, para que continúe con esta gran labor que desempeña desde hace casi un cuarto de siglo, de esta manera poco a poco se pueden reunir recursos importantes en favor de la educación, la investigación y el desarrollo.