Destaca investigación mexicana
• Otro uso que comenzó a investigarse es el de la aplicación del grafeno como componente para el combustible de los vehículos del futuro. Este descubrimiento en particular, se debe a un mexicano: Marcelo Lozada Hidalgo, un becado de posgrado del Conacyt que trabaja en el laboratorio de André Geim.
En videoconferencia con el Conacyt, el mexicano habló de su descubrimiento: “en particular, el uso de monocapas de grafeno y nitruro de Boro hexagonal en celdas de combustible se vuelve muy atractivo debido a que los materiales son muy buenos conductores de protones y, además, como son impermeables a todos los gases, es posible incrementar considerablemente la eficiencia de la celda”, declaró el destacado investigador.
Añadió que esto ha generado mucho interés porque las celdas de combustible son consideradas como la alternativa a los motores de combustión interna pero, hasta antes de su descubrimiento, el principal problema era el tema de la eficiencia que se podía alcanzar.
“La conductividad que medimos en nuestras membranas representa un avance significativo en esta área. De hecho, nuestros resultados exceden los valores fijados por el Departamento de energía de los Estados Unidos como la meta para el 2020 en conductividad de membranas en celdas de combustible”, concluyó Lozada Hidalgo.
Otro de los talentos mexicanos que están investigando las propiedades del grafeno es el doctor Gerardo García Naumis, investigador del Instituto de Física de la UNAM. El científico explicó que el grafeno es un material con muy alta conductividad de electrones pero, hasta el momento, no se podía frenar el paso de electrones a voluntad, ya que éstos no pueden ser detenidos por la estructura de la molécula. Entonces, el investigador encontró que, aplicando ciertas ondas electromagnéticas, podía transformarse la estructura del grafeno en un transistor y poder así dejar pasar o detener los electrones a voluntad
“El grafeno es un material nuevo, por lo tanto, aún estamos investigando todas las propiedades que puede tener y las aplicaciones potenciales que se le pueden encontrar. Nosotros notamos que, por su estructura química, no podía funcionar de manera normal como un transistor, así que lo modificamos químicamente para poder lograr que el paso de electrones pudiera realizarse de manera voluntaria, es decir, que pudieran pasar o detenerse de acuerdo a las necesidades del usuario”.
“Es un material muy interesante ya que está presentando una gran cantidad de aplicaciones potenciales. Muchas de ellas todavía tienen que ser validadas y se les tiene que encontrar una aplicación real. Sin embargo, habemos muchos investigadores en el mundo entusiasmados con las potenciales utilidades que tiene esta nueva molécula que además, al estar derivada del grafito, que es el material con el que están hechos los lápices, el costo de adquirir y desarrollar el material para investigar y trabajar con él es relativamente bajo”, destacó el investigador.
«El grafeno es un material nuevo; por lo tanto, aún estamos investigando todas las propiedades que puede tener. » Gerardo García Naumis, INVESTIGADOR DEL INSTITUTO DE FÍSICA DE LA UNAM