El final de la temporada 2017
Termina la temporada de Fórmula 1. Mi experiencia en el Ferrari World de Abu Dhabi. Los años de la peligrosa y excitante Mecánica Nacional.
Este fin de semana termina otra temporada de Fórmula 1, en la cual hubieron dos pilotos y equipos sobresalientes. El más destacado de ellos es el caso de Lewis Hamilton con Mercedes Benz, quienes obtuvieron en nuestro país su cuarta corona mundial. En el campeonato de este año, los únicos que dieron batalla en forma constante fueron Ferrari y su piloto alemán Sebastian Vettel. Sin embargo, es justo reconocer la estupenda actuación de Max Verstappen de Red Bull. También debemos dar mérito a Checo Pérez, quien tripuló el VJM10 de Force India y logró mantenerse dentro de los 10 primeros lugares durante este campeonato, obteniendo 94 unidades en 2017.
La modernidad del desierto. La última fecha del campeonato sucede en un circuito enclavado en las cálidas temperaturas del desierto ubicado a una hora de Dubái. Este escenario se ha convertido en un clásico de los recientes años en el máximo serial de automovilismo, en gran parte por su enorme inversión de capital y también por la gran estrategia de marketing que han causado acciones como el colocar un maravilloso parque temático de Ferrari. A este lugar fui invitado hace dos años y les puedo decir que es sencillamente maravilloso pues, desde la entrada, la historia se hace presente. Ahí mismo colocaron el primer auto que construyó Enzo Ferrari al separarse del equipo Alfa Romeo allá por 1947. También están presentes el último monoplaza que condujo Michael Schumacher y un enorme cine donde se exhibe material filmográfico que recorre toda la historia de la escudería italiana. Déjenme contarles que las butacas del cine están adaptadas con movimiento, de manera que cada que el vehículo que nos muestran acelera, las butacas vibran; si éste toma una curva, el asiento se inclina; y, si pasa por una zona mojada, una manguera genera un pequeño rocío para dar toda la experiencia de manejo como si estuviera a bordo del auto proyectado. Hay una gran cantidad de simuladores de Fórmula 1 que se derrapan y se impactan, según conduzcamos. Sin embargo, la gran atracción de este parque de diversiones es la enorme montaña rusa que simula el arranque de un auto de F1 al alcanzar hasta 360 kilómetros por hora como velocidad máxima a bordo del carrito que recorre la enorme estructura metálica.
Cómo han pasado los años. Mecánica Nacional fue un serial de autos construidos o modificados, donde la mayoría de dueños presentaba vehículos con chasis para motores de ocho, seis o cuatro cilindros, según la categoría que pudieran. No había muchas restricciones para configurar la carrocería al gusto del competidor. Yo participé con un Ford 1934 Convertible que estaba modificado principalmente con los tubos del Roll-Bar para protegerme en caso de volcaduras y con los rines al revés para ganar estabilidad. Imagine usted cómo lucía este auto. En este serial destacó Alfredo González Luna, de quien debo reconocer su valor para conducir y además, ganar carreras, pues su auto era extremadamente veloz y peligroso. Otros pilotos que recuerdo son Ignacio Cuenca y Carlos García Basurto, quienes contaban con autos de chasis y motor de ocho cilindros, que en aspecto lucían bastante similares a los Ferrari de la década de los sesenta. No debería decirlo, pero todas estas carreras sucedían en la clandestinidad, por lo que siempre corríamos un doble riesgo, un accidente y además, teminar detrás de las rejas por competir en las carreteras del país. Recuerde, haga de su automóvil un deporte, ¡no un peligro!