Arte a bordo.
Cuando un pintor presta su pincel para ‘mejorar’ un auto
Las únicas capacidades que diferencian al hombre del resto de las especies, son la racionalidad y la creatividad. Desde el inicio de los tiempos el ser humano ha buscado su trascendencia a través de la expresión de su personalidad y los rasgos propios de la cultura a la que pertenece para dejar un legado.
El diseño automotriz es en sí, una expresión de arte aplicado a un objeto de uso cotidiano, un coche con todas y cada una de sus líneas, es por sí mismo, el reflejo de la cultura y nación de la que proviene.
Acepción polémica. Aunque esta afirmación cause controversia por considerar al auto como un producto de consumo, lo cierto es que desde el inicio de la autolocomoción, han existido diferentes corrientes de diseño que moldearon sus creaciones para hacerlas accesibles al gusto popular, consiguiendo verdaderas piezas de arte Para muestra están los casos del austriaco Ferdinand Porsche, quien diseñó para Volkswagen y posteriormente para su propia firma, el italiano Sergio Pininfarina, que trabajó para Cadillac, Peugeot, Ferrari y Maserati; Paul Bracq, para Citröen, BMW, Mercedes y Peugeot; David Ash autor del primer Mustang, el Thunderbird y el Lincoln Continental Mark III o el también italiano Carlo Abarth, quien creó su propia marca usando su signo del zodiaco (el escorpión) como logotipo e imagen de su filosofía.
El mismo David Alfaro Siqueiros, reconocido muralista mexicano, utilizó Piroxilina, laca automotriz, para la ejecución de la mayoría de sus murales por pensar que tendría mayor persistencia al tiempo que cualquier otro tipo de pintura, en un claro ejemplo de cómo se liga el mundo automotriz con el artístico.
Aún así, el impulso creativo del ser humano, ha provocado que aún después de terminadas sus creaciones, estos diseños se vean sujetos a intervenciones de otros creadores para dotarlos de un valor estético que sobrepasa el adquirido en la línea de producción con el valor agregado que poseen las piezas únicas.
Relación con los grandes nombres. El intervenir un coche es un invento meramente estadounidense impulsado por Andy Warhol que tenía por costumbre utilizar procesos creativos ajenos para sustentar los propios, de tal suerte que la costumbre –que en lo personal la considero como una irreverencia- ha tomado más fuerza en fechas recientes, en donde artistas alrededor del orbe se reúnen en espacios comunes para ejecutar este tipo de arte trasgresor como Damien Hirst o Roy Lichtenstein.
Se rumora que Salvador Dalí, intervino un auto rentado por Jacobo Zabludovsky mientras lo hacía esperar para una entrevista y cuando éste se quejó con el artista plástico, éste respondió que no debía reclamarle pues acababa de potenciar el precio de la unidad. Independientemente de éstas excentricidades, lo cierto es que las piezas únicas en el mundo del arte, siempre han tenido un valor especial y el caso de los automóviles no es la excepción. Los autos han servido
Marcas que apuestan por el arte. Este es un concepto que BMW ha entendido mejor que nadie y año con año muestran el despliegue de un llamado “Art Car” que es uno de los proyectos más curiosos del mundo del automóvil, ya que reúne ejemplares deportivos de la firma alemana -que por si mismo destacan por su diseñocon propuestas de artistas de fama mundial y estos incluso han llegado a competir en seriales Audi A1 como las míticas 24 Horas de Le Mans
Así pues, desde 1975 artistas como Frank Stella, Alexander Calder. Jeff Koons y los propios Warhol y Lichtenstein han prestado todo su talento a BMW utilizando sus coches como lienzos en blanco.
Transgresión sobre ruedas. A título personal considero que los autos son per se una obra de Existen arte continuamente menospreciada por el hecho de ser fabricado en línea, de tal suerte que los creadores plásticos se sienten con la libertad de alterar su resultado visual. Desde mi punto de vista, esto equivale a que el Museo de Louvre me concediera permiso para ponerle bigotes a la Monalisa con el simple pretexto de que (bajo mi muy personal punto de vista) se vería mejor con un look hipster. BMW ha sabido