La última vez que EU invadió a México
Durante 11 meses, de 1916 a febrero de 1917, el ejército de EU intentó capturar a Pancho Villa por atacar Columbus, Nuevo México, hecho que fue conocido como Expedición Punitiva
Francisco Villa no siempre fue considerado héroe nacional. Hubo una época en la que los titulares dejaron de lado la gloria revolucionaría del Centauro del Norte y la palabra bandolero se convirtió en su principal distintivo. No podía ser de otra manera, pues Villa se manifestaba abiertamente en contra del gobierno constitucionalista de Venustiano Carranza.
Así, relegado y considerado rebelde, el 9 de marzo de 1916 Villa asaltó el poblado de Columbus, en Nuevo México, Estados Unidos. Hecho que provocó que 5 mil soldados americanos —y que llegaron a ser hasta 12 mil— lo buscaran en territorio mexicano . A este suceso se le llamó la Expedición Punitiva.
Fue la primera vez en la historia militar estadounidense que, de acuerdo con información del Museo de las Intervenciones, se emplearon autotransportes, tanques de guerra y aviación para dar con Villa, pero nunca pudieron encontrarlo.
El asalto a Columbus duró, según varias versiones, entre dos y seis horas. En cambio, la expedición para buscar a Villa en México, 11 meses.
Aquel jueves 9 de marzo de 1916 un grupo de villistas intentó asaltar el Banco de Columbus; querían recuperar el dinero que le habían congelado a Villa, luego de que también Estados Unidos le embargó armas.
Ese mismo día, en Fort Furlong murieron ocho militares estadounidenses y 10 civiles a manos de villistas. En los 11 meses de la persecución fallecieron en total 273 villistas.
Así, 6 días después, más de 5 mil soldados comandados por el general John Pershing invadieron México.
El ejército estadounidense se adentró en nuestro país, aunque la “Punitiva” sólo se limitó a Chihuahua. Desde el mismo 9 de marzo de 1916, el gobierno norteamericano difundió un cartel donde puso precio a la cabeza de Villa: 5 mil dólares.
En la opinión de Carlos U. Vigueras, director de Historia Gráfica del Museo Casasola, la Expedición Punitiva en realidad fue una invasión en busca de apropiarse de más recursos patrimoniales de México y no de una persecución en contra de Francisco Villa, escribe en un artículo con motivo del centenario de este hecho histórico.
Según el texto La Expedición Punitiva, publicado en la página web de la Secretaría de Cultura mexicana, la estrategia de Carranza fue proponer un tratado a los Estados Unidos para “permitir el paso recíproco de tropas en las zonas fronterizas, siempre y cuando no fueran más de mil hombres, no se internaran más de 60 kilómetros y no permanecieran más de cinco días”. Sin embargo, aún sin concretar el Tratado, la Unión Americana continuó la persecución de Villa.
Ante ello, el jefe constitucionalista envió a Álvaro Obregón a El Paso, Texas, a negociar el retiro inmediato de la Expedición y, temiendo una guerra provocada, se dirigió a los países latinoamericanos para notificarles.
El 8 de mayo de 1916, el diario El Pueblo consignaba en sus páginas otra conferencia que tuvo lugar en la Aduana fronteriza de Ciudad Juárez. Pero no sólo se libraron batallas en lo diplomático, también en lo bélico. El 22 de junio de 1916, las fuerzas norteamericanas habían sido cercadas por pretender ocupar la estación de ferrocarril del Carrizal, se registraron varias muertes de ambos bandos.
En los primeros días de agosto, ambos gobiernos celebraron conferencias de diálogo.
En tanto, los militares norteamericanos nunca pudieron encontrar a Villa; pero las tropas mexicanas sí. Según el libro Francisco Villa y la Revolución, el 27 de marzo de 1916 Villa atacó Ciudad Guerrero, durante la retirada un disparo alcanzó la pierna derecha del caudillo, “abajo de la rodilla, fracturándole el hueso”.
Herido, Villa fue conducido con muchos cuidados y trabajos, hasta lo alto de una montaña chihuahuense y depositado en una cueva. A falta de medicamentos, le aplicaban nopales en la herida. Luego de seis semanas Villa pudo empezar a andar.
Repuesto, reunió a sus tropas y el 15 de septiembre tomó la capital de Chihuahua. Derrotó a constitucionalistas en Santa Rosalía y el 22 de diciembre tomó Torreón ante la sorpresa de tropas americanas y carrancistas.
Al conocerse los hechos del Carrizal, el gobierno norteamericano protestó y sus altos jefes militares urgieron a declarar la guerra, pero el presidente norteamericano Woodrow Wilson siempre se negó y, al contrario, luego de varias conferencias en Atlantic City, ordenó la salida de su éjército el 5 de febrero, mismo día de la promulgación de la Constitución Mexicana de aquel 1917, en Querétaro.
Al otro día, 6 de febrero, una nota de este diario publicaba que la división de caballería, compuesta por diez mil hombres, había atravesado la frontera cerca de las diez de la mañana.