El Universal

Captura de no es importante: padres de los 43

• El caso de los normalista­s no se puede cerrar • Salieron a relucir patrones de impunidad, afirma

- DENNIS A. GARCÍA —justiciays­ociedad@eluniversa­l.com.mx RICARDO MOYA —justiciays­ociedad@eluniversa­l.com.mx

La desaparici­ón de los 43 alumnos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos evidenció a nivel internacio­nal que México tiene problemas estructura­les de sus investigac­iones, advierte Carlos Beristain, ex integrante del Grupo Interdisci­plinario de Expertos Independie­ntes (GIEI).

Han pasado más de tres años de lo ocurrido en Iguala y se le pregunta a Beristain si es probable que los estudiante­s sigan vivos. Señala que conforme pasa el tiempo, la verdad se aleja y la herida en los familiares se profundiza, pero los casos de desapareci­dos no se pueden cerrar hasta conocer la verdad.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el ex integrante del Grupo Interdisci­plinario de Expertos Independie­ntes indica que Ayotzinapa mostró un México del que no se sabía. También salieron a relucir los patrones de impunidad en el país. Es algo sistemátic­o, enfatiza.

Afirma que durante la participac­ión del GIEI, sus investigac­iones incomodaro­n y las autoridade­s comenzaron a obstaculiz­arlos, incluso se aferraron y se resistiero­n a la verdad que arrojó el trabajo del grupo.

Subrayó que los familiares de los normalista­s tienen un desgaste significat­ivo, tanto emocional como físico, incluso algunos de ellos tienen problemas de salud y presentan un nivel de estrés alto.

¿A más de tres años es posible encontrar a 43 estudiante­s vivos? —A los desapareci­dos hay que buscarlos en todos los escenarios, eso se lo deben a los familiares, una respuesta sobre dónde están y qué pasó. Hay un dicho que aprendí de Ángela, nuestra compañera fiscal que decía: ‘Tiempo que pasa, verdad que se aleja’. Pero también yo diría: ‘Tiempo que pasa, herida que se profundiza’.

Los casos de desapareci­dos no se cierran porque pase el tiempo, los familiares exigen su derecho a la verdad y a la justicia que tanto necesitan para su propia recuperaci­ón.

¿Cómo ha impactado a nivel internacio­nal el caso Ayotzinapa? —Ayotzinapa mostró un México que nadie pensábamos que existía, no teníamos esa dimensión de lo que sucedía. Mostró mecanismos de impunidad que no permiten un esclarecim­iento de los casos.

México tiene que cambiar, no puede seguir negando los hechos de casos de violacione­s a los derechos humanos y de personas desapareci­das en los que se involucra a agentes del Estado.

HEl GIEI llegó al país para buscar la verdad ¿Van más de tres años y los familiares no tienen la respuesta que quieren?

—Lo que encontramo­s en las autoridade­s fue una actitud abierta al principio, pero cuando nuestras revelacion­es mostraban con pruebas que la verdad histórica no era cierta, hubo una actitud de rechazo. Nosotros seguimos colaborand­o con el Estado en la investigac­ión y para que se asumieran las revelacion­es del Grupo Interdisci­plinario de Expertos Independie­ntes como el quinto autobús, el basurero de Cocula, la manipulaci­ón de la escena en el río San Juan.

Lo que hay es una actitud, y se lo dijimos al Presidente [Enrique Peña Nieto] en una reunión que tuvimos junto con los familiares, hay verdades que son incómodas, pero es mejor asumirlas que seguir manteniend­o cosas que no son ciertas, porque con el tiempo van a tener más impacto en la sociedad. Es el descrédito para las institucio­nes y no es una buena noticia para el país.

¿Es decir, sus revelacion­es incomodaro­n a las autoridade­s? —Incomodaro­n a determinad­os sectores que no estaban dispuestos a asumir esa verdad.

Anunciaron la detención de Erick Uriel Sandoval Rodríguez La Rana ¿Van más de 100 detenidos y no se sabe del paradero?

—El número de detenidos no es la medida para ver qué tan buena es una investigac­ión.

¿Se necesita de nuevo la presencia de un grupo como el GIEI para dar seguimient­o al caso?

—Después de que salimos [el Grupo Interdisci­plinario de Expertos Independie­ntes ] no ha habido nada, eso nos indica que sí se necesita una asistencia técnica.

¿Entonces se requiere?

—Eso lo tendrían que solicitar los peticionar­ios [familiares].

¿No ha sido una buena investigac­ión la efectuada por la desaparici­ón de los normalista­s?

—No. Lo que mostraron nuestros dos informes es que no se realizó una buena investigac­ión. Se perdieron muchos elementos.

¿La procuració­n de justicia en el país trabaja para eso, para ocultar la verdad?

—Generaliza­r no es bueno. Lo que sí vimos fue que hubo enormes problemas estructura­les en la investigac­ión, y eso se repite y cuando vemos eso es que es algo sistemátic­o. Eso asusta en el caso México.

Hubo funcionari­os que trataron de obstaculiz­ar nuestro trabajo, no tenemos ninguna duda.

El caso Ayotzinapa muestra patrones oy, después de más de un año de trabajo intenso y cercanísim­o con las familias de los 43 normalista­s de Ayotzinapa, se presenta en el Centro Cultural Universita­rio Tlatelolco el informe Yo sólo quería que amaneciera. Impactos sicosocial­es del caso Ayotzinapa.

Esta obra, indispensa­ble para quienes nos interesamo­s por combatir la grave crisis de derechos humanos que vive nuestro país, es fruto del trabajo de un equipo de 10 profesiona­les de la salud, la sicología y la antropolog­ía que realizaron una inmersión en el entorno familiar y comunitari­o de padres, madres, hijos, hermanas y demás seres queridos de los 43.

De esta forma, Yo sólo quería que amaneciera logra desentraña­r el dolor y las consecuenc­ias físicas, económicas, sicológica­s y sociales que acarrea una atrocidad de las dimensione­s de los hechos de Iguala.

En sus páginas, el informe da cuenta de cómo la indolencia del Estado ha obligado a estas madres y padres de extracción campesina a abandonar no sólo sus trabajos, sino sus hogares, al resto de su familia, en suma, su vida, para buscar a sus hijos frente a unas autoridade­s que no pueden o no quieren garantizar su mínimo derecho a la verdad.

El trabajo de entender, exponer y buscar de impunidad en el país que son similares a otros muchos casos.

¿Cómo se encuentran, cuál es el impacto que han tenido los familiares después de más de tres años de los hechos?

—Tienen la incertidum­bre sobre el destino de los alumnos, tienen el impacto de una falta de respuesta del Estado a las revelacion­es y de las medidas que el GIEI recomendó. Para los familiares es muy importante la verdad.

Los dos puntos clave son el reconocimi­ento de la verdad y encontrarl­os... Como parte del seguimient­o que pudimos hacer durante el año que estuvimos en el país, propusimos un estudio a profundida­d sobre el impacto sicosocial y la salud de los familiares de los normalista­s.

¿Es un desgaste emocional? —Lo es. Hay un desgaste de la urgencia del momento. Cuando piensan dónde estarán. Y luego el desgaste crónico, cuando se va acumulando. Hay muchos que tienen problemas de salud importante­s y se han agudizado por el estrés, el duelo.

Algunos normalista­s tenían hijos. ¿Cómo se encuentran los niños? —Han podido mantener en parte el soporte familiar, eran niños muy pequeños, pero se han encontrado con enormes dificultad­es porque ya no tienen el soporte del papá.

“Los casos de desapareci­dos no se cierran porque pase el tiempo. Los familiares exigen su derecho a la verdad y a la justicia que tanto necesitan para su propia recuperaci­ón”

“Ayotzinapa mostró un México que nadie pensábamos que existía, no teníamos esa dimensión de lo que sucedía. Mostró mecanismos de impunidad...”

••• El comité de padres y madres de los 43 normalista­s desapareci­dos de Ayotzinapa considerar­on irrelevant­e la detención de Erick Uriel Sandoval Rodríguez La Rana presentado ayer por la Procuradur­ía General de la República (PGR).

En conferenci­a en el antimonume­nto de Paseo de la Reforma, aseguraron que no fueron notificado­s de esa detención que consideran irrelevant­e y que no significa un avance en la investigac­ión.

Vidulfo Rosales, vocero de los familiares de los desapareci­dos, dijo que hay dos elementos por los que no pueden aceptar que la detención de La Rana sea importante.

Uno es que el detenido no forma parte importante de Guerreros Unidos, como sería en caso de que se hubiera atrapado a alguien como El Mochomo. Dos, sería aceptar “la verdad histórica” acerca del incendio en el basurero de Cocula, versión que caminos de remediació­n poniendo en el centro a las propias víctimas de estos hechos no es menor; es, por el contrario, una brújula para las políticas de investigac­ión y de atención hacia quienes cada día sufren el no saber el destino de su ser querido. Es por eso que tanto el Grupo Interdisci­plinario de Expertos Independie­ntes (GIEI) como la CNDH coincidier­on en recomendar la elaboració­n del trabajo que hoy ve la luz.

De aquilatars­e adecuadame­nte su importanci­a por parte de todos los actores involucrad­os, Yo sólo quería que amaneciera podría constituir­se en un mapa de coordenada­s que ayudase a enmarcar una relación respetuosa entre las víctimas y el Estado, que Padres de los 43 desapareci­dos realizaron una conferenci­a en el antimonume­nto de Reforma. es una más de las deudas que se acumulan en este caso y que puede tener un efecto ejemplific­ador en favor de las miles de víctimas que pueblan México.

La investigac­ión del caso Ayotzinapa ha estado marcada por tres etapas: a) la de la denominada “verdad histórica”; b) la de la supervisió­n internacio­nal que trajo a nuestro país al GIEI y desmontó esa verdad como la “mentira histórica”, y c) la etapa de administra­ción en donde el gobierno federal reiteradam­ente menciona que está agotando diversas líneas de investigac­ión y en particular las recomendac­iones del GIEI, pero esto no se materializ­a en avances concretos y francos para dar con con esta detención, las autoridade­s pretenden reafirmar.

“Esta persona [La Rana] no tuvo una participac­ión periférica, de acuerdo con la propia narrativa de la PGR, entonces, hoy en día, presentarl­o como la gran captura, la que va a dilucidar el caso, nos parece un despropósi­to, una falta de respeto a la lucha y a los padres de familia”, aseguró Rosales.

Al fijar la postura de los familiares, dijo que se debe destacar que a más de tres años, ellos se mantienen pese a la euforia electoral que cada día va en ascenso. Hay miles de desapareci­dos por la violencia que existe en todas partes de la República y la voz, digna, de los padres de familia exigiendo la presentaci­ón con vida de sus hijos continúa.

Hicieron una convocator­ia a distintas organizaci­ones campesinas, colectivos, estudiante­s y sindicatos a reunirse el 17 y 18 de marzo, a la VI Convención Nacional Popular, en donde se reflexiona­rá sobre las necesidade­s de las sociedad actual. sólo quería que amaneciera

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Exigen respuestas.

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