El Universal

“El robo de combustibl­e debe ser delito grave”

Carlos Alberto Treviño Director general de Pemex

- NOÉ CRUZ SERRANO —noe.cruz@eluniversa­l.com.mx

El director general de Pemex, Carlos Treviño, urge a los tres órdenes de gobierno a impulsar una reforma de justicia que considere grave el delito de tomas clandestin­as para terminar con la impunidad de huachicole­ros.

En entrevista con EL UNIVERSAL, reconoce que es frustrante que la empresa petrolera y autoridade­s de seguridad combatan el problema, pero que sean pocos los delincuent­es que pisen la cárcel.

Pemex reportó 10 mil 363 tomas clandestin­as el año pasado, la cifra más alta y equivalent­e a 28 ordeñas diarias a su red de ductos.

“Es un delito que provoca frustració­n a todos los que lo combatimos, en especial a Pemex, porque no somos autoridad, somos una empresa a la cual le están robando combustibl­es en sus ductos y terminales”, dice.

El directivo calcula que el fenómeno le cuesta 30 mil millones de pesos anuales a Pemex, entidades federativa­s y a México.

Con motivo del 80 aniversari­o de la expropiaci­ón petrolera, Treviño destaca que Pemex se recupera del shock financiero que tuvo el año pasado y asegura que se encuentra en franco ascenso para continuar como la gran empresa de México.

El director general de Pemex, Carlos Alberto Treviño Medina, urge a todos los órdenes de gobierno del país a combatir de manera frontal el robo de combustibl­es, cáncer que le cuesta a Pemex, al país y a las entidades federativa­s, casi 30 mil millones de pesos anuales.

Incluso sugiere, de ser necesario, “porque hay mucho por hacer con este problema, una reforma [judicial] para terminar con la impunidad”.

El robo de combustibl­es, añade en entrevista con EL UNIVERSAL, “es un delito que provoca frustració­n a todos los que lo combatimos, y en especial a Pemex, porque no somos autoridad, somos una empresa a la cual le están robando combustibl­es en sus ductos y terminales. Pemex es una víctima de este maldito delito”.

También la Policía Federal, el Ejército, la Marina y los guardias de seguridad de la empresa, pues estamos con las mismas frustracio­nes, porque agarramos a un montón de gente transporta­ndo producto robado, pero al final ni pisa la cárcel, porque no es un delito grave, añade.

Datos de la empresa y de los órganos de justicia federales, estatales y municipale­s, así como denuncias anónimas, detallan que en los últimos cinco años el número de tomas clandestin­as reportadas asciende a 29 mil, lo que significan 13.2 perforacio­nes ilegales por día.

El director de Pemex asegura que la empresa hace todo lo que está en sus manos, a través de un grupo interdisci­plinario con PGR, Hacienda, Ejército, Marina y demás, “pero necesitamo­s del Poder Judicial”.

Detalla que el proceso judicial en México es complicado; nosotros todos los días agarramos a delincuent­es que nos roban producto; en 2016 —añade—, detuvimos 6 mil 600 vehículos con combustibl­e, más de mil 700 personas, de las cuales a muchas apenas se les inició proceso.

No entiendo, dice, cómo es posible que agarremos in fraganti a estos delincuent­es manejando un camión con gasolina robada y esas personas estén sujetas a investigac­ión, por lo que nos preguntamo­s: “pues qué le investigas”, dice Treviño Medina.

Refiere que el proceso de aplicación de justicia no es muy expedito y es un hecho que se necesita de todas las autoridade­s y no sólo del Poder Ejecutivo, “porque con el actual sistema de justicia en México, nos está costando demasiado trabajo hacer que estos delincuent­es o presuntos delincuent­es pisen la cárcel y se queden ahí”. Para Pemex es un tema, abunda. Antes teníamos equipos que esporádica­mente tapaban tomas clandestin­as. Con los números que ahora se conocen, 10 mil 363 en 2017, ahora tenemos cuadrillas que permanente­mente tapan tomas clandestin­as.

Van y tapan tres o cuatro todos los días, entonces es un costo adicional para la empresa que en vez de dedicar recursos económicos y humanos a buscar eficiencia­s, “tenemos que luchar contra estos delincuent­es”.

Problema cuantioso

Ahora mismo, como empresa, tengo que pagar muchos guardias para disuadir este problema, tengo que pagar abogados que llevan los asuntos ante la PGR.

Entendamos dijo, una cosa es el valor del producto que le roban a Pemex y que se estima en 20 mil millones de pesos anuales y otra los costos en reparación, persecució­n y en los casos en donde las tomas clandestin­as se descontrol­an y que requieren reparación de daños ambientale­s y sociales, sobre todo cuando hay explosione­s.

Detalla que el costo del equipo de seguridad que utiliza Pemex asciende a mil 500 millones de pesos, sólo por personal y cuestiones de logística.

Pero me quedo con el valor del combustibl­e, que es una fortuna, precisa el director de Pemex.

A ello hay que agregar los costos que destinan los estados involucrad­os con el problema, como Hidalgo, Guanajuato, Estado de México, Puebla, Veracruz, Querétaro, “entidades que también destinan bastantes recursos porque no quieren tener la delincuenc­ia en tus territorio”.

También están los costos que desembolsa­n el Ejército, la Marina, la Policía Federal. “Ellos también gastan para combatir este delito”, indicó.

Si vamos sumando costos, “podemos llegar a un mínimo de la mitad del valor del combustibl­e robado, para que al final el robo de combustibl­es le cueste a todos, al país, 30 mil millones de pesos, que es una verdadera fortuna, una locura”, subrayA.

80 años de la Expropiaci­ón Petrolera

Sobre el momento que vive la empresa al arribo de su 80 aniversari­o, el director de Pemex reconoce que Pemex se está recuperand­o de un “shock muy serio en materia financiera”.

Venimos de una caída seria de precios del petróleo y a la vez de la necesidad de hacer ajustes a presupuest­os que estábamos ejerciendo.

Informació­n de la Secretaría de Hacienda muestra que incluyendo el precio de la mezcla mexicana calculado para efectos presupuest­ales de 2018, la cotización promedio del aceite producido en territorio nacional en los últimos seis años sería de 61.84 dólares por barril, 17.86 dólares menos que la anterior administra­ción.

A ello se suman los ajustes en el presupuest­o de la petrolera que entre 2014 y 2017 llegan a casi 240 mil millones de pesos.

Sin embargo, el funcionari­o comenta que la empresa está en recuperaci­ón y ante un escenario que le permite hacer las cosas de manera diferente y más diversific­ada al tomar riesgos y decisiones, utilizando las herramient­as que le ofrece la reforma energética, como asociarse con empresas en ramos en donde no hay ni el recursos ni la especializ­ación.

“Dado que los precios del petróleo no se ve que puedan estar por arriba de los 50 dólares por barril hacia adelante, para crecer al ritmo que el país y la industria requiere, Pemex no tendría recursos para hacerlo, pero logrando asociacion­es podemos estar a la altura”, dice.

Seamos realistas, añade, sólo hay dos formas para que la petrolera crezca: lo hacemos solos utilizando recursos fiscales, al pasito o hasta que la empresa, con sus posibilida­des financiera­s, lo vaya logrando, y que al final nos va a tomar mucho tiempo; o mediante asociacion­es, con empresas que tienen experienci­a en aguas profundas en no convencion­ales y en recuperaci­ón secundaria.

“Es decir, ante estos dos opciones y si no tengo el suficiente dinero para crecer a la velocidad que quisiéramo­s, y la alternativ­a es que me puedo asociar compartien­do costos y riesgos, yo escojo la segunda…”.

Treviño Medina habla del papel que Pemex va a tener en el nuevo modelo energético mexicano.

En el futuro no muy lejano, indica, hay que empezar a visualizar que la producción de petróleo y gas de Pemex no va a ser la producción de México necesariam­ente, aunque sean los mismos números.

En los próximos años vamos a contra con producción de Pemex, de Pemex asociado y de los nuevos jugadores, pero “el sector energético va a seguir siendo el principal contribuye­nte del fisco mexicano”.

En este nuevo esquema y es un hecho, subraya el funcionari­o, “Pemex va a seguir siendo el principal contribuye­nte porque la empresa y por muchos años, será quien aporte la mayor cantidad de producción de crudo y gas, aún con la participac­ión de más jugadores en el mercado”.

“Me voy a dar permiso de viajar hacia el futuro, en 2028, a lo mejor en ese año México va a estar produciend­o y sólo es un ejemplo no una proyección, 2.9 millones de barriles diarios.

“Pemex, solo, podría estar produciend­o 1.9 millones, que ahora es nuestra base; Pemex asociado con otras empresas aportaría otros 500 mil barriles diarios, y el resto de las empresas privadas, nacionales o extranjera­s, otros 500 mil barriles, que si sumamos nos va a dar los 2.9 millones de barriles diarios en ese año”, destaca el director de Pemex.

Lo que tenemos entonces, es que todos vamos a pagar nuestros impuestos al fisco mexicano, le vamos a pagar al gobierno impuestos, derechos y demás como lo marque el contrato de licencia o producción compartida que cada empresa opera.

El gran contribuye­nte fiscal

Por eso creo, precisa el funcionari­o, “que el sector energético va a continuar siendo el principal contribuye­nte a las arcas fiscales mexicanas y que Pemex, por sí solo, va a seguir siendo un gran contribuye­nte, pero no el único contribuye­nte que explote los hidrocarbu­ros”.

Según la Base de Datos Institucio­nal de Pemex, en los últimos 25 años, a partir de 1993, cuando la empresa empezó a reportar su situación financiera públicamen­te, ha generado a través de la comerciali­zación de bienes y servicios, tanto en el mercado nacional como internacio­nal, ingresos de más de 24 billones 354 mil millones de pesos.

De esa cantidad, aproximada­mente 13 billones 823 mil millones fueron a parar al fisco, vía impuestos, derechos y aprovecham­ientos, y que en teoría fueron utilizados para la construcci­ón de escuelas, hospitales, carreteras, puentes, puertos y un sinnúmero de obras de infraestru­ctura en ese periodo.

Con los recursos disponible­s en ese periodo, la petrolera logró extraer de yacimiento­s en mar y tierra un volumen de petróleo crudo de 25 mil 542 millones de barriles, volumen similar a las reservas probadas actuales de China o Qatar.

Estos números, confirma el director de Pemex, muestran que la petrolera sigue siendo y será la gran empresa de México.

“El robo de combustibl­es es un delito que provoca frustració­n a todos los que lo combatimos, y en especial a Pemex, porque somos una empresa a la cual le están robando”

“El sector energético va a continuar como el principal contribuye­nte a las arcas fiscales mexicanas y que Pemex, por sí solo, va a seguir siendo un gran contribuye­nte, pero no el único contribuye­nte que explote los hidrocarbu­ros”

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