«EN CARAVANA SOLO PARTICIPAN DISEÑADORES DE ALTO NIVEL»
Creativos y emprendedores, Gina Barrios y Alessandro Cerutti son una pareja de diseñadores que en cinco años han visto crecer Lago, boutique de diseño latinoamericano en Polanco.
Pero su éxito ha ido más allá y se han convertido en los fundadores de Caravana Americana, una feria donde la vanguardia y la creatividad son ingredientes fundamentales.
Gina, ¿cómo defines Caravana Americana?
— Es una feria profesional de diseño. Se creó con el fin de proyectar a los diseñadores latinoamericanos al mundo.
Es una plataforma que los va ayudar a mejorar sus procesos, a entender cómo funciona el mundo del comercio por mayoreo a nivel internacional.
¿Cómo ha sido la respuesta? —Hemos logrado que, a lo largo de los años, cada vez más compradores internacionales vengan a México a conocer a estos diseñadores y que, cada vez más, los diseñadores de Colombia, Perú, Chile, Ecuador, Chile y Uruguay, nos visiten para ver los productos que se hacen en nuestro país.
Se está convirtiendo en una feria internacional de primer nivel, porque lo que hacemos es encontrar solo lo mejor de nuestra región.
¿Cómo es la selección de los diseñadores que participan?
—Somos muy estrictos con la curaduría. Solo hay diseño de alto nivel.
En Latinoamérica hay mucho talento en el diseño de todas la categorías: objeto, mobiliario, moda y accesorios.
¿Todavía te sorprendes de los diseños que llegan?
—Sí. La joyería es la categoría que más nos solicita participar y para mí es lo más difícil de seleccionar, porque busco propuestas originales y diferentes, que no haya visto antes.
Hay muchos diseñadores que me sorprenden, tanto en joyería como en moda y mobiliario.
Alessandro, ¿cómo comenzó esta fusión con Gina?
—Comenzó en el 2013, con la boutique Lago. Queríamos darle al mexicano una propuesta fresca e innovadora.
Nuestra intención era descubrir nuevas marcas, y el proyecto se fue haciendo más grande cada vez. Ya llegamos a la calle más importante del país y, tal vez, de Latinoamérica: Masaryk.
¿Cómo se interesaron por este mercado?
—Nosotros teníamos nuestras propias marcas y quisimos abrir una tienda con ellas. Con el tiempo, comenzamos a incluir prendas y accesorios de otros diseñadores que nos encantaban.
Así comenzamos con una tienda pequeña en Emilio Castelar. Luego, nos mudamos a un local más grande y, en septiembre de 2017, nos arriesgamos y dimos este brinco: nos cambiamos a Masaryk.
La tienda mide casi 200 metros cuadrados y reúne lo mejor del diseño Latinoamericano, pero la mayoría de las marcas son mexicanas.