El Universal

Un nuevo paradigma del desarrollo rural

- Por JULIO BERDEGUÉ, JOAQUÍN LOZANO, MANUEL OTERO Y MIGUEL BARRETO Representa­nte regional, FAO; director regional, FIDA; director general, IICA; director regional, PMA

Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) representa­n el más amplio consenso alcanzado por la humanidad sobre el tipo de desarrollo al cual aspiramos. Establecen un mínimo civilizato­rio sobre las oportunida­des y niveles de bienestar a los cuales cada ser humano tiene derecho y definen las obligacion­es de la humanidad respecto de nuestro planeta y sus generacion­es futuras.

Se trata de erradicar la pobreza extrema y el hambre, combatir la desigualda­d y la injusticia y solucionar el cambio climático en todos los países y para todas las personas.

Al definir los ODS en 2015, los líderes de 193 naciones aprobaron también un plan de acción para alcanzarlo­s: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, con metas e indicadore­s para medir su progreso.

Para lograr la gran mayoría de dichas metas e indicadore­s, es indispensa­ble avanzar en una profunda transforma­ción de las sociedades rurales y de las formas en que nos relacionam­os con el campo. Casi ocho de cada diez de los indicadore­s de la Agenda 2030 están íntimament­e vinculados a lo que suceda con las sociedades rurales, y dos de cada diez sólo se pueden lograr en y con el campo.

Pero sin profundas transforma­ciones rurales será imposible cumplir las ambiciosas metas de la Agenda 2030.

Los ODS representa­n un profundo cambio respecto del paradigma que nos guió desde la postguerra, según el cual el desarrollo consistía en dejar atrás lo rural y abrazar, en cambio, la urbanizaci­ón y la industrial­ización. Los ODS, por el contrario, contienen metas que solo serán alcanzadas redefinien­do el papel de las sociedades rurales, incluyendo sus vínculos con el mundo urbano, y promoviend­o el desarrollo y acceso al mercado de los pequeños productore­s.

Si en el siglo pasado el desarrollo consistía en superar la ruralidad, en el siglo 21 el desarrollo solo será sinónimo de progreso humano si resulta en sociedades rurales más plenas, con un mayor ejercicio de derechos básicos y una mayor capacidad de aportar a nuestro destino común en este planeta.

La idea de que el campo es un mundo estático y adverso al cambio se contradice con la realidad: las sociedades rurales de América Latina y el Caribe han vivido profundas transforma­ciones, especialme­nte a partir de la década de 1980. Sin embargo, en la mayoría de nuestros países, la transforma­ción rural no ha sido socialment­e incluyente, y tampoco ha sido ambientalm­ente sustentabl­e. Las desigualda­des no son sólo económicas y sociales, sino también sectoriale­s, territoria­les, étnicas y de género.

El nuevo paradigma de desarrollo rural debe impulsar transforma­ciones estructura­les para acercarnos a las metas de los ODS.

Para impulsar este tipo de desarrollo los cuatro principale­s organismos multilater­ales dedicados al mundo rural, la FAO, el FIDA, el IICA y el PMA convocaron a los países de la región al evento Las Sociedades Rurales y la Agenda 2030, en Santiago de Chile el 17 de abril, como parte del Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible.

Su objetivo es tan simple como importante: hacer presente que, sin un nuevo tipo de desarrollo rural, no hay ninguna posibilida­d de desarrollo sustentabl­e, no sólo para los habitantes rurales sino para cualquier persona en este planeta.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico