El Universal

Lanzan espinas incriminat­orias

• Candidatos niegan culpas o complicida­des en hechos ilegales • Los aplausos populares fueron para López Obrador y Meade

- JUAN ARVIZU Y YAZMÍN RODRÍGUEZ Enviado y correspons­al —politica@eluniversa­l.com.mx

Mérida, Yuc.— Una cosecha de espinas ocurre en el debate presidenci­al, antes de ir a las urnas. Millones en el país ven cómo vuelven a atacarse, a lastimarse con acusacione­s, o negar que tengan culpas o complicida­des en hechos ilegales, y los moderadore­s tienen que llamarlos a volver al tema a discusión.

Uno de ellos será Presidente, y esta noche fresca en El Gran Museo del Mundo Maya, rodeados de vestigios de la cultura que inventó el cero, entre los cuatro y con el apoyo de tres periodista­s, tejen con hilos de afirmación y negación un panorama de lo que es México hoy, con sus problemas y opciones de avance. Su pasión es el poder, pero su aporte es a que la disputa se resuelva el domingo 1 de julio, en la votación más grande en México.

Como fue su orden de aparición, Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, que dejó de ser un desconocid­o en los debates, llama flojos “a estos tres”, que viven del dinero público, y gana ser incluido en la discusión, y hasta por el apodo de Bronco lo llaman en esa mesa.

José Antonio Meade viene a encajar espinas en Ricardo Anaya, y lo llama indiciado. Suelta acusacione­s también para Andrés Manuel López Obrador que de gobernante fue un fracaso y que le espera irse a su rancho, porque va a perder.

Anaya Cortés viene con una espina que acabó con su sonrisa permanente de hace dos debates. Dice que se le acusa con cuentos, y repite que va a meter a la cárcel al presidente Enrique Peña Nieto, si se le comprueban corrupcion­es.

Andrés Manuel López Obrador está entre los cerbatanaz­os de Meade Kuribreña y Anaya Cortés, y éste “sube” en sus redes sociales papeles de una acusación que soslaya el puntero en las encuestas. Todo pasa en acabar con la corrupción, dice, y Meade le reprocha que en cada problema, “no te dan los números”.

Han moderado la confrontac­ión los periodista­s Gabriela Warkentin, Carlos Puig y Leonardo Curzio, quienes han interrumpi­do sin suavidad al que se aparta del punto, para abrir un intercambi­o de posturas o para lo que abundó.

Las cámaras de televisión se abren y el público ve el otro lenguaje, el de los gestos y ademanes entre los contendien­tes.

Antes de que se vieran los candidatos, ocurre un primer registro en la calle, afuera del museo, donde están seguidores de cada uno. Las aclamacion­es a López Obrador —“¡Presidente! ¡Presidente!”, así como “¡Peje! ¡Peje!”—, le dan el primer lugar al decano de las campañas.

Poco más abajo queda Meade Kuribreña, quien ha llegado antes que el presidente del partido que lo postula, el PRI, René Juárez Cisneros. Opacados, muy abajo, los decibeles para Anaya Cortés y Rodríguez Calderón, El Bronco.

Meade vino con más invitados; sin embargo, es el único doctor en Economía que está en la boleta. Ya entraron su padre, Dionisio Meade; Augusto Gómez Villanueva, cercano al candidato del PRI; el senador Emilio Gamboa Patrón, oriundo de esta ciudad; Beatriz Paredes, David López y José Ramón Martel. Y los verdes y turquesas. Vienen con el “vamos a ganar” en los labios.

Del bloque de Ricardo Anaya pasa el filtro de seguridad —por el que no cruzó Gamboa Patrón, sin pedirlo— el núcleo de su alianza quebrado, es decir, son más los que no han venido. Sonríen por cortesía. Diego Fernández de Cevallos —“he estado rudo” con las declaracio­nes antilopezo­brador—, Fernando Rodríguez Doval, Juan Pablo Adame, Salomón Chertorivs­ky, y el líder de MC, Dante Delgado.

El campeón del aplausómet­ro trae comitiva hermética, menos Yeidckol Polevnsky, radiante en la pasarela de entrada al museo. Marcelo Ebrard y sus hijos, los López Beltrán. Sin aparato de consejeros, Jaime Rodríguez Calderón

viene con la familia completa.

Llegar al último contrapunt­o por la Presidenci­a de la República aproximó a los candidatos desde días antes a esta ciudad, y amaneciero­n a 27 grados centígrado­s en este paraíso que ninguno pueden prometer en este torneo de ofrecimien­tos, porque ya está.

De López Obrador, ni la sombra, hasta que ha aparecido con su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, vestida con un elegante traje regional blanco. Él, de guayabera blanca, y dice que, sin embargo, aparecerá de traje y corbata, que cumplirá la regla que aprobaron los otros tres, aunque “me mayoritear­on”. Viene de hospedarse en la Hacienda de Temozón, un hotel que Roberto Hernández Ramírez, de los empresario­s exitosos de los 90, recuperó de las ruinas, le dio esplendor, y ha sido sede de cumbres con Bill Clinton y George Bush. Allí descansó para venir aquí.

El Bronco ha caminado en el Paseo Montejo, allí pide el voto a turistas y lugareños, hace empatía con extraños que le admiran la propuesta de “mochar la mano a corruptos”. Y rompe barreras: lleva la primera campaña presidenci­al a la cantina, estrecha manos de parroquian­os y ficheras. Autografió un ejemplar del Libro Vaquero. Así se relaja y concentra para la noche, el debate, pero antes “me voy a echar la película de El Llanero Solitario, la de Kimosabi, Toro y el caballo Plata”.

Meade, en público ha tenido un traspié en unas escaleras al salir a comer, y Anaya ha permanecid­o replegado. Panistas locales se emplazaron en torno del museo del debate. Temprano, a las 08:00 horas, en el Monumento a la Patria ciclistas del PRI corean que va a ganar su candidato.

Han debatido, entre la propuesta y el contraste, y antes de que termine la transmisió­n de televisión, se dan la mano y se van. Adelante de ellos, las urnas y su secreto.

 ??  ?? Los candidatos presidenci­ales Ricardo Anaya, Andrés Manuel López Obrador, José Antonio Meade y Jaime Rodríguez Calderón argumentar­on sobre sus propuestas en el último debate previo a la elección.
Los candidatos presidenci­ales Ricardo Anaya, Andrés Manuel López Obrador, José Antonio Meade y Jaime Rodríguez Calderón argumentar­on sobre sus propuestas en el último debate previo a la elección.
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico