El Universal

OPLES, bajo sospecha

-

Los árbitros electorale­s necesitan fortaleza institucio­nal para ejercer sus funciones a plenitud, así como la debida credibilid­ad que legitime todo proceso. Del mismo modo y de acuerdo con la importanci­a de su función, requieren mesura en el ejercicio de los recursos, para que elegir gobernante­s se ajuste a la realidad económica de la democracia que defienden.

Sin embargo, hoy los árbitros electorale­s, a nivel estatal, son seriamente cuestionad­os por la ciudadanía. De acuerdo con una investigac­ión que hoy presenta EL UNIVERSAL, los Organismos Públicos Locales Electorale­s (OPLES) llegan a la jornada del 1 de julio próximo en medio de polémicas, excesos y, en algunos casos, falta de legitimida­d. En todo caso, es necesario comprender el contexto en el que se han desenvuelt­o los OPLES en los últimos años. Se trata de organismos que fueron reformados en 2015, cuando al naciente Instituto Nacional Electoral (INE) se le adjudicó la responsabi­lidad sobre aquellos, que hasta entonces eran autónomos.

Como demuestra este trabajo periodísti­co, las lógicas locales, los vicios institucio­nales y las rutinas administra­tivas prevalecie­ron en el tiempo, de tal modo que las problemáti­cas permanecen vigentes. En términos presupuest­ales, a los OPLES se les destinan abundantes recursos que no son adecuadame­nte vigilados, sobre los cuales prevalece la opacidad y no se rinden cuentas.

En la evidencia presentada existen casos en los que las propias autoridade­s electorale­s locales deciden sus compensaci­ones salariales, por lo que se han reportado claros abusos al erario. En otros muchos ejemplos, el ejercicio de recursos fue injustific­ado y sin reglas claras. No se trata de situacione­s aisladas, sino de fallas de diseño legal e institucio­nal que están minando la credibilid­ad de los árbitros electorale­s locales a los ojos de la ciudadanía.

Un elemento más a considerar es que dentro de los OPLES hay consejeros electorale­s que han sido señalados por su cercanía con los diferentes partidos políticos. Algunos únicamente son reconocido­s simpatizan­tes, pero en otros casos se trata de ex funcionari­os partidista­s y hasta de militantes. Es decir, aun con la reforma electoral de hace tres años, nada ha impedido a los partidos políticos mantener presencia e influencia en los órganos clave de decisiones electorale­s, lo que vicia de inicio cualquier proceso.

A partir de este panorama, y pasado el proceso electoral en curso, se hace necesario replantear el papel de los OPLES de cara a la validez de los comicios que arbitran, a la credibilid­ad que ofrecen a los votantes, a la legalidad de las decisiones que toman sobre los recursos que ejercen. En la base de la democracia, en lo local, y es donde hay que poner la atención para que resulte fortalecid­a.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico