Cheryshev cumple un gran sueño
Con una espectacular ceremonia inaugural, comenzó la gran fiesta del futbol mundial Rusia 2018, acontecimiento de carácter deportivo, social y cultural. Hay opiniones encontradas en torno a si el futbol es cultura o no, pero si se acepta que el término cultura alude al conjunto de conocimientos, tradiciones, modos de vida y acciones que simbolizan el contenido de las relaciones humanas, el balompié, como deporte y espectáculo, lo es.
El futbol es un juego. Según el historiador Joan Huizinga, “el juego es más viejo que la cultura. Con toda seriedad podemos decir que la civilización no ha añadido ninguna característica esencial al concepto de juego. En las culturas arcaicas, las competiciones deportivas formaban parte de las fiestas sagradas…
El futbol conlleva elementos lúdicos y de competencia en grado máximo. Roger Caillois, en su ensayo, Los juegos y los hombres, dice: “Los juegos de competencia desembocan en los deportes. Los de azar y de combinación han dado origen a numerosos desarrollos de las matemáticas... Es claro: el panorama de la fecundidad cultural de los juegos no deja de ser impresionante”. Incluso desde las bellas artes, el balompié ha inspirado dibujos, esculturas, grabados, cuentos, novelas, canciones, incluso poemas.
Hoy como ayer, el factor lúdico, el principio de competencia y el sentido agonal que caracterizan a nuestra sociedad, se manifiestan y se sintetizan en la disputa por la Copa Mundial 2018.
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El mediocampista ruso arranca con doblete; Pizzi sufre la peor pesadilla con Arabia
Denis Cheryshev fue el primer futbolista ruso en jugar para el Real Madrid y uno de los pocos de su selección que milita fuera de su país... un referente, que a pesar de haber iniciado la Copa del Mundo en la banca, se convirtió en el hombre más importante para su equipo.
“No hay palabras para expresar, ganamos y era lo importante. Merecíamos este resultado, pero no nos conformamos”, dijo el atacante, hijo del ex delantero Dmitri Cheryshev.
Y como sucede en este tipo de historias, “la verdad es que ni en mis mejores sueños había pensado en una noche como la que tuve”.
A quien el sueño se le convirtió en una pesadilla fue al español Juan Antonio Pizzi, técnico de Arabia Saudita.
“Lamentablemente tenemos que levantarnos, sacudirnos esta sensación de vergüenza que tenemos todos y empezar a pensar en el siguiente partido”, dijo Pizzi en defensa del mal resultado. •