Índice UV y fototipos de piel
••• La radiación ultravioleta proveniente del Sol nos puede causar quemaduras, daño cutáneo crónico y, potencialmente, cáncer de piel; pero también ayuda a que nuestro organismo produzca vitamina D.
El Índice UV, cuya escala va de 0 a 20, sirve para medir el riesgo de sufrir quemaduras solares. En la Ciudad de México, al mediodía y con el cielo despejado, los valores de tal índice están entre 6 y 13, según la época del año. Así, una persona de piel clara se puede exponer al Sol 15 minutos, como máximo, sin sufrir quemaduras.
De acuerdo con la clasificación de Fitzpatrick, hay seis fototipos de piel. El uno es el más claro y el seis el más oscuro. En México predominan los fototipos tres y cuatro: moreno medio y moreno oscuro. Por lo tanto, quienes los tengan pueden extender un poco más el tiempo de exposición al Sol, sin peligro.
Los fototipos claros son más propensos a padecer quemaduras por luz ultravioleta y corren más riesgos de desarrollar cáncer de piel que los fototipos intermedios.
Diagnóstico de fotoalergias. Una fotoalergia es una reacción del sistema inmunológico a una sustancia que entra en contacto con la piel, activada por la luz solar. Un perfume, un jabón, un champú, un protector solar o una planta pueden contener sustancias fotoalergénicas.
En Europa se dispone de una batería que detecta fotoalergias. Para ello se colocan, durante 48 horas, parches con distintas sustancias en la espalda del paciente y luego se irradian con radiación ultravioleta A. Al cabo de un tiempo aparece un enrojecimiento en el sitio donde se aplicó el parche con la sustancia que genera la fotoalergia.
Sin embargo, las sustancias que ocasionan fotoalergias en Europa no son las mismas que las causan en Latinoamérica. Por esta razón, Adriana Ipiña, física posdoctorante en el Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, protocolizó esa técnica en el Hospital General San Martín La Plata (el más grande de esa provincia de Buenos Aires, Argentina), luego de calibrar una lámpara de luz ultravioleta con un espectroradiómetro del Instituto de Física Rosario.
Posteriormente se atendió, de manera gratuita y durante cuatro meses, a 100 sujetos que acudieron a ese hospital y 35 fueron diagnosticados con diferentes fotoalergias.