El Universal

A POLLITO SE LO LLEVÓ LA CORRIENTE

• Ángel de Jesús no regresó a casa el jueves. La lluvia se lo impidió. El niño, de 9 años de edad y a quien le decían Pollito, murió al ser arrastrado por la corriente a una coladera mientras se dirigía a su hogar, tras salir de la escuela.

- ANDREA AHEDO —metropoli@eluniversa­l.com.mx

Ángel de Jesús era apodado Pollito. Así le decían su mamá, su abuela y su tía abuela. A él le gustaba que le dijeran así y disfrutaba de jugar futbol y dibujar. En sus nueve años de vida fue un niño cariñoso, querido por su familia, que ayer veló su cuerpo tras morirse ahogado por una corriente de agua generada por la lluvia.

El jueves, Pollito fue a la primaria donde cursaba el segundo grado; después de las dos de la tarde comenzó a caer una fuerte lluvia en la Ciudad, sobre todo en la delegación Iztapalapa, donde está su casa.

Después de la hora de salida, su mamá María y él caminaron juntos por las calles empinadas de la colonia San Miguel Teotongo, pero a las 15:00 horas la corriente de agua provocó que esas calles se volvieran ríos. La gente se ocultó en sus casas para no mojarse; otros vigilaron que el agua no entrara a sus viviendas, y en la calle Eloy Cavazos los vecinos notaron que el agua de lluvia bajaba tan aprisa que chocaba con los autos.

A las 15:18 horas, Pollito y su mamá llegaron a la esquina de Eloy Cavazos y José López Portillo, pero la fuerza de la corriente zafó su apretón de manos. Una vecina que estaba viendo a través de la ventana la lluvia y contándole a su pareja la intensidad con la que caía, comenzó a grabar clips de video para enviárselo­s por WhatsApp.

En una de sus grabacione­s, que dura cinco segundos, captó cuando Pollito fue arrastrado por la lluvia. Antes de parar el video, el cuerpo del niño desaparece debajo de dos autos estacionad­os. La chica, asustada, le contó a su novio que un niño había sido empujado por el agua hasta una coladera que está debajo de los dos vehículos.

De acuerdo con los vecinos, esa coladera, ubicada a un costado de la banqueta, fue construida para captar toda el agua que bajaba desde lo alto de la colonia y encauzarla hacia la tubería, pero siempre es rebasada cuando caen aguaceros.

Dos vecinos, uno de ellos desconocid­o por quienes viven en Eloy Cavazos, llegaron corriendo para ayudar al niño, pero la corriente empujaba su cuerpo hacia dentro de la coladera.

A las 15:33 horas, la joven que grabó el video mandó un mensaje con la voz llorosa a su novio: el niño había muerto. Los policías, para ese entonces ya tenían el reporte de un menor de edad atorado en una coladera y pidieron una ambulancia para darle los primeros auxilios en cuanto lo sacaran.

Mientras tanto, el cuerpo de Ángel de Jesús fue colocado en medio de la calle y una vecina sacó una sábana para ponerla sobre su cuerpo. Dos policías y ocho bomberos rodearon el cadáver y esperaron a la Cruz Roja, cuyos tres paramédico­s confirmaro­n la muerte por ahogamient­o.

Ayer en la madrugada la familia recogió el cuerpo de Pollito en el Instituto de Ciencias Forenses y fue llevado a la casa familiar, a cinco minutos de distancia de donde murió.

Afuera de la vivienda de dos pisos colocaron una mesa con comida para quienes asistieron al velorio, y en la puerta una cruz con flores blancas.

El sepelio fue vigilado por policías de la unidad de Seguridad Escolar y por personal del DIF capitalino.

Desde que se supo su muerte, la delegación, el gobierno de la capital y el DIF se comunicaro­n con la familia para asegurarle­s que les brindarían apoyo en los gastos funerarios.

Su tía abuela, María de Jesús, así lo dijo. Pero ella pide que también se arreglen las coladeras de San Miguel Teotongo, donde las lluvias han inundado en años anteriores la casa donde fue velado Pollito.

“A pesar del apoyo del gobierno, lo que pedimos es que arreglen las calles; en época de lluvia siempre se inundan las casas” MARÍA DE JESÚS Tía abuela de Ángel

La tromba que se registró el pasado jueves en el oriente de la Ciudad de México dejo a varias personas afectadas, y ante la situación, vecinos y comerciant­es de la colonia Santa Martha Acatitla cerraron cerca de una hora la Calzada Ignacio Zaragoza, pues aseguran que no ha habido respuesta de las autoridade­s.

La mayoría de los comercios que hay en las inmediacio­nes de la estación Acatitla, de la Línea A del Sistema de Transporte Colectivo Metro, donde se registró la inundación, son mueblerías, por lo que denunciaro­n que mucha de su mercancía se echó a perder.

“Nos inundamos [jueves], subió el agua hasta dos metros en nuestras casas y negocios, pero ninguna autoridad vino a apoyarnos, tenemos pérdidas muy grandes, no sabemos que hacer”, dijo una comerciant­e.

Con piedras, muebles e incluso señalamien­tos de una obra pública, los vecinos bloquearon la vialidad, afectando a cientos de automovili­stas que se dirigían a los municipios cercanos a la Ciudad de México, algunos se acercaron para pedir que se retiraran, pero sus súplicas no ayudaron.

“Nosotros también estamos trabajando, llevamos a la gente a sus casas y empleos, los entendemos, es necesario que venga la autoridad, pero piensen que nos afectan ahora a nosotros”, decía un conductor de transporte público a los manifestan­tes.

Ante la falta de organizaci­ón, policías de la Secretaría de Seguridad Pública lograron liberar el paso por minutos, pero los vecinos, al ver que no arribaban las autoridade­s delegacion­es, volvieron a cerrar.

“Ya quítense”, “mejor pónganse a trabajar, flojos”, “estorbos”, “váyanse a la delegación, aquí sólo nos afectan a nosotros”, fueron algunos de los reclamos que se hacían a los manifestan­tes.

“Se perdieron la mayoría de los muebles que vendemos, salas, camas. El agua llegó a los negocios porque los coches grandes estuvieron pasando sobre la avenida inundada y aventaron las olas, provocaron que las cortinas de la mayoría de los negocios se sumieran y que el agua entrara, y las autoridade­s no nos hicieron caso, por eso nos manifestam­os”, dijo Diego Suárez, comerciant­e.

En la manifestac­ión hubo jóvenes, mujeres, pero principalm­ente personas de la tercera edad, entre ellos el señor Carlos, quien perdió casi 100 mil pesos en mercancía, entre salas y otros muebles que tenía resguardad­os en su casa.

“Estamos desamparad­os e indefensos, no sabemos que vamos a hacer si viene lluvia como la de ayer, esperemos que ahora sí nos hagan caso, no tenemos agua porque se ensuciaron las cisternas y ahora tampoco tenemos con lo que nos mantenemos”, dijo el hombre.

Los vecinos comentaron que las inundacion­es en la zona llevan más de 20 años, y cada vez son más olvidados porque en pocas ocasiones al año llega personal de la delegación Iztapalapa para desazolvar.

“Aquí esta olvidado todo, muy pocas veces llegan a desazolvar, a barrer, además se pasan los carros y tiran basura, algunos vecinos y la gente que pasa también tira basura, cómo vamos a estar bien si no nos cuidamos entre todos, debemos poner más atención y pedimos que el gobierno esté al pendiente”, dijo Ismael, vecino de la colonia Santa Martha Acatitla.

No paran las inundacion­es. Otro punto donde los vecinos resultaron afectados fue la colonia Los Reyes Acaquilpan, en el municipio mexiquense de Los Reyes, a pesar de que se realizaron obras de drenaje para mitigar los riesgos de inundacion­es en la zona abierta de la Línea A, en donde se invirtiero­n 25 millones de pesos del fondo metropolit­ano.

Las casas de esta zona tienen la marca de humedad en al menos metro y medio, pues cada año en temporadas de lluvias se inundaban, desde hace 20 años; la gente dice que ya estaba acostumbra­da a que las aguas negras entraran en sus inmuebles, pero con las obras de drenajes que concluyero­n el año pasado, esto ya no ocurría, hasta el jueves.

“No te voy a mentir, si nos han ayudado las nuevas tuberías, pero era mucha agua y sabemos que también es imposible, se necesitan más obras, pero ahora no se inundaron tanto las vías y además el agua sólo trae lodo, antes venía muy aceitosa”, comentó Leonel Primavera, vecino de la calle Ferrocarri­l.

Tras la lluvia, esa zona se inundó provocando la suspensión de cinco estaciones de la Línea A del Metro, pero por la noche en coordinaci­ón con Grupo Tláloc de la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM) y personal de mantenimie­nto del Metro, realizaron trabajos de drenado y en la mañana, los afectados sólo tuvieron que limpiar el lodo que quedó en los interiores de sus casas.

“Esto lleva años, ya tenemos cuidados cuando son épocas de lluvia, pueden ver las paredes que están verdes de la humedad, sabemos que este problema no se arregla de la noche a la mañana, pero ya hicieron un poco”, dijo una vecina afectada.

“Nos inundamos ayer, subió el agua hasta dos metros en nuestras casas y negocios, pero ninguna autoridad vino a apoyarnos, tenemos pérdidas muy grandes” COMERCIANT­E Y VECINA DE SANTA MARTHA ACATITLA

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 ??  ?? La primera imagen, grabada por una vecina de la colonia San Miguel Teotongo, muestra el momento en el que el niño Ángel de Jesús es arrastrado por la corriente generada por las lluvias del jueves; en la segunda se ve la coladera en la que el cuerpo del niño quedó atrapado y donde murió por ahogamient­o.
La primera imagen, grabada por una vecina de la colonia San Miguel Teotongo, muestra el momento en el que el niño Ángel de Jesús es arrastrado por la corriente generada por las lluvias del jueves; en la segunda se ve la coladera en la que el cuerpo del niño quedó atrapado y donde murió por ahogamient­o.
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La mayoría de los comercios en las inmediacio­nes del Metro Acatitla son mueblerías que reportan pérdidas en mercancía tras la inundación.
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Los daños.En Los Reyes, Estado de México, después del cambio de tuberías y obras en drenaje, ya no se inunda tanto, aseguran vecinos de la zona.

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