¿Hay opción ante fake news?
Desde las elecciones presidenciales de 2012 se mencionaba que los equipos de campaña impulsaban la creación de cuentas falsas para generar la percepción de apoyos a sus respectivos candidatos, así como para generar temas de conversación (trending topics) en favor de su causa. Pero en cada nueva contienda electoral las redes sociales agregan algún elemento más que cuestiona lo que ahí se produce y se reproduce.
En la actual disputa por la Presidencia de la República, la lucha digital ya no es solo por la generación de tendencias, sino por la divulgación de fake news, la contratación de influencers, producción de videos y la creación de portales de noticias efímeros que buscan influir en el voto ciudadano del 1 de julio. ¿Cómo responder ante ello?
Este territorio, en lo que prácticamente nada está prohibido, es campo idóneo para que partidos o políticos caigan en la tentación de imponer regulaciones. Los intentos que se han dado en México fueron más en el sentido de coartar la libertad de expresión que de dar un orden a las redes sociales, por lo que ninguno ha prosperado.
Es imposible negar que en internet el delito y el abuso están a la distancia de un clic, pero no debe permitirse que la respuesta represente un eventual freno a la libre información.
Siempre será mejor educar a los usuarios de la red para identificar las noticias o los usuarios falsos y para que puedan reconocer a los medios periodísticos confiables. Sobre todo porque en los primeros meses de este 2018 se confirmó que en las elecciones estadounidenses de 2016 se sembraron noticias distorsionadas para quitarles votos a sus adversarios. Tampoco hay que olvidar que el 1 de julio alrededor de 15 millones de jóvenes mexicanos votarán por primera vez. Una inmensa mayoría de los cuales se informan solo por internet, en específico por lo que se difunde en sus redes sociales.
El ejercicio que se puso en marcha en esta campaña electoral en el sitio verificado.mx —una alianza de más de 60 medios de comunicación con el apoyo de Facebook, Google y Twitter, que tiene como objetivo denunciar el deliberado uso de información falsa para crear una percepción errónea en los millones de usuarios de las redes sociales— es una muestra del tipo de acciones que se requieren.
Son más de dos décadas de internet concebido como un ambiente de libertad. Sus puntos positivos siempre son más que cualquier aspecto negativo que ahí pudiera producirse. Lo prioritario tendría que ser proporcionar herramientas al público para que distinga entre lo cierto y lo falso. Eso siempre será mejor que imponer restricciones que devendrían en una virtual censura.