Tu mejor cara
Ellos también quieren lucir un cutis joven por más tiempo. He aquí cinco trucos infalibles
El cutis del hombre es más grueso y resistente en comparación al femenino. Genéticamente, la piel de ellos es 25 por ciento más gruesa debido a su mayor producción de grasa y vello, lo cual retrasa la aparición de arrugas, comportándose como una barrera antiedad.
La desventaja del tipo de piel que va de grasa a mixta es la oxidación del sebo que, en combinación con las células muertas, el sudor y los factores externos favorecen la aparición de puntos negros o espinillas. Te presentamos algunos consejos de cómo cuidar la tuya para mostrar siempre tu mejor cara:
1. Considera cuáles son los principales enemigos a evitar o reduce su consumo: el sol, el estrés, el tabaco, una mala alimentación y la ingesta de alcohol.
2. Mantén los granitos bajo control con espumas de afeitar antibacterianas que ayuden a reducirlos y controlar la irritación. No dejes de probar un gel matificante, ideal para combatir el brillo de zonas como la barbilla, la frente o la nariz.
3. Limpia tu piel con jabón neutro y algún tónico, te encantará su frescura. A continuación, usa un exfoliante con ingredientes naturales tres veces por semana. No necesitas tallar tu piel; con movimientos suaves y circulares retirarás totalmente los puntos negros. Si presentas acné acude a fórmulas con ácido salicílico o peróxido de benzoilo.
4. Con una crema hidratante frena las líneas de expresión por más tiempo. Sustituye la loción ‘aftershave’ —que generalmente contiene alcohol— por fórmulas humectantes, como bálsamos calmantes e hidratantes. No te olvides de las famosas “patas de gallo”, que se forman en la zona que tiene la piel más delgada y sensible. Día y noche tu salvadora será una crema para el contorno de los ojos.
5. No hay mejor aliado para combatir las arrugas que protegerse de los dañinos rayos UV. Un básico que debes tomar en cuenta de ahora en adelante: en las mañanas nunca salgas sin aplicar en tu rostro un bloqueador solar de 30 FPS (mínimo) a 50 FPS. Retócalo cada tres horas si estás bajo los rayos del sol, o cada cinco horas si estás en espacios cerrados.