Entendiendo las encuestas electorales hoy
Dada mi amplia experiencia, casi 50 años en encuestas políticas y estudios de mercado, cada vez que encuentro a gente que conozco me preguntan: “¿Quién va a ganar?”. Mi respuesta inmediata es: “No tengo la menor idea”. Por lo general me insisten en que les diga el porqué de esta respuesta enigmática y tengo que darles una extensa explicación del porqué de mi respuesta.
Recordemos que a últimas fechas las encuestas han tenido errores en sus predicciones y algunas de ellas han sido desastrosas como en el caso del Brexit, las elecciones en Estados Unidos y más recientemente las elecciones de Colombia y el referéndum del aborto en Irlanda. Los profesionales que han estudiado las causas de estos fracasos han determinado que son varias, y aquí las describo:
Muestreo. El principio estadístico básico para tener una muestra representativa es que cualquier persona del universo debe tener la misma posibilidad de ser elegido para contestar la entrevista. Actualmente, es casi imposible cumplir con esta premisa básica porque dadas diversas condiciones técnicas, económicas y sociales es poco factible hacerlo.
Niveles de rechazo. En México los niveles reportados varían mucho entre empresas, lo cual no es congruente con los márgenes de error que reportan. En algunos casos superan 50%, lo cual quiere decir que los resultados sólo representan a la mitad de las personas que tienen credencial de elector y que pudieron ser entrevistados. La pregunta es ¿qué tan representativo es el público entrevistado del total del universo en estudio?
Porcentaje que no quiere decir por quien votará o que estan indecisos. Los porcentajes que están reportando las encuestas de gente que no quiso responder a la pregunta, contestando cosas como “el voto es secreto”, y aquellos que dicen que están indecisos varían mucho. El número de personas que realmente se encuentran en esta situación, así como su decisión final pudiera cambiar los resultados de la votación en comparación a las encuestas.
Porcentaje que va a votar y quiénes que respondieron la encuesta lo hará. Es muy difícil que los encuestadores puedan definir qué porcentaje de los electores realmente va a ir a votar y, además, cuáles de los que contestaron la encuesta lo hará. En las encuestas el porcentaje que dijo que va a ir a votar tiende a ser mayor que el que realmente lo hace. Esto es principalmente debido a que es socialmente responsable decir que se va a ir a votar o que se votó.
Cambios en la decisión de por quién votar. Existe la posibilidad de que algunas personas cambien su decisión de por quién votar después de haber sido entrevistados. En México no es permitido publicar encuestas varios días antes de la elección, por lo cual este cambio puede producir una diferencia entre la última encuesta y el resultado final.
Diseño del cuestionario. Definitivamente puede influir en el resultado. Por ejemplo, en algunas encuestas la preferencia electoral se pregunta casi al principio, mientras que en otras se hace alrededor de la mitad y en otras se pregunta después de que ya se le hicieron muchas preguntas que pudieran, o no, influir en su respuesta.
Calidad de los entrevistadores. La calidad, experiencia, compromiso y capacitación del personal puede influir en los resultados de una encuesta.
En conclusión, los estudios de opinión siempre han tenido muchos retos, sin embargo, actualmente se han vuelto más difíciles, especialmente el poder cumplir con el requisito de tener una muestra representativa del universo en estudio, de reducir el porcentaje de gente que no quiere contestar, el número de personas que no quisieron contestar la pregunta y los que dicen que están indecisos.
Actualmente, en México, las encuestas tienden a indicar que el candidato de Morena tiene el mayor número de preferencias. Sin embargo, varían mucho de quién va en segundo lugar, de los porcentajes de diferencia entre cada candidato, de los que no quisieron contestar la pregunta de por quién van a votar y los indecisos. Técnicamente estas diferencias son mayores a los márgenes de error reportados, suponiendo que las muestras son aleatorias, lo cual es imposible. Lo difícil es determinar cuál o cuáles encuestas están reflejando la realidad del momento y cuáles no.
Algunas personas están diciendo que ya hay un seguro ganador. Esto pudiera ser cierto, pero también es igualmente cierto que esto pudiera no ser.
Es recomendable darles a las encuestas su justa dimensión y tratar de determinar cuál o cuáles pueden reflejar mejor la situación real del momento, leyendo la metodología que se utilizó para las encuestas. Para ello es muy recomendable leer las encuestas en las que se reporta tanto el número de rechazos como el porcentaje de personas que dicen que no han decidido por quién votar.
El INE establece que cualquier encuesta que se publique le debe de ser enviada y que éste debe publicar la metodología utilizada y los resultados. El ver esa información puede ayudar al análisis. Esta se puede encontrar en ine.mx bajo el título Elecciones Federales Ordinarias 2017-2018 Estudios Entregados.