Brasil tampoco brilla
Queda a deber en su estreno ante Suiza, que saca el empate luego de exhibir las carencias de la Canarinha
Rostov. — Brasil, uno de los grandes favoritos al título, se atascó en su debut mundialista ante Suiza (1-1), que puso de manifiesto todas las carencias de la Canarinha.
Ni rastro del jogo bonito y sí mucha precaución, lo que deslució un duelo que había despertado mucho expectación, especialmente tras el empate de Argentina.
Tras el triplete de Cristiano Ronaldo ante España y la actuación de Lionel Messi, mancillada por el fallo en el lanzamiento de penalti, se esperaba mucho de Neymar, pero éste apenas brilló, lastrado por la lesión en el tobillo que le tuvo tres meses fuera de las canchas.
El caso es que salió mejor Suiza, que parecía dispuesta a repetir la hombrada del Mundial de Sudáfrica. De hecho, el equipo de Vladimir Petkovic fue el primero en avisar por medio de Dzemaili, que remató por encima del larguero tras un recibir en el corazón del área un buen centro desde la derecha.
Un distraído Neymar recibía demasiado lejos de la portería y cada vez que tocaba el balón se le echaban encima dos jugadores de la escuadra helvética.
Entonces, apareció Coutinho y deshizo el entuerto con un golazo. Recibió el balón en el borde del área, armó la pierna derecha con una velocidad inusitada y colocó el balón en toda la escuadra izquierda defendida por Sommer, que aunque sabía a donde iba la pelota fue incapaz de alcanzarla (20’).
Pero los helvéticos tenían un plan y se mantuvieron fieles a él como un reloj suizo, incluso cuando iban por debajo en el marcador, aunque les faltó el último pase y las incursiones del hispano-chileno Ricardo Rodríguez, muy controlado toda la noche.
A la salida de un córner Zuber Rostov.—El árbitro mexicano César Ramos se encargó de impartir justicia en el choque entre Brasil y Suiza; sin embargo, no salió bien librado por dos penaltis no marcados a favor de Brasil y una falta en la jugada del empate. remató de cabeza completamente solo tras empujar ligeramente a su marcador, Miranda, y marcó el gol del empate (50’).
Espoleados por la numerosa torcida brasileña, los de Tite adelantaron líneas y apostaron por un Marcelo muy adelantado.
Coutinho tuvo en sus botines una inmejorable ocasión para desnivelar de nuevo, pero tras deshacerse de la marca con un mágico control con el pecho, disparó desviado. Enseguida, Gabriel Jesús pidió insistentemente penalti, Firmino hizo intervenir a Sommer con un cabezazo y Miranda remató fuera a la salida de un córner.
Brasil había caído en la desesperación, justo contra lo que había avisado en la víspera su técnico, quien aseguró también que no ganar el primer partido no sería una desgracia.
•