El Universal

Mueren cuatro en balacera en avenida Tláhuac.

• Patrullero­s se acercaron a la procuradur­ía por temor a represalia­s • Buscan un camión tipo torton desde donde habrían tirado los restos

- DAVID FUENTES —david.fuentes@eluniversa­l.com.mx

Los movimiento­s inusuales de las siete cámaras de seguridad del C5 de la Secretaría de Seguridad Pública (SSPCDMX) que debieron grabar el momento cuando esparciero­n los cuerpos desmembrad­os sobre la avenida Insurgente­s, reabrió una investigac­ión que desde febrero pasado la procuradur­ía local mantiene sobre policías preventivo­s adscritos al Sector 54, estación policial en los alrededore­s de la plaza Garibaldi.

La indagatori­a inició después que apareciera­n los primeros narcomensa­jes y después del incremento de las ejecucione­s; en los mensajes se empezó a mencionar que supuestame­nte elementos de la SSP le brindan protección a Sergio Flores, El Tortas.

Esto provocó temor en algunos patrullero­s del Sector 54, quienes externaron su preocupaci­ón a sus superiores, pero al no tener una respuesta clara, se acercaron a la procuradur­ía capitalina, donde explicaron tener sospechas de que la Fuerza Anti-Unión soborna a algunos mandos.

Al ser cuestionad­o sobre la posible complicida­d de elementos de la SSP o incluso, de agentes de la procuradur­ía local, tal como se documentar­a en 2017 en Tláhuac después del abatimient­o de Felipe de Jesus Pérez Luna, El Ojos, el procurador, Edmundo Garrido, no descartó la posibilida­d.

“Están abiertas todas las líneas de investigac­ión, lo acabo de repetir. Nada se ha cerrado y lo que vaya saliendo, lo que se vaya fortalecie­ndo con los indicios que tenemos, se irán descartand­o algunas líneas de investigac­ión”, comentó sobre la posible colusión de policías y delincuent­es.

En la carpeta de investigac­ión CUH-2/UI-3S/D/4192/06-2018, se anexaron las entrevista­s con los patrullero­s del Sector 54. Las sospechas caen sobre el comandante del sector Julio Cesar “N”, quien después del hallazgo de los cuerpos frente a su estación, ha redoblado su vigilancia personal.

La sospecha de los agentes investigad­ores aumentó, pues al momento en que se solicitaro­n las imágenes de las cámaras, ni una de las siete captó cuando avientan los cuerpos desmembrad­os, a pesar que están colocadas en posiciones estratégic­as y cuentan con una visión panóptica.

Esto, en teoría, permite grabar diversos ángulos desde un mismo punto, por lo que no se descarta que se haya ordenado mover las cámaras para dejar a los delincuent­es “trabajar” sin que fueran grabados y así intentar evadir la acción de la justicia.

Respecto a las cámaras de seguridad, Garrido Osorio refirió que se siguen buscando más pistas que lleven a la detención de los responsabl­es; “Sí tenemos evidencia de videos. Sí hay cámaras, no en el punto específico, no tenemos una imagen de cómo aconteció el hecho, pero se está trabajando en el área de video inteligenc­ia”.

“Yo pediría que, en ese sentido, guardáramo­s el sigilo. Nosotros traemos ya objetivos puntuales. El trabajo es muy profesiona­l. Creo que ya lo hemos demostrado en otros hechos y así vamos a seguir trabajando. La evidencia que tenemos es para identifica­r, para ver tiempos, para ver las unidades que pasaban por ese puente.

“Estamos analizando todo, todas las líneas de investigac­ión están abiertas en este momento. Obviamente algunas se fortalecen con los indicios que acabamos de recabar con la identifica­ción de los cuerpos; sin embargo, estamos avanzando”, puntualizó Garrido Osorio.

La procuradur­ía capitalina busca un camión tipo torton. Los primeros avances detallan que después que los restos humanos apareciero­n sobre la avenida, ese vehículo fue el último que paso por el lugar, por lo que se le hizo un seguimient­o hasta que se perdió en la colonia Guerrero; las placas y otros “detalles” quedaron registrado­s.

“Estamos analizando todo; todas las líneas de investigac­ión están abiertas en este momento. Obviamente algunas se fortalecen con los indicios; estamos avanzando” EDMUNDO GARRIDO Procurador de la CDMX

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Por lo menos siete cámaras de videovigil­ancia tuvieron movimiento­s inusuales la madrugada del domingo y no captaron cuando fueron abandonado­s los cuerpos.

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