Alejandro Cervantes Llamas
Depreciación del peso y Fed explicarán incremento en tasa de Banxico
La Junta de Gobierno del Banco de México dará a conocer el jueves su anuncio de política monetaria, donde probablemente incremente en 25 puntos base (pb) su tasa de referencia ubicándola en 7.75%, su nivel más alto desde enero de 2009. El mercado descuenta con 88% de probabilidad un alza ese día (utilizando los futuros de la TIIE), mientras que el 71.4% de los economistas encuestados por Bloomberg estiman que ocurra dicho incremento.
Un tema central en el texto del comunicado de política monetaria será el impacto de la reciente depreciación de la divisa mexicana sobre el proceso de formación de precios de la economía. Desde el 17 de abril –día en el que el tipo de cambio alcanzó su mínimo en el año– el peso mexicano se ha depreciado alrededor de 12% reflejando principalmente la volatilidad generada por la incertidumbre en torno a las perspectivas de renegociación del TLCAN.
En este contexto, cabe destacar que en dicho periodo, el promedio de las divisas de economías emergentes se depreció 6.6% (de acuerdo con el índice de divisas emergentes de JP Morgan). La depreciación de la divisa mexicana sólo ha sido superada por las registradas por el rand sudafricano, la lira turca y el peso argentino.
Cabe reconocer que la deprecación del peso no sólo podría impactar directamente a la inflación –por el incremento de los precios de los productos comerciables– sino también podría afectar las expectativas inflacionarias, ya que hay varios estudios que apuntan que depreciaciones sostenidas del peso impactan al índice general de precios al consumidor. Así, si se considera que durante los próximos meses podría continuar la volatilidad de la divisa mexicana ante la incertidumbre con relación a la permanencia de EU en el TLCAN, y que ello pudiera dificultar la convergencia de la inflación hacia la meta de Banxico de 3%, es muy probable que el banco central mexicano persiga acotar dicha volatilidad incrementando su tasa de referencia en 25 puntos base.
Por otra parte, el alza de la Fed del 13 de junio en su rango objetivo probablemente será otro factor que podría detonar el incremento de la tasa de referencia de Banxico, considerando la alta participación de los inversionistas extranjeros en bonos de corto plazo del gobierno mexicano y la importancia del diferencial entre la tasa de fondeo en México y la tasa de los fondos federales de EU.
Como se comentó en esta columna el pasado 22 de marzo, Banxico no maneja la tasa de interés de referencia en términos absolutos sino que, dada la influencia global de la economía norteamericana, sólo fija el diferencial entre la tasa de fondeo de México y la tasa de fondos federales de EU. Por lo tanto, si la Fed sube su tasa de referencia, cabría esperar que el Banco de México prácticamente de manera independiente al ciclo económico mexicano y al nivel de inflación en México, buscará mantener el diferencial de tasas entre ambos países. Ello considerando que de no hacerlo podría presentarse una depreciación del peso mexicano con relación al dólar que, a su vez, podría propiciar un deterioro de las expectativas inflacionarias.
Por lo anterior, es poco probable que el banco central mexicano tenga espacio para recortar su tasa de referencia en la segunda mitad del año.
Los participantes del mercado ya descuentan dos incrementos adicionales en la tasa de referencia en EU, por lo que un recorte en la tasa de Banxico probablemente se traduciría en una mayor depreciación de la divisa mexicana. En este marco de referencia, cabría reconocer la posibilidad de que Banxico en su reunión de política monetaria del próximo 4 de octubre nuevamente considere incrementar su tasa de referencia en 25pb, siguiendo el aumento de la misma magnitud que probablemente realizará la Fed en su reunión del 26 de septiembre. Con ello, la tasa de referencia en nuestro país probablemente cerraría el año en 8%.