Juez libera a hijo de El Señor de los Cielos
• Cumplió condena de 7 años y 6 meses por lavado; salió el 12 de junio
Vicente Carrillo Leyva El Ingeniero, hijo de Amado Carrillo Fuentes El Señor de los Cielos, recuperó su libertad luego de cumplir con su condena de siete años y seis meses en prisión.
Alrededor de la medianoche del pasado 12 de junio, Carrillo Leyva abandonó el penal federal de occidente, en el estado de Jalisco, donde pasó más de nueve años encerrado confirmaron las fuentes federales.
Una vez que el juez de Ejecuciones Penales constató que la Procuraduría General de la República (PGR) no tiene ninguna acusación ni investigación pendiente contra Carrillo Leyva, ordenó al Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social de la Secretaría de Gobernación (Segob) dejarlo libre.
El hijo de El Señor de los Cielos fue detenido desde abril de 2009 en la colonia Lomas de Chapultepec, en la Ciudad de México, mientras se ejercitaba y se le iniciaron seis procesos penales, de los cuales en cuatro fue absuelto y condenado sólo por dos.
Desde marzo de 2011 permanecía en el penal federal de occidente, en Jalisco, por supuestamente blanquear un millón 930 mil 357 pesos en el sistema financiero de 1998 a 2009, delito por el que fue condenado a siete años y seis meses de prisión.
Según la PGR, realizó depósitos bancarios sin acreditar la procedencia legal del dinero en efectivo, razón por la que fue acusado de operaciones con recursos de procedencia ilícita (lavado de dinero).
También fue procesado por utilizar una credencial de elector falsa con el nombre de Alejandro Peralta Álvarez, delito por el que fue condenado a tres años de prisión que ya cumplió.
Desde julio de 2016, el también conocido como Vicentillo, solicitó un amparo contra la resolución del juez Decimocuarto de Distrito en Procesos Penales Federales en la Ciudad de México quien le negó la libertad.
En su petición, El Ingeniero o Vicentillo indicó que se le debía conceder uno de los beneficios del nuevo Sistema de Justicia Penal que establecía que por delitos que no contemplan prisión preventiva de oficio, como el de lavado de dinero por el que fue condenado, podía continuar su proceso en libertad.
El juez penal consideró que no era posible aplicarle los beneficios de la reforma penal tomando en consideración que su proceso inició antes de su entrada en vigor.
Debió esperar a compurgar su pena para que el juez de ejecuciones penales pudiera ordenar su libertad.