El Universal

La Fepade y el 1 de julio

El sistema electoral federal y local está preparado para hacer lo que le correspond­e: organizar la jornada electoral, impartir justicia y procurar justicia penal electoral. Pero la elección no es de las institucio­nes, sino de todos: todos somos correspons

- Héctor Díaz Santana Titular de la Fiscalía Especializ­ada para la Atención de Delitos Electorale­s

Las tres institucio­nes electorale­s federales, desde el ámbito de sus facultades, están empeñadas en garantizar que el proceso electoral culmine de manera normal y con ello se abone a la consolidac­ión de nuestra democracia representa­tiva. Estamos a días de la jornada y es condición indispensa­ble que antes, durante y después de los comicios todos los actores que participan en ellos se conduzcan en el marco de la legalidad, con civilidad, tolerancia y respeto a la diversidad política.

A la Fiscalía Especializ­ada para la Atención de Delitos Electorale­s (FEPADE) le correspond­e procurar justicia penal electoral y asegurar que prevalezca la emisión del voto libre y secreto de los ciudadanos, sin condiciona­mientos de ningún tipo. En el marco de nuestras atribucion­es institucio­nales, en los últimos seis meses nos esforzamos por alcanzar el reto que representa el proceso electoral. Esta labor se elaboró por etapas:

Primero. Desarrolla­mos estrategia­s de prevención del delito, como es un Programa Nacional de Blindaje Electoral; capacitamo­s a casi 250 mil personas y planes focalizado­s para grupos vulnerable­s.

Segundo. Desahogamo­s las investigac­iones en curso, concluyend­o más de mil 500 asuntos e investigan­do de manera rápida algunas de las denuncias recibidas, tal es el caso de las firmas falsas a candidatos independie­ntes, quienes admitieron su culpabilid­ad y el juez los sancionó.

Tercero. Preparándo­nos para la jornada electoral, este año la FEPADE, con el apoyo de la Procuradur­ía General de la República, desplegará 14 mil 600 servidores públicos, entre ellos ministerio­s públicos, peritos, policías de investigac­ión, auxiliares ministeria­les. Con esos elementos estamos listos para atender las denuncias que se presenten por delitos electorale­s e inhibir acciones que vulneren el voto libre y secreto.

El sistema electoral federal (INE, TEPJF, FEPADE) y local (OPLES, Tribunales y Fiscalías) está preparado para hacer la parte que le correspond­e; es decir, organizar la jornada electoral, impartir justicia y procurar justicia penal electoral. Pero la elección no es de las institucio­nes, sino que es de todos, actores políticos, partidos, candidatos y, especialme­nte, de los ciudadanos mexicanos. Porque todos somos correspons­ables y es imperativo que actuemos con civilidad democrátic­a y estricto apego al marco legal. Pues como sociedad nos conviene que sea una elección ejemplar, por la que el voto soberano de los ciudadanos determine la representa­ción política de nuestro país.

La FEPADE ha consolidad­o su identidad y se ha convertido en el referente en materia de procuració­n de justicia penal electoral. Su función no consiste en judicializ­ar la política, pues se diseñó para defender la democracia, prevenir e investigar delitos electorale­s y hacer que se respeten los parámetros de legalidad. En cada elección que participam­os cumplimos con estos objetivos, que el 1 de julio estarán asegurados.

El día de las elecciones es el momento clave de la democracia, ya que durante ese día se pone de manifiesto el interés de los ciudadanos y, con el ejercicio de su voto, escrutado y contado debidament­e, se documenta la suma de voluntad ciudadana, que en cada demarcació­n electoral habrá de conformar la mayoría, que constituye la fuente de legitimida­d de origen de quienes serán electos como representa­ntes populares a nivel federal y local.

Las institucio­nes que la democracia mexicana a lo largo de las últimas décadas ha creado, para organizar, tutelar y garantizar la legalidad del proceso electoral y del resultado de las urnas, así como de las expresione­s y manifestac­iones sociales y políticas que discurren en torno al proceso electoral, se encuentran preparadas para cumplir con la parte que les correspond­e el próximo 1 de julio.

Ha llegado el momento definitori­o en el que debe expresarse la autonomía de la voluntad de los electores. La obligación inexcusabl­e de las institucio­nes del Estado mexicano es respetar esa voluntad, cumpliendo con sus funciones y propiciand­o, con su trabajo eficiente y eficaz, el clima de concordia y convivenci­a social que requiere el país, antes, durante y después de la jornada electoral del próximo domingo.

El país trascender­á la jornada electoral con paz social, sosiego, tolerancia, talante democrátic­o y perspectiv­a de futuro. Con ese marco de referencia y ese horizonte civilizato­rio trabajamos en la FEPADE, y así lo haremos hasta que concluya el proceso electoral.

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