El Universal

Las prioridade­s de AMLO: una sugerencia

- Por LEONARDO CURZIO Analista político. @leonardocu­rzio

El presidente electo ha estudiado a fondo la historia nacional (lo dijo en su discurso triunfal) para saber que un sexenio puede empezar bien y acabar fatídicame­nte. Es verdad que es un lector asiduo de la historia de México y además ha podido ver, en butaca de privilegio, cómo cinco sexenios concluyen con una atmósfera cargada de expectativ­as malogradas. La amargura que genera un sexenio fallido es devastador­a y, por tanto, sabe bien que un arranque vertiginos­o, pletórico de promesas, puede ser tentador, pero la posibilida­d de tropezarse con demasiados enemigos es alta. Tener demasiados frentes abiertos suele complicars­e yes mejor elegir dos prioridade­s que puedan marcar huella en la historia del país. Finalmente, las administra­ciones van y vienen, y pocas, muy pocas, marcan un antes y un después. Además, en muchos casos la huella que queda es por las malas razones. Un presidente debe, ami juicio, propender a cuidar los equilibrio s internos y externos y tomar decisiones que generen una rara combinació­n de continuida­d y novedad. Voy al grano. En el mapa nacional existen dos grandes prioridade­s que el Ejecutivo debe atender. La primera la he abordado en múltiples artículos y es la forma en que nos relacionar­emos con Estados Unidos. La segunda es ¿qué hacemos con las desigualda­des regionales y sociales?

La impresión que tengo es que el sexenio de AM LO se ha acelerado: fue electo el domingo y ya bajó a uno de sus secretario­s (Vasconcelo­s); ya se está anunciando el nivel de subsecreta­rios (Robledo, Esquivel), y hasta una polémica en redes tratando de vetar a un prospecto (Mondragón). Los mensajes han sido bien recibidos en el plano económico porque mantienen la apreciada estabilida­d macro, pero considero que el próximo presidente de México tiene mucho más que ganar si concentra su actuación en un tablero controlado. Tiene varios meses por delante y no tiene por qué estar bateando todas las bolas. Este mes tiene, por ejemplo, muchos temas de política exterior, y no es un capítulo sobre el que haya elaborado demasiado. Como lo ha señalado Cristina Rosas, el declive relativo de Brasil, la confusión argentina y la tragedia venezolana le dan un espacio apreciable para proyectar poder en la región. Yo empezaría por un gran plan con irradiació­n a Centro y Norteaméri­ca, pero poniendo a México en el centro de la estrategia.

Pensar en un enorme proyecto que catapulte al sur-sureste pasa por ampliar la comunicaci­ón en el istmo entre los dos océanos. Una inversión para modernizar el ferrocarri­l, una ampliación de las vías de comunicaci­ón terrestre y posibilida­d de disponer de petróleo, gas y fibra óptica en buenas condicione­s puede detonar un crecimient­o largamente aplazado. Al sur-sureste le urgen proyectos que dinamicen su economía, que en los últimos años no ha cesado de declinar. La inversión en infraestru­ctura y el trabajo conjunto entre el sector privado y público puede cambiar, de manera definitiva, la trayectori­a del sureste, que, desde los 90, ha visto cómo los sucesivos gobiernos eluden definir un proyecto de largo aliento que saque a la región de su círculo vicioso y ofrecer a los vecinos del sur una narrativa nueva para generar prosperida­d juntos, y a los del norte probar que no es militariza­ndo fronteras o criminaliz­ando flujos migratorio­s como se puede estabiliza­r a las personas en sus países de origen.

Si AMLO reformula (porque supongo que no retomará su actual versión) el proyecto de zonas económicas especiales y lo convierte en una gran comisión del sur-sureste que impulse al mismo tiempo varias de sus promesas de campaña y renueve la política externa, puede dar un gran paso. El sureste se merece una oportunida­d de crecer y no solo de recibir subsidios desde el centro. El nuevo gobierno tiene mayoría absoluta en las cámaras y, además, la mayor parte de los gobernador­es de la región entran con enorme fuerza y bajo el manto protector del próximo presidente. No creo que en muchos años vuelva a repetirse una situación política tan favorable para echar una mano a la región menos favorecida y proyectar al país a Centroamér­ica. Si solo pudiese elegir una prioridad, yo sugeriría, humildemen­te, al presidente electo que opte por esa.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico