GLORIOSO
Francia gana su segundo Mundial tras imponerse a la combativa Croacia, que no puede ante el mayor talento de los galos.
Moscú.— Fue el segundo título mundial para un equipo que dominó Rusia 2018 a su antojo. Nunca existió riesgo, ni en los momentos en los que confiaba más en sus estupendos defensas que en sus explosivos delanteros. Didier Deschamps, que ya había ganado la Copa del Mundo como jugador, sabe que para ser campeón, la efectividad es esencial, la contundencia es la mejor arma y la inteligencia, la herramienta más utilizada en el campo.
El grupo selecto de los ocho monarcas no sufre cambios, solamente una estrella más para Francia, que ya puede bordar dos en su camiseta. Pero quien sí está en la historia del futbol es Deschamps. Se une a Mario Lobo Zagallo y Franz Beckenbauer como los únicos tres en ser campeones como jugador y entrenador.
Francia tuvo un aliado cuando más lo necesitó, en el momento que mayor sufrimiento tuvo durante el Mundial. Esos 17 minutos del inicio quedarán como el dominio más abrumador que padeció en Rusia. Pero Néstor Pitana se encargó de solucionarle sus problemas al pitar una falta inexistente sobre Antoine Griezmann, a unos 10 metros del área. De ahí salió el centro para que Mario Mandzukic anotara en su propia puerta.
Ese golpazo no desanimó a los croatas, quienes siguieron agobiando a los franceses. El balón era de los balcánicos y, así, los galos se sentían cómodos en el campo. Una jugada de tres cabezazos en el área terminó con el balón en los pies de Ivan Perisic, quien cruzó un disparo potente y fusiló a Hugo Lloris.
El partido estaba para Croacia, hasta que apareció el VAR. Jugada que marcó el Mundial, porque Pitana no había sancionado mano de Perisic, solamente tiro de esquina. Desde cabina de videoarbitraje le llamaron, fue a revisar, estuvo casi dos minutos viendo repeticiones y, cuando tomó la decisión e iba al campo a marcar lo que vio, se regresó y volvió a ver las imágenes. Determinó que fue mano deliberada y marcó penalti. Griezmann lo tiró perfecto y, desde ese momento, el dominio mental fue para el equipo de Deschamps, aunque los croatas siempre tuvieron el balón.
Cuando inició el segundo tiempo de la final, se mostró el cansancio de haber jugado tres tiempos extra antes de llegar a la capital Moscú. Solamente Luka Modric continuaba con el mismo aceite que tuvo duramente el Mundial.
Y apareció la especialidad gala. Velocidad pura de Kylian Mbappé, quien corría como si estuviera compitiendo por los 100 metros en unos Juegos Olímpicos, encontró a Griezmann, quien a su vez tocó la pelota a Paul Pogba, que no tuvo dos chances de tirar a la portería de Subasic. Se acabó todo.
Mbappé hizo el cuarto. Croacia dio pelea, pero se necesita estirpe, la que mostró Francia en Rusia 2018. •
“Tengo una historia que escribir, es el comienzo. Tengo la intención de ir más allá” KYLIAN MBAPPÉ Delantero de la selección gala “El año pasado murió mi papá. Miramos juntos el Mundial de 1998 y por eso hoy lo recuerdo mucho” PAUL POGBA Centrocampista francés “En una final de Copa del Mundo no se marca un penalti así. Francia es un buen campeón” ZLATKO DALIC Entrenador croata