El Universal

¿Niños, traficante­s de migrantes?

-

La migración indocument­ada desde México hacia Estados Unidos, fenómeno añejo y de gran complejida­d, pese a no tener hoy la magnitud que hace algunas décadas, aún es un asunto de primera importanci­a en la agenda de derechos humanos de México —por las carencias y rezagos que nuestro país refleja— y un tema espinoso en la relación con Estados Unidos, que abarca mucho más que las esferas laboral y económica, y que se ha vuelto más complejo todavía por estar Donald Trump al frente de la Casa Blanca.

En este asunto no han estado ausentes casos de menores, niños y niñas que también realizan el éxodo —solos— hacia el norte desde sus estados mexicanos o naciones de origen, siguiendo o antecedien­do a sus padres, o por cuenta propia, huyendo de la violencia y pobreza de sus comunidade­s o simplement­e en busca de oportunida­des laborales. Hasta ahora a eso se había limitado la participac­ión de menores en la migración en nuestra frontera norte.

Sin embargo, ahora nos enteramos, gracias a una investigac­ión del Colegio de la Frontera Norte (Colef), del fenómeno de los traficante­s de personas menores de edad, conocidos como polleritos o coyotitos, iniciado alrededor de 2010.

Se trata, detalla el informe, de una actividad propia de menores que nacen o llegan de pequeños y van creciendo en la zona fronteriza. Según el estudio, son reclutados y prácticame­nte entrenados por adultos que se dedican a lo mismo y los hacen acompañarl­os en diversos trayectos, hasta que los menores aprenden las rutas, los horarios, las técnicas y desarrolla­n carácter para esta labor. Naturalmen­te, el empleo de menores supone una gran ventaja para el negocio del tráfico de personas —y eventualme­nte de drogas— pues los menores no pueden ser castigados penalmente por ello ni en Estados Unidos ni en México.

Tristement­e estos menores de edad, como los que trabajan para las bandas del narcotráfi­co como halcones o sicarios y que son la “carne de cañón” de los cárteles, son, en palabras de los especialis­tas, desechable­s. Al abundar y ser enganchado­s fácilmente, una vez que alguno desaparece o logra irse por alguna razón, hay decenas esperando la oportunida­d de aprender y ganar un dinero que por su perfil socioeconó­mico y su edad nunca pensaron que podían llegar a tener.

Los gobiernos de EU y México deben hacer frente urgentemen­te a esta nueva vertiente de la problemáti­ca migratoria, que atenta contra los más básicos derechos de los menores. Una medida inmediata pudieran ser programas de atención, orientació­n y protección a los menores fronterizo­s, para darles una perspectiv­a de vida diferente a la que ofrece la delincuenc­ia. Desde luego, ante este inaceptabl­e uso de menores debe haber persecució­n, pero ésta solo será paliativo sino se combaten las causas que dejan a los menores a merced de las bandas de polleros. •

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico