Un grito de distinción y estilo
Motos. La BMW R nine T Motorrad Spezial lleva a otro nivel la personalización y el estilo de las dos ruedas.
Si eres de esas personas que siempre quiere algo más con su compra, algo que lo diferencie del resto, o si el grado de personalización lo es todo para ti, la BMW R nine T Motorrad Spezial, es una gran opción con un nuevo halo de exclusividad.
Creo que hablar de la BMW R nine T, ya como que sobra un poco, y no me lo tomen a mal, me refiero a que ya hemos escrito mucho de ella y sus bondades (la Scrambler, la Pure, el concepto Lac Rose, la scrambler de JVB-Moto). Pero en caso de que acabes de salir de una burbuja espacio-temporal, te comentamos que esta moto nació hace ya cinco años, desmarcándose mucho del resto de la gama, ganándose un lugar en el gusto de los clientes por su carácter rudo y estilo retro, no solo en el diseño, ya que también el manejo es muy bronco.
BMW tiene una costumbre de crear muchas variantes a partir de un modelo, algo que se puede ver tanto en los autos como en las motos, y la R nine T no podía ser la excepción. Actualmente encontramos cosas como la Scrambler, Pure (básica), Urban G/S (que pronto les traeremos un reporte de manejo) y la Racer, impactante a la vista aunque enemiga de tu espalda baja. Por si fuera poco en cada versión existe una gama de personalización, pero ninguna como la de BMW Motorrad Spezial. Algo que la hace única y sumamente cara.
La base del lujo. Todas las R nine T son iguales (excepto por la suspensión invertida en la R nine T básica), es decir, este tremendo animal de 222 kg presume un motor bóxer que desarrolla 110 caballos de fuerza y un par motor de 116 Nm, que “patean” que da gusto en la aceleración y recuperación de velocidad.
Se trata de una moto donde impera la onda de antaño, poca comodidad, mucho estilo y nada de electrónica (bueno, sí nos ofrece frenos ABS). Encender esta moto hace que todos volteen, al igual que al acelerar, pero si te pasas de listo o quieres impresionar puedes salir derrapando. En este modelo, cada vibración del motor se siente por tus brazos, piernas y te revuelve el cerebro para que te acuerdes que estás vivo. Manejar la R nine T no es precisamente cómodo, pero sin dudas te acostumbrarás y sabrás cómo debes hacerlo si piensas en hacer un viaje largo. Será cuestión de semanas para que tu espalda, espinillas y piernas “den de sí” y con el tiempo te convertirás en un as de la moto.
Sin lugar a dudas, en la moto de BMW, el tema de la postura y esfuerzo físico apela al viejo dicho de “más vale maña que fuerza”. Además de todo esto, la R nine T es una moto altamente personalizable (por lo cual resulta la lógica primera exponente de BMW Spezial), algo que se debe principalmente al chasis. El bastidor de tubos entramados de acero, especialmente desarrollado para este modelo, incluye al motor bóxer como elemento importante. La estructura básica está compuesta por una parte delantera con suspensión integrada, así como por una parte posterior con soporte para el basculante. El subchasis desmontable permite elegir entre una estructura para dos personas o una sola. En este último caso, la imagen estética de la motocicleta tiene una apariencia más clásica.
La superficie de numerosas piezas de aluminio forjado, como las horquillas o la suspensión en la que se encuentra el emblema de BMW Motorrad, se somete a un tratamiento de granillado con minúsculas perlas de vidrio y, finalmente, reciben un acabado de anodizado natural. La historia de los más de 90 años de existencia de la marca también queda reflejada en el faro redondo con el emblema en la parte central.
El toque chic Llegamos a lo que hace más especial a esta moto, el apellido Spezial. Los ac- Cada elemento cesorios extras que tiene no son de post venta, sino que así llega de fábrica, e incluso cada elemento está enumerado en la factura y puede entrar en el financiamiento.
Las piezas tienen un grado artesanal en su manufactura, por lo cual el precio de una BMW R nine T Spezial se puede elevar en casi 70 mil pesos. Sí, la exclusividad cuesta.