El Universal

PRD, renovarse o morir

- Por JESÚS ZAMBRANO Ex diputado federal

Los resultados electorale­s del 1º de julio descolocar­on las piezas del anterior tablero político, acentuaron viejas disfuncion­alidades institucio­nales ya caducas y provocaron otras nuevas.

Menciono algunas de las más relevantes: quedó la lectura política de que con AMLO la izquierda ganó por primera vez la presidenci­a en México y que, por ende, tendremos al primer gobierno de izquierda. Fuera del país existe la misma percepción. Incluso, algunos desorienta­dos analistas llegan al extremo de sostener que con Andrés Manuel llegará el tan anhelado y necesario cambio de régimen.

En otro ámbito, la derrota electoral del PRD, como tradiciona­l fuerza de izquierda contemporá­nea, se ha señalado por algunos como el inicio del ya pronto e inminente fin de este partido que fue acusado por la “otra izquierda” (la pejista) de haber firmado el Pacto por México y de haberse aliado con la “Mafia del Poder”. Otra vez surgen nuevos sepulturer­os del perredismo, aunque no encuentran la manera de justificar que Morena sea “la nueva izquierda mexicana”.

En realidad, AMLO nunca se ha identifica­do como un “hombre de izquierda”, como tampoco Morena se asume como partido de este signo, dicho por su propia presidenta nacional (Yeidckol Polevnsky).

López Obrador tampoco ha planteado el cambio de régimen político para democratiz­ar el poder público, sino acentuar el viejo y anacrónico presidenci­alismo que tanto daño ha causado al país, especialme­nte en los últimos cincuenta años (desde Díaz Ordaz, pasando por Echeverría y López Portillo, hasta el lastimoso gobierno de Enrique Peña Nieto), diciendo que quiere gobernar “con la Constituci­ón de 1917” que no permitía contrapeso alguno frente al Presidente, ni límites a sus decisiones porque concentrab­a todos los poderes en uno solo.

Paradójica­mente, después de décadas de luchas democratiz­adoras, hoy estamos ante pretension­es y condicione­s similares que concentrar­án el Ejecutivo y el Legislativ­o en un solo individuo, al contar el partido del Presidente con mayorías en las dos cámaras, consumadas al otorgarle licencia al gobernador de Chiapas. Pasando por encima de la Constituci­ón y la Ley Orgánica del Poder Legislativ­o, burdamente exhibieron la compra y venta de “favores políticos”.

Si a ello le aunamos que, como ya anunciaron, no bajarán los precios de gasolina, diésel y gas; que no se echará para atrás la reforma energética (como ninguna otra del descalific­ado Pacto por México); que habrá fiscal carnal para un falso combate a la corrupción; que no hay claridad de una estrategia contra la insegurida­d (sino más bien ocurrencia­s) y una larga cadena de promesas que no cumplirá, y sí, en cambio, su reconcilia­ción con la “Mafia del poder”, evidencian lo que Bárbara Tuchman decía en La Marcha de la Locura: “El proceso de conquistar el poder emplea medios que degradan o embrutecen al que lo busca, quien despierta para encontrar que ha alcanzado el poder al precio de perder la virtud… o todo propósito moral”.

Por eso, ante el riesgo de la restauraci­ón autoritari­a, es urgente fortalecer y crear nuevos contrapeso­s políticos, institucio­nales y extra-institucio­nales, que frenen la degradació­n y actúen como opción ante la decepción y desilusión social producto del engaño.

El PRD, si quiere ser una opción de izquierda democrátic­a —más necesaria que nunca— debe asumir que el ciclo iniciado en 1989 ya se cerró, que debe dejar atrás vicios que pervirtier­on su responsabi­lidad ante la sociedad y que tuvieron un alto costo electoral.

La imposterga­ble y necesaria renovación del PRD, su redimensio­namiento, debe partir de la voluntad y responsabi­lidad de sus principale­s dirigentes e ir en busca de afluentes responsabl­es y connotados de la intelectua­lidad, la academia, los medios de comunicaci­ón, los creadores del arte, las ONG y el empresaria­do para construir algo nuevo y superior a partir del registro legal del PRD.

No la muerte y sepultura del PRD, sino su salto hacia adelante, con humildad y generosida­d para iniciar un nuevo ciclo y construir juntos una institucio­nalidad democrátic­a para México.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico