Ladrones de comensales se “mudan” a la Nápoles
• En la Zona Rosa, Narvarte y la Roma-Condesa bajaron los reportes de robos, pero aumentan en la B. Juárez
Los robos a comensales continúan pese a operativos implementados por las corporaciones de seguridad.
Aunque las denuncias han disminuido en el corredor Roma-Condesa, la Zona Rosa y en la Narvarte, ahora los delincuentes se centran en nuevos sectores.
Los estadísticas de la procuraduría local muestran que se “mudaron” a la colonia Nápoles, donde la noche del sábado los comensales del restaurante Nonsolo, fueron víctimas de la delincuencia. Según lo establecido en la carpeta FBJ/BJ-1UI-2S/D/5712/09/2018.
Al filo de las 23:00 horas tres sujetos armados irrumpieron el lugar ubicado sobre la calle Pensilvania 190 en el cruce con la calle Georgia, de la delegación Benito Juárez, y amenazaron a los cuatro empleados y a cinco clientes que en ese momento estaban en el lugar, a quienes les robaron dinero en efectivos, relojes, joyas y teléfonos celulares.
Los delincuentes, según los testimonios, eran dos hombres y una mujer que “vestían bien”, por lo que no sospecharon que los fueran a robar cuando ingresaron al restaurante. El botín fueron tres iPhone de modelo reciente, tres celulares de la marca Samsung —también de alta gama—, dos carteras negras, mil pesos en efectivo y otros accesorios.
Los ladrones escaparon hacia la calle Georgia, y aunque cinco minutos después llegaron los primeros elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, no pudieron detener a los responsables; las víctimas proporcionaron la información necesaria para la realización de retratos hablados.
El lugar cuenta con cámaras de seguridad, por lo que el rostro de los delincuentes, así como su modus operandi, quedó grabado.
Los agentes investigadores encontraronsimilitudes en su modo de actuar con tres reportes de robo en la misma colonia, por lo que no descartan que sea la misma banda.
En la Zona Rosa e inmediaciones de la colonia Narvarte, los patrullajes de la policía capitalina han incrementado y los atracos a comensales disminuyeron considerablemente; los agentes consideran entonces que aplicaron el llamado “efecto cucaracha” y ahora atracan en la Nápoles.