Sumérgete en la moda mexicana
En este mes patrio, también celebramos la industria en nuestro país. Conoce de cerca, y de la mano de expertos, las diferentes áreas de oportunidad para los amantes de la moda
Generalmente se cree que dedicarse a la moda implica solo ser diseñador o estar al frente de una marca. No obstante, esta industria ofrece diversas posibilidades de desarrollo en la actualidad. Contrario a lo que muchos piensan, trabajar dentro de la moda no es acudir siempre a desfiles y celebraciones.
Como en otras áreas, los puestos de trabajo demandan largas jornadas, estrés constante y, en muchos casos, no se obtiene una buena remuneración. Si consideras que tu vocación es la moda pero no te atrae el ámbito del diseño como tal, conoce los distintos campos en los que puedes desenvolverte.
A continuación, te explicamos en qué consisten algunas profesiones relacionadas con la moda y, en voz de reconocidos personajes del medio, te contamos qué es lo más atractivo, lo más difícil y lo desconocido por muchos de cada una de estas áreas.
Diseñado de moda. Para destacar en el diseño de moda, no basta con saber expresar y plasmar la creatividad en una prenda o accesorio: “se deben tener conocimientos de diversas áreas, y no para llevar a cabo cada una de estas actividades, sino para poder dirigir a tu equipo de trabajo, desde el patronaje y costura hasta aspectos como montaje en tienda”, asegura la creadora mexicana Raquel Orozco. En un principio, es necesario buscar espacios tanto para presentar las colecciones como para empezar a comercializarlas. Una vez que se crean alianzas con boutiques o tiendas departamentales, deben cumplirse estrictamente los tiempos de entrega y lineamientos de calidad que se imponen. “Considero que es un oficio rentable, siempre y cuando, seas disciplinado. También hay que invertir constantemente, ya sea en materiales y herramientas de trabajo, así como para sumar gente que te ayude a crecer tu marca”, explica Orozco.
Modelo. Este es uno de los campos en los que mayor presión se vive: mantener un peso y talla determinados, ejercitarse con regularidad, llegar puntualmente a castings y sesiones fotográficas, tener largas jornadas de trabajo durante Fashion Weeks o la realización de campañas publicitarias, entre otras exigencias. No obstante, el modelaje también permite vivir grandes experiencias como viajar a las principales capitales del mundo o destinos exóticos, conocer a reconocidos diseñadores y protagonizar campapueden ñas para célebres marcas, que implican una mayor remuneración económica. “Para poder destacar y hacer carrera en el modelaje se debe ser muy disciplinada: con los tiempos, con tu cuerpo y con tu salud”, asegura la modelo Luisa Sáenz, uno de los nombres más famosos de la moda mexicana y directora del México Fashion Film Festival. Además, una modelo debe estar dispuesta a cambiar de residencia, a soportar largas esperas previas a un desfile o sesión de fotos y, en ocasiones, a dormir pocas horas. “Si quieres incursionar en esto debes tomártelo en serio, rodearte de las personas indicadas y nunca darte por vencido”, confiesa la modelo quien a sus 20 años ya ha aparecido en publicaciones importantes como Vogue y Elle, y ha desfilado para Dolce & Gabbana.
Diseño textil. Detrás de la textura, estampado o color de una tela, se encuentra el trabajo de un diseñador textil. “Este profesional se encarga de la parte estética de las fibras, los hilos y las telas que se utilizan para crear una prenda o que se emplean dentro del campo de la decoración de interiores”, señala Lydia Lavín, académica de la carrera de Diseño Textil en la Universidad Iberoamericana. De acuerdo con la también diseñadora, hoy en día no hay una gran oferta de diseñadores textiles, por lo que los egresados de esta carrera se posicionan de manera rápida en el mercado laboral. Además, asegura que sus ingresos llegar a ser mayores que los de un diseñador de moda, ya que pueden enfocarse en el desarrollo de fibras, telas e hilos en el mercado nacional y en el extranjero. Asimismo, pueden especializarse en el área de decoración de interiores o desempeñarse como cazadores de tendencias. Contrario a los creadores de moda, los diseñadores textiles suelen pasar de incógnito en las empresas.
Editor de moda. La película El diablo viste a la moda generó en muchas personas la idea de que ser editor es recibir un sinfín de costosos regalos y viajar a París para presenciar los desfiles más esperados. Si bien hay algo de verdad en esto, lo cierto es que detrás de una publicación hay mucho trabajo dentro y fuera de la oficina, jornadas agotadoras y cierres cargados de estrés. “La moda debe ser considerada desde un punto de vista serio. Vestirte bien o ser un fanático de la ropa no te hace un buen periodista”, explica Lucy Lara, quien ha dirigido títulos editoriales como Glamour y Marie Claire, además de ser autora de libros como “Imagen, actitud y poder”. Para ocupar un puesto de director o editor, es necesario tener una buena redacción, expresar con claridad las ideas y mantenerse informado a diario de lo que acontece en la industria. “Hoy en día, un editor también debe ser influencer, saber manejarse en las plataformas digitales y poder hablar en público como embajador de su medio”, dice.
Fotografía de moda. Los profesionales de este campo tienen el reto de capturar imágenes atractivas y que expresen una historia para títulos editoriales o campañas publicitarias. Los fotógrafos de moda deben saber trabajar en equipo, con modelos, maquillistas, estilistas y productores, para lograr un trabajo que cumpla con los requerimientos del medio o del cliente. “Es una rama compleja ya que debes tener un conocimiento amplio sobre cuestiones que quizá no se utilizan en otros tipos de fotografía, principalmente relacionado con la iluminación”, explica Carlos Ruiz, quien colabora para títulos como Harper’s Bazaar, Cosmopolitan y De Última. Dentro de esta área, uno de los principales retos que enfrentan son los presupuestos limitados, que impiden ejecutar las ideas como se establecen desde un principio, por lo que deben echar a volar su creatividad para crear buenas imágenes.
“Tener una base de contactos o conocer a muchas personas no te convierte en un relacionista público.” —Gina Pineda, directora de su agencia homónima.
Estilismo de moda. “Nuestro papel principal como stylists es crear conceptos de moda y looks que sean novedosos, visualmente atractivos y lleven impreso un sello personal, siempre respetando los requerimientos de la revista, la celebridad o la marca que nos contrate”, señala Majo Guzmán, estilista de celebridades y editora de moda, acerca de esta área de desarrollo dentro de la industria. Para desempeñarse como stylist es necesario poseer un ojo experto y entrenado, conocer sobre tendencias, marcas y diseñadores y, muy importante, tener una visión firme y propositiva de la moda. Sin embargo, no todo el tiempo se está rodeado de celebridades, glamour y diseños exclusivos; hay un arduo trabajo detrás de cada look o concepto de moda. “Si te interesa esta área, debes considerar que hay días que debes recorrer alrededor de 10 showrooms o tiendas para encontrar las prendas o accesorios indicados”, comparte Guzmán.
Maquillaje. En desfiles, sesiones fotográficas para revistas o campañas publicitarias, los makeup artists se encargan de dar color y vida a los rostros de las modelos. Además de dominar las técnicas de maquillaje y tener un conocimiento amplio sobre los productos y herramientas de trabajo, estos profesionales deben estar actualizados sobre las tendencias tanto de belleza como de moda para poder aportar una visión innovadora en cada trabajo. “Todo el tiempo hay que estar informado y tener una preparación constante. Ser un makeup artist implica mucha resistencia, ya que no es fácil posicionarte dentro del medio. Cada día somos más profesionales en esta área y eso reduce las oportunidades laborales”, explica Davo Sthebané, makeup artist de Givenchy. Al trabajar de manera independiente, se debe considerar que no se goza de prestaciones, vacaciones u horarios fijos, por lo que ser organizados y saber administrarse es básico para
sobrevivir en el campo.
Relaciones públicas. Esta área se especializa en la comunicación entre las firmas de moda y la prensa. Los RP, como se les conoce en el medio, están a cargo de difundir lanzamientos, campañas o convocar periodistas a un evento, así como de desarrollar estrategias de co- municación. De manera equivocada, se cree que hacer relaciones públicas es acudir todo el tiempo a fiestas o hacerse amigo de las celebridades, pero lo cierto es que este oficio exige formalidad, preparación y mucho trabajo. “Una de las ventajas es que no es un trabajo rutinario, cada día es diferente. En ocasiones debes estar en eventos, coordinar entrevistas, asistir a sesiones fotográficas o quedarte largas horas en la oficina a preparar estrategias”, asegura Gina Pineda, directora de la agencia que lleva su nombre y quien ha trabajado con empresas como Louis Vuitton y, actualmente, con El Palacio de Hierro.
Docencia. Hoy en día, existen diversas instituciones para poder tener una preparación formal en distintas áreas de la moda, por lo que un campo que está en crecimiento es el de la docencia. “Para impartir clases en una licenciatura de moda es indispensable contar con experiencia en el campo, haber transitado en proyectos que puedan generar conocimiento de primera mano y fresco para los estudiantes”, señala Francisco Saldaña, director de las carreras de Diseño y Publicidad en Moda, y de Mercadotecnia y Publicidad en Moda, de la Universidad Jannette Klein. Si bien hay una gama de asignaturas que se pueden impartir en una licenciatura de moda, es importante combinar la docencia con la práctica profesional, por lo que este ingreso debe considerarse como un extra y no como la entrada principal de dinero. Además, para ser un académico, es necesario saber mucho sobre la asignatura que se imparte, pues hoy hay distintos medios para obtener información, por lo que se tiene que brindar conocimientos de mayor calidad.
Emprendimiento. Como en otros oficios y profesiones, en la moda hay personas que prefieren echar a andar proyectos propios que trabajar para una gran empresa y cumplir un estricto horario de oficina. Ser un emprendedor tiene ventajas como ser dueño de tu tiempo, cumplir objetivos personales y profesionales, además de no realizar cada día las mismas actividades. “Cuando ya no estás cómodo en tu trabajo y sientes que debes salir de ahí y hacer
algo más, eso es un síntoma de que debes manejarte por tu parte”, afirma Sara Galindo, quien luego de ocupar varios años el puesto de editora de moda de la revista Elle México, decidió crear los conceptos Mexicouture y Kilómetro 33, enfocados a impulsar el diseño mexicano y latinoamericano. No obstante, emprender una marca o proyecto por tu cuenta exige tocar muchas puertas en busca de socios o inversionistas, destinar tus propios recursos y generar nuevas ideas para enfrentar los cambios u obstáculos que el mercado o la industria presenten.
Blogger. Este concepto surgió a raíz de que una serie de aficionadas de la moda, en su mayoría jóvenes, abrieron blogs para compartir sus looks diarios, así como sus actividades cotidianas. Hoy en día, existen otras plataformas para estar en contacto con sus seguidores, por lo que además de bloggers, ahora es común llamarlas influencers o instagrammers. Su trabajo consiste en crear contenido visual para las marcas y mostrar así sus últimos productos o diseños. “Aunque para muchos es una simple fotografía en nuestras plataformas, hay mucho detrás de estas, como planear una idea, buscar una locación o armar el look indicado”, afirma Sofía Lascurain, creadora del blog My Philosophie. Los bloggers generan ingresos a través de publicidad, ya sea mediante posts o menciones de marcas. Si bien esta actividad le ha permitido a Lascurain viajar y conocer a célebres personajes de la moda, también ha abierto la puerta para que algunas personas la critiquen por dejar al descubierto una parte de su vida privada.
“Cada vez hay más oportunidades de trabajo en el campo del styling. La industria está reconociendo el poder de un buen concepto de moda.” —Majo Guzmán, Stylist.