El Universal

El Multifamil­iar Juárez era de lo más moderno

En septiembre de 1952, la ciudad vio nacer el Multifamil­iar Juárez, uno de los más modernos. También en septiembre, pero de 1985, los sismos acabaron con este sueño urbano

- CARLOS VILLASANA Y RODRIGO HIDALGO

Al sur de la colonia Roma, la calle de Toluca es un espacio inusualmen­te tranquilo en el tramo que corre entre Huatabampo y Antonio M. Anza, frente al Centro Médico Siglo XXI.

Es difícil imaginar que años atrás, en este sitio se levantó la unidad habitacion­al más moderna de su tiempo, de la cual apenas quedan los edificios más pequeños, que pasan casi desapercib­idos en el rumbo. El Multifamil­iar Juárez fue el segundo proyecto de este tipo construido por la Dirección de Pensiones, el organismo que antecedió al ISSSTE, y se inauguró el 2 de septiembre de 1952.

El acto fue encabezado por el presidente Miguel Alemán, calificánd­olo como una “obra revolucion­aria de justicia social” y una “majestad de la arquitectu­ra, creada y concebida para dar hogar tranquilo a un millar de familias mexicanas”.

El Multifamil­iar Juárez fue planeado por los arquitecto­s Mario Pani y Salvador Ortega en un amplio predio que ya tenía una larga historia. En el siglo XIX había formado parte del Panteón General de la Piedad, clausurado en febrero de 1905; dos décadas más tarde, por iniciativa de José Vasconcelo­s, en el mismo sitio se erigió el Estadio Nacional demolido a finales de los años cuarenta.

Este conjunto tenía 984 departamen­tos y 19 edificios, repartidos en cuatro tipos: el “A”, de 12 pisos; los cinco “B”, de nueve; los cuatro “C”, de seis, y los nueve “D”, de cuatro niveles, que son los únicos en pie actualment­e. Tenía elevadores e incinerado­res de basura, también área de servicios administra­tivos, una guardería y jardín de niños, lavandería­s, casa de calderas y subestacio­nes eléctricas.

En términos de diseño, la intención de sus autores fue superar lo realizado en el Multifamil­iar Miguel Alemán. En el libro Mario Pani, la construcci­ón de la modernidad, Miquel Adriá explica que el Juárez “en una súpermanza­na de 25 hectáreas se distribuye­ron doce tipos de vivienda. Los departamen­tos más pequeños conforman los edificios más altos, y los grandes, destinados a familias numerosas, están más próximos a la tierra...”

Una de sus caracterís­ticas más notables era el paso a desnivel que corría bajo los edificios “C” y daba un flujo continuo a la recién prolongada calle de Orizaba, que en esta sección ahora es la calle Toluca. Los muros del deprimido fueron decorados por el artista guatemalte­co Carlos Mérida, quien, en palabras de Mathias Goeritz, “logró un conjunto de extraordin­ario interés plástico a base de líneas ondulantes horizontal­es, subrayando así una impresión de fuga, no solamente en armonía con el elemento arquitectó­nico, sino haciendo referencia a la velocidad de los automóvile­s en los túneles.”

Mérida creó una serie de relieves de concreto policromad­o para el resto del complejo, inspirados en motivos prehispáni­cos y leyendas ancestrale­s, que adornaron las fachadas, las escaleras, el desnivel y la guardería.

Poco después de su apertura, en 1955, el Multifamil­iar Juárez fue el escenario principal de al menos dos cintas del cine nacional: Con quién andan nuestras hijas, drama moralista protagoniz­ado por Silvia Derbez y en 1963, en una secuencia de El hombre de papel con Ignacio López Tarso.

El terremoto del 28 de julio de 1957 causó varios daños obligando la reubicació­n temporal de algunos habitantes. La breve nota publicada el 1 de agosto da cuenta del derrumbe de una escalera, lo que fue atribuido “probableme­nte a la orientació­n del edificio”, y de desperfect­os en elevadores, que serían reparados.

Trágicamen­te, los sismos del 19 y el 20 de septiembre de 1985 provocaron graves afectacion­es en el multifamil­iar que se convirtió en una de las imágenes más recordadas de lo sucedido. En este sitio, según algunas fuentes, murieron alrededor de ochenta personas; varias estructura­s se derrumbaro­n y otras fueron demolidas con explosivos en los meses posteriore­s. El paso a desnivel fue rellenado y no quedó huella de su existencia.

Como resultado de este proceso, la obra artística de Mérida se perdió por completo. Curiosamen­te, su memoria sobrevive en una pequeña réplica colocada a la entrada de la Unidad Habitacion­al Fuentes Brotantes.

 ??  ?? El Multifamil­iar Juárez, fotografía de fines de los año 50, se ven dos túneles del paso a desnivel que lo caracateri­zaba y que conenectab­a a la calle de Orizaba, ahora parte de la calle Toluca; se rellenaron luego de los sismos de 1985.
El Multifamil­iar Juárez, fotografía de fines de los año 50, se ven dos túneles del paso a desnivel que lo caracateri­zaba y que conenectab­a a la calle de Orizaba, ahora parte de la calle Toluca; se rellenaron luego de los sismos de 1985.
 ??  ?? Imagen de su demolición luego de los sismos de 1985. Los diseños en relieve de las escaleras se perdieron, obra del artista guatemalte­co Carlos Mérida.
Imagen de su demolición luego de los sismos de 1985. Los diseños en relieve de las escaleras se perdieron, obra del artista guatemalte­co Carlos Mérida.

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