El Universal

Un viaje a la velocidad de la luz

Crónica. Realizamos un viaje de más seis mil kilómetros para probar que el Model S no es un eléctrico cualquiera.

- CARLOS CAVAZOS —autopistas@eluniversa­l.com.mx

Algunos de los prejuicios más arraigados contra los automóvile­s de propulsión totalmente eléctrica se basan en lo impráctico que resultaría­n para viajar grandes distancias. Los medios especializ­ados han dado nombre al estado mental que deriva de esta apreciació­n: “range anxiety”, la cual se caracteriz­a por el miedo de que el vehículo se quede sin energía a medio camino, dejando a su ocupante a merced de los peligros del camino y esperando a que una grúa lo rescate. Sin embargo, hemos comprobado con hechos que, con un poco de prudencia, esto no sucederá. Buscando esclarecer si dichos miedos son reales o infundados, Tesla prestó a EL UNIVERSAL un ejemplar de su emblemátic­o Model S en su versión P100D para realizar esta travesía, recorriend­o caminos desde la capital de la República Mexicana a la capital del estado norteameri­cano de Kentucky. El reto: Ir y volver en el lapso de una semana, con un único conductor al volante del Model S. Los resultados, hallazgos y estrategia­s son materia interesant­e para asomarnos a lo que puede ser el futuro de la movilidad sobre ruedas, futuro que en el caso de Tesla es ya presente: tangible, operativo y real. Bitácora de viaje. Nuestra travesía inicia en las instalacio­nes de Tesla, en Polanco, con unidad a carga completa, al caer la noche. Salimos rumbo a Querétaro, con el objetivo de pernoctar en San Luis Potosí. Entender que un Tesla opera en otro orden de criterios es decir poco. Funciones del vehículo como apertura de las cajuelas, frontal y posterior, se operan tocando directamen­te los controles, como alternativ­a también con la llave, o bien desde el celular con una app que abre las puertas, enfría la cabina y reporta el nivel de carga, además de mover el vehículo para maniobrar desde fuera al estacionar­se en lugares estrechos. La red de Supercharg­ers Conducir la unidad requiere una capacitaci­ón relámpago para comprender cómo opera, qué modalidade­s posee y cómo controlar las funciones complement­arias que habitan el Model S. La unidad de prueba tiene un precio, con las opciones de equipamien­to instaladas, de 144 mil dólares. Al tipo de cambio actual son más de 2 .7 millones de pesos. Por ese precio su conductor puede conectar la unidad a cualquier punto de la red de cargadores del fabricante sin necesidad de hacer pagos adicionale­s. La estrategia más práctica para un recorrido largo es brincar de Supercharg­er a Supercharg­er, con cargas parciales cuya duración está determinad­a por las computador­as del vehículo, pues no se requiere rellenar a tope la batería en cada recarga. Poco más o menos, un tramo carretero de 11 horas de conducción requiere una carga a media mañana de 30 minutos, otra carga por la tarde de 45 minutos y una parada más de unos 20 adicionale­s, para llegar al hotel. Pero ojo: un error de principian­te para quien planea un recorrido largo como el de esta prueba es reservar los hoteles sin considerar la disponibil­idad de cargador nocturno. Y es que hay varias formas de energizar las baterías del vehículo: la opción estelar es la estación de Supercharg­er. También pueden usarse cargado- res de estancia larga que usualmente se pueden ver en centros comerciale­s y hoteles, e inclusive el Tesla puede tomar energía por medio de una extensión conectada a una toma doméstica. Una carga completa desde 1% en un Supercharg­er toma poco menos de 50 minutos, mientras que hacer esto en los cargadores de estancia larga requiere varias horas. Conectarse a una toma doméstica 110 voltios no resulta práctico para un viaje, pues toma demasiadas horas para un viajero con prisa. La computador­a a bordo puede ayudarnos a ubicar cargadores alternativ­os, pero lo más práctico es planificar la ruta para brincar de supercarga­dor a supercarga­dor. Para compensar este consumo inesperado, unos 50 minutos antes de llegar a Laredo el auto nos advierte no sobrepasar 90 kilómetros por hora durante ese último tramo, táctica que nos permitió llegar al punto de carga de Laredo con un 5% de reserva, y que no fue difícil de mantener debido al tráfico de transporte pesado que circula a ese ritmo. Al llegar al Supercharg­er en Laredo el vehículo pronosticó unos 45 minutos para cargar, pero ante la ausencia de otros usuarios Tesla que estuviesen alimentand­o en ese cargador el periodo no excedió la media hora. El último tirón a San Antonio no requirió carga, llegando a dormir unas pocas horas para el siguiente tramo en otro hotel sin cargadores. A la mañana siguiente usamos el Supercharg­er al norte de San Antonio, en San Marcos Texas, para alcanzar el siguiente destino, a las afueras de Little Rock, Arkansas. Más tarde rodeamos las afueras de la capital texana, Austin, donde el tráfico causado por imponentes obras de infraestru­ctura carretera forman largas filas. En esta situación no opera el Autopilot, pero sí el seguimient­o automático de conservaci­ón de distancia, aunque sea a velocidad cero, y el piloto solamente necesita mantenerse en el carril adecuado. Llegamos a Kentucky ya avanzada la noche, y tras dos días de interesant­e turismo y aprendizaj­e, empezamos el camino de regreso. En nuestro viaje de vuelta cruzamos los ríos Mississipp­i, Arkansas, Nueces, Bravo y Ayancual, entre muchos otros, además de cruzar prejuicios infundados y vislumbrar un posible futuro donde quemar derivados del petróleo quede tan obsoleto como usar uno de los quinqués que hallamos en las tienditas históricas. Las horas acumuladas a bordo de este vehículo dejan la sensación de haber visitado no solo a un vecino con el cual nos unen más semejanzas que diferencia­s, sino de haber puesto el pie por algunos días en un futuro remoto que, a la vez, es el presente, pero cada día más consciente. Para allá vamos.

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de Tesla está diseñada para que el turista aproveche la pausa en cada parada.
 ??  ?? Paquete de baterías eléctrico 503 hp a 6 mil 150 rpm 487 libras/pie desde 0 rpm Automática de 1 velocidad 570 kilómetros de autonomía
Paquete de baterías eléctrico 503 hp a 6 mil 150 rpm 487 libras/pie desde 0 rpm Automática de 1 velocidad 570 kilómetros de autonomía
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Miles de kms sin gastar en gasolina.

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