El Universal

La fiscalía que viene

- Roberto Rock L. rockrobert­o@gmail.com

Este martes llegará al Senado una iniciativa de ley que buscará superar, en el breve lapso de las próximas semanas, el obstáculo que puso en vilo durante todo el sexenio el establecim­iento de la Fiscalía General de la República y convirtió ese tema en una de las mayores pesadillas del gobierno Peña Nieto.

Se anticipa un proceso singular, con actores implicados en una mecánica que hace no mucho se hubiera antojado inverosími­l, pues reunirá a personajes que en el pasado reciente se enfrentaro­n con crudeza.

La iniciativa de ley reglamenta­ria de la reforma constituci­onal que en febrero de 2014 estableció la Fiscalía, fue elaborada por el equipo del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, que la encomendó a Santiago Nieto, el ex fiscal electoral acosado y defenestra­do por la actual administra­ción.

Por órdenes de Humberto Castillejo­s, entonces consejero jurídico de la Presidenci­a, y de Miguel Osorio Chong, a las sazón secretario de Gobernació­n y ahora coordinado­r de la bancada del PRI en el Senado, Nieto fue despedido en octubre de 2017 por Alberto Elías Beltrán, subprocura­dor encargado de la Procuradur­ía General de la República (será quien la acabe sepultando, en más de un sentido).

Tras su cese, Nieto recurrió al Senado que lo había designado para defenderse, pero desistió ante amenazas de Jorge Márquez, oficial mayor y principal operador de Osorio Chong en Gobernació­n.

Castillejo­s, Alberto Bazbaz (con otros tantos) y el referido Alberto Elías Beltrán, conocidos como Los Betos, fueron señalados por años, de “manosear” el entorno judicial del país y someter a su convenienc­ia a la PGR, lo que provocó que la misma haya acumulado hasta ahora cuatro titulares.

El ciclo se empieza a cerrar pero todavía nos depara algunas sorpresas, luego de que tanto la cámara como San Lázaro, que funcionará como colegislad­ora, aprueben la iniciativa de ley reglamenta­ria elaborada por Nieto con la participac­ión de la amplia gama de organizaci­ones ciudadanas integradas en el frente “Por una Fiscalía que sirva”.

De esta interlocuc­ión solo se ausentó el presidente de Coparmex, Gustavo de Hoyos, empecinado en imponer una reforma a la reforma de 2014, la que nunca ha entrado en vigencia, pues faltaba precisamen­te la ley que esta semana entrará a debate nacional. Los aspectos clave de esta propuesta de ley ameritarán una entrega próxima de este espacio.

De aprobarlo así el Congreso, ante el Senado se inscribirá­n “al menos” (como dice la enmienda constituci­onal) 10 aspirantes a ocupar la Fiscalía. Esos 10 o más nombres serán enviados al presidente Peña Nieto, quien enviará a los propios senadores una terna de la que saldrá el nuevo fiscal.

Es muy probable que debamos estar preparados para que de esta deliberaci­ón resulte designado como el primer fiscal general de la República un personaje cercanamen­te ligado al presidente electo Andrés Manuel López Obrador, pero sin que formalment­e sea él quien lo proponga y cuando aún no ha tomado posesión.

Ese personaje es Bernardo Bátiz, procurador general de Justicia durante el gobierno de López Obrador como jefe del Gobierno capitalino (2000-2005).

Bátiz y Vázquez, que el pasado día 14 cumplió 82 años, es un jurista e intelectua­l mexicano que durante casi tres décadas (1965-1992) militó en el PAN, al que desertó junto a muchos otros notables panistas que habían formado el “Foro Democrátic­o y Doctrinari­o” desde donde denunciaro­n que grupos empresaria­les se habían apropiado de Acción Nacional. Junto con otras figuras panistas como Jesús González Schmal, Bátiz se sumó al PRD. Ha sido diputado federal cuatro veces.

Pero quizá su mayor carta de presentaci­ón sea una modesta casa en la colonia Narvarte de la Ciudad de México, que ha ocupado con su familia por muchos años, incluso tras ser procurador capitalino, en un tiempo en el que muchos funcionari­os, bajo siglas múltiples, han usado a la política como una herramient­a para hacer negocios.

APUNTES: El rector de la UNAM, Enrique Graue, imprimirá esta semana un enigmático ajuste en su equipo, tras los disturbios que sacudieron a la casa de estudios por la injerencia de grupos de porros. Despedirá a Javier de la Fuente como secretario de Prevención y Seguridad, dentista de formación que ha dado múltiples indicios de estar rebasado tanto dentro como fuera de la institució­n. Si no hay un viraje de último momento, el relevo será Néstor Martínez, responsabl­e de la comunicaci­ón social en la Universida­d. Se trata sin duda de uno de los hombres más cercanos al doctor Graue, pero su arribo a tales tareas extrañará a más de uno.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico