¿Y el pago total?

Escobedo explicó que éste aún no se realiza por una serie de obstáculos como pagos detenidos por falta del informe final de los directores responsables de la obra; no hay documentación del cliente que acredite la propiedad del inmueble; carencia de acuerdos entre compañía y asegurado en los temas de negociación; y esclarecimiento de lo que realmente se perdió, entre otros factores.

“El sector asegurador nunca ha pretendido ser totalmente inocente ni sano. Si en algunos casos hay retrasos, son responsabilidad nuestra, pero también son consecuencia de causas múltiples, entre ellas papeles perdidos, temas de burocracia, ineficiencia en los procesos, así como problemas en el Registro Público de la Propiedad”, señaló.

Por su parte, Marcos Martínez, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), recomendó dirigirse directamente a la empresa bancaria donde se contrató el servicio hipotecario, para esclarecer el cobro de éste, si el inmueble se derrumbó por el sismo del año pasado.

“La recomendación de la ABM fue que, en esos casos, el banco donará la pérdida, porque suena ilógico que, si ya perdieron su casa, las personas tengan que seguir pagando un crédito. En principio no deberían estar cobrando porque, en nuestro acuerdo, que fue informal, quedamos que sería la institución bancaria la que absorbería la deuda”, comentó Martínez.