Clásico pandillero
¿Sabían que a los Rayados del Monterrey también se les conoce como La Pandilla? A lo mejor a eso se refería Enrique Bonilla, máxima cabeza de nuestra querida Liga MX, al referirse a los agresores del aficionado de los Tigres previo al clásico regio. No dejó de usar el término “pandillero” para estos desorientados humanos que confunden un partido de futbol con una pelea callejera, para matar al rival sólo porque le va a otro equipo.
Es cierto, a estas alturas, ya todos han dicho y calificado el acto vergonzoso del domingo, así que sólo quiero sumar dos cosas a esta coyuntura triste y violenta que ha azotado a nuestro futbol desde hace años:
1.— El desconocimiento de todos los actores del te- ma, desde directivos, presidentes, periodistas y autoridades locales, de cómo se comportan los “grupos de animación”. No hay estudios ni documentos que avalen los juegos de alta tensión con los rituales que los acompañan.
2.— El valemadrismo disfrazado de nuestras cabezas. Bonilla, sin atacar el problema en su gestión, ni en la Liga ni en el Ascenso. Yon de Luisa también evadiendo el tema a profundidad y avalando el juego en el Volcán de la Selección Mexicana, sin preocuparse con mayor seriedad del tema.
¡Bienvenidos, bienvenidos! A las típicas horas en las que todos siguen actuando igual que siempre contra el clásico pandillero.
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