Dales un segundo aire
Hazle frente al fin de quincena aprovechando los ingredientes y preparaciones que te han quedado en el refrigerador
Es fin de quincena y estás estirando lo que queda en tu cartera para poder llegar al final con el máximo decoro. Tu refrigerador también lo sabe: por ahí queda un poquito del pollo rostizado que compraste en el supermercado ese día de flojera; a su lado reposa una rama algo marchita de cilantro y dos calabacitas un poco deshidratadas, pero todavía verdes. Un tupper con un poco de frijoles refritos les hace compañía, junto con tres tortillas viejas y algo secas. Eso es todo y tienes que ponerte creativo para comer rico.
“Muchas veces lo que nos hace falta es imaginación para crear un platillo con lo que tienes. Para mi, por la cuestión de los costos del restaurante, siempre ha sido una necesidad hacer rendir las cosas o utilizar lo que se pueda, especialmente para la comida del personal”, explica Julio César Castillo, chef ejecutivo de Público Comedor Moliére.
Y es que más allá de la necesidad de hacer rendir tu dinero, las cifras de desperdicio de alimentos en México son alarmantes y el primer paso para poder cambiarlas está en el buen manejo de tu refri y alacena.
Según cifras del Banco Mundial, en México se desperdician al año 2.8 millones de toneladas de tortillas, es decir, más del 28 por ciento de la producción del país; de huevo se desperdicia el 37 por ciento de la producción y de leche el 43 por ciento, sólo por mencionar algunos productos de la canasta básica.
“Siempre hay que tener en cuenta que la comida ‘con sobras’, debe lucir completamente como un platillo diferente y no hacernos pensar que estamos comiendo, literal, lo que sobró. Ahí está el chiste de cocinar con estos excedentes de comidas pasadas”, explica el cocinero.
“Hay que tratar de equilibrar la comida con carbohidratos, verdura y proteína. En caso de que no tengas carne, es muy buena idea mezclar algún cereal con alguna leguminosa para tener una proteína vegetal, que además de ser rico, es muy barato”.
“A veces las porciones que quedan de las carnes las puedes deshebrar y mezclar, por ejemplo, para hacer un salpicón, con un jitomate que tengas en el refri y algo de cebolla, aceite y vinagre ya la armaste”.
El arroz ‘viejo’ es otra de las sobras típicas que podemos encontrar en un refri mexicano. Julio César explica que es muy sencillo darle un segundo aire mezclándolo con huevo para hacer croquetas que quizá puedas rellenar con un trocito de queso o jamón que tenías olvidado en algún rincón.
“Puedes hacer tacos dorados, peneques, pico de gallo. Las verduras y los frijoles siempre se pueden convertir en cremas o sopas”, señala.
“Hay que tener mucho cuidado en la cuestión del recalentado, porque como son productos que ya fueron utilizados una vez, hay que asegurarse que hiervan para no tener ningún riesgo al consumirlos”.