Colores y sabores
La variedad de artesanías que se elaboran en la ciudad permite pasar una tarde entera buscando el souvenir perfecto entre puestos montados en los callejones. Entre lo más llamativo, hay coloridas chilabas (túnicas) y cinturones de lana. También venden babuchas, un tipo de zapato tradicional en los países de Medio Oriente, hecho en piel, y objetos de madera pintada.
En la Plaza Uta El Hammam, el corazón de la Medina, se ubica el Museo Etnográfico de la Alcazaba. Alojado en una fortaleza de color ocre, exhibe la historia de las etnias asentadas en este territorio y los oficios artesanales que trascienden en la urbe; los visitantes suben hasta la cima de su torre para admirar la vista del barrio.
Otro de los mayores placeres en el destino es sentarse a comer en una terraza de la Medina. Sus restaurantes sirven clásicos marroquís como el tajín, un guiso preparado a fuego lento que se sirve en un recipiente de barro.
La aerolínea Iberia tiene vuelos redondos hacia Tánger por 32 mil 955 pesos, haciendo una escala en Madrid.
En Airbnb hay casas enteras que replican los colores azules de la ciudad; se rentan desde el equivalente a mil 207 pesos por noche. Un hotel en la Medina, como Riad Assilah Chefchaouen, puede costar mil 112 pesos por noche, en ocupación doble.