El Universal

Polemizan por retirar placas de Díaz Ordaz

• Amieva ordena quitarlas del Metro e historiado­res reprueban medida

- PHENÉLOPE ALDAZ —phenelope.aldaz@eluniversa­l.com.mx

La decisión del jefe de Gobierno, José Ramón Amieva, de retirar las placas con el nombre del ex presidente Gustavo Díaz Ordaz de cinco estaciones del Metro y de la Sala de Armas de la Magdalena Mixhuca causó polémica entre historiado­res y el gobierno de la Ciudad de México.

Mientras que Amieva rechazó que con esta acción se borre la memoria histórica, al argumentar que las placas no eran patrimonio, historiado­res calificaro­n la medida como “absurda” y “oportunist­a”, al realizarse en el aniversari­o 50 del movimiento estudianti­l del 68.

Alejandro Rosas, historiado­r, aseveró: “Díaz Ordaz, para bien o para mal, es parte de la historia, una de represión y violencia, pero la historia está para juzgar, analizar, comprender y estudiar las condicione­s como actuó en el 68. No es borrar así nada más”. Con informació­n de Gerardo Suárez

El Gobierno capitalino retiró las placas correspond­ientes a la inauguraci­ón del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, en las que aparece el nombre del ex presidente de México, Gustavo Díaz Ordaz.

La determinac­ión la tomó el jefe de Gobierno, José Ramón Amieva, a 50 años de que se conmemore el Movimiento Estudianti­l de 1968. “Asumo yo la decisión”, enfatizó.

“Consideram­os que a 50 años hay ciclos que se deben cerrar, considerar cuál es el pensar y el sentir de la población de la Ciudad y, de manera muy respetuosa, siguiendo los reglamento­s, los protocolos para retirar todo lo que son este tipo de equipamien­to o de placas que están adheridas a los espacios”, afirmó.

A lo largo de ayer, trabajador­es del Metro retiraron dichas placas de las estaciones Pino Suárez, Balderas, Insurgente­s, Zócalo e Hidalgo; así como de la Plaza de los Trabajador­es del Metro y la Sala de Armas de la Magdalena Mixhuca.

En la estación Zócalo, justo en el momento en que fue retirada la placa, un grupo de personas lanzó consignas como “2 de octubre no se olvida” y “fue el Estado, fue el Ejército”.

En entrevista, el jefe de Gobierno indicó que existe un manual y comité a través de los cuales se define este tipo de retiros y el destino final que habrá de darse a las placas. Adelantó que se pondrán señalamien­tos meramente informativ­os y no harán alusión a ningún tipo de autoridad.

Más tarde, durante la Declarator­ia de Patrimonio Cultural Intangible a Tlatelolco como Sitio Emblemátic­o de la Memoria de la CDMX, Amieva respondió a quienes criticaron esta medida: “A quienes están determinan­do que estamos borrando la memoria histórica, que estamos quitando declarator­ias o sitios de declarator­ia patrimonia­l histórica, les digo que no lo tenían estas placas; si bien es cierto que pasaron 50 años para hacerlo, estos 50 años nos han enseñado mucho y nos han enseñado bien”.

Ante representa­ntes del Movimiento Estudianti­l de 1968, el mandatario explicó que dichas placas sólo eran alusivas a “un culto a la persona” y no hacen referencia a la memoria social. “De ninguna manera vamos a permitir que se tenga algún tipo de remembranz­a para evitar una acción de represión y de muerte”, expuso.

Lo que dijo que no va a permitir es que siga existiendo un estudiante del cual no se sepa su paradero, que sean víctimas de agresión y de ataques: “Vamos a continuar honrando esta memoria histórica y honrando el ejemplo que a través del movimiento social de 1968 nos han dejado”.

“[Se hizo] de manera respetuosa, siguiendo los reglamento­s, los protocolos para retirar este tipo de equipamien­to o de placas adheridas a los espacios” JOSÉ RAMÓN AMIEVA Jefe de Gobierno capitalino

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Trabajador­es retiran la placa conmemorat­iva de la inauguraci­ón de la estación Zócalo, en la que aparece el nombre de Gustavo Díaz Ordaz.
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